Marcos Haser describe la labor

La experiencia de cultivar tung en Ruiz de Montoya

domingo 09 de julio de 2023 | 6:05hs.
La experiencia de cultivar tung en Ruiz de Montoya
La experiencia de cultivar tung en Ruiz de Montoya

La vida en la chacra trae consigo un sinfín de anécdotas, el trabajo en la tierra es de gran valor para tantos productores que apuestan a la cosecha de distintas plantaciones. La historia de vida en este caso nos lleva a la pintoresca localidad de Ruiz de Montoya, un sitio donde sus vecinos a base de trabajo, esfuerzo y dedicación hicieron una hermosa localidad y sus habitantes en la actualidad siguen con ese mismo ímpetu.

Con ese propósito está Marcos Haser, de 49 años. El reconocido productor montoyense con gran entusiasmo hoy brinda su tiempo a la tierra. En su chacra cuenta con plantación de yerba mate, su vitalidad por la labor en la chacra ya lleva más de dos décadas. Hoy sigue con ese mismo vigor y lo comparte con El Territorio. “Empecé hace 25 años, primero con plantación de tung, costaba mucho vender y a muy poco precio, por eso no era rentable, por lo que debí modificar la producción”, contó.

A esto, el productor añadió que la actividad se remonta a su adolescencia y juventud, con el acompañamiento a sus padres para conocer el oficio y los aprendizajes que adquirió para continuar el mismo camino.

Haser es un hombre de pocas palabras, sus respuestas son cortas y efectivas. Su labor no solo se resume a la chacra, porque también es técnico superior en Administración de Cooperativas y Mutuales. Como tal se desempeña en la Cooperativa de Agua de la comuna. Aun así, siempre se da un tiempo para su familia, su esposa y dos hijos que son los motores y la fuerza para seguir.

Aunque haya días buenos y malos, él demuestra que siempre se puede salir adelante y aunque se debe generar un cambio como lo hizo en la producción del tung a la yerba mate, el productor hizo notar que a veces modificar trae también buenos resultados.

Sobre los recuerdos que tiene acerca de la plantación que dejó, comentó que requiere de compromiso al igual que cualquier profesión. “El tung debía limpiar con rastra y el lino machetear a mano, en la época que debía vender tenía poco valor en pesos, en esos tiempos estaba el dólar uno a uno y no se equiparaba la mano de obra manual y el precio de venta”, expresó.

Añadió que se juntaba el tung en bolsas, se llevaba para el secado a un galpón y luego de 2 o 3 meses se cargaba en un camión, generalmente a granel y se trasladaba a la fábrica para la extracción del aceite. En tanto, los desechos de las cáscaras servían, porque los usaban como abono.

En cuanto a la plantación de yerba, afirmó que no es más fácil y también requiere dedicación. “Con esta plantación también hay altibajos, se complica a veces con la escasa mano de obra”, dijo.

Al ser consultado sobre el avance de la tecnología, Haser respondió que “hoy en día hay mucho material disponible, que ayuda a la producción y cuidado, un recurso valioso que debemos cuidar al igual que el agua para las nuevas generaciones. Mantener el monte y plantar árboles es más que importante para mejorar la calidad de vida de la humanidad”, cerró.

 

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