Emprendimiento familiar que produce y comercializa con destino Buenos Aires

Misiones tiene un enorme caudal de frutas que son muy demandadas en distintos puntos del país. Maracuyá, mango, bananas, frutillas y citrus, los productores trabajan de manera constante para aprovechar la producción y poner en las grandes industrias su producto.  También hay emprendimientos familiares que hacen uso de las frutas producidas por las cuencas misioneras y destinan la producción en formato industrializado a los grandes mercados, como el Central de Buenos Aires.

Pablo Núñez, oriundo de Curuzú Cuatiá e ingeniero agrónomo, desde hace diez años reside en Misiones y es  responsable de la producción de Sierra Morena Frutas.  Núñez contó que Alfredo Zimmermann es la cabeza de la empresa familiar que comenzó hace  más de diez años a cultivar maracuyá, bananas y mangos en Puerto Esperanza. De esta manera abrieron canales de ventas de fruta fresca y años después iniciaron la producción de pulpa de frutas para dar valor agregado a los productos que no lograban vender en el Mercado Central de Buenos Aires ni en las localidades vecinas.

Maracuyá, en primer lugar

“El fue el primero que comenzó con la producción de maracuyá en Misiones, antes no era tan conocida la fruta. Empezó haciendo algunas pruebas con la fruta y se dio cuenta que tenía buenos rendimientos y buena cosecha, pero no había aceptación. Después comenzó a saberse más de la fruta y actualmente tenemos el 80% de la producción de maracuyá y luego se agregó la producción de mangos, banana, y citrus como mandarina y limón común y caipiriña”, contó Núñez, quien es actualmente yerno de Zimmermann.

La banana y los mangos también son parte de la producción y congelados.

El ingeniero agrónomo relató que es el encargado de la producción, industrialización y comercialización de las pulpas de Sierra Morena, que son vendidas en su gran mayoría a Buenos Aires. “También se venden a comercios de Capioví, Eldorado, Puerto Rico, Wanda, Puerto Esperanza e Iguazú. Tenemos nuestros clientes. Está muy de moda en las cafeterías tomar un jugo de maracuyá o de mango”.

Por otro lado, mencionó que también hacen pulpa de arándanos, frutos rojos, ananá, “que si bien no son de producción propia, fuimos incorporando variedades a las otras pulpas congeladas”. Según la demanda, se fueron incorporando otro tipo de frutas.

Proceso hasta la pulpa

En cuanto al proceso, detalló que “la fruta viene de la chacra, y cuentan con el empaque donde se hace el proceso de lavado. Una vez lavada la fruta se pasa al proceso de industrialización donde se hace la pulpa. Allí contamos con una máquina que hace el proceso de cortar, extraer la semilla y la cáscara que la desperdicia por un lado, y queda el jugo y la pulpa en un sólo contenido”.

Agregó que se hacen presentaciones de medio y un kilo tanto como para el maracuyá como para las demás frutas. “Una vez que está empaquetado se coloca en una cámara especial que se congela  rápidamente en 18º bajo cero y luego se encajona en cajas de cartón y se guarda en un contenedor de frío en la misma temperatura antes mencionada”.

El sector productivo se extiende en 200 hectáreas y está en Puerto Esperanza. Mientras, la fábrica de empaque y maduración se encuentra en Eldorado. Detalló que en la Capital del Trabajo se realiza el lavado, clasificación, y en la fábrica el proceso de despulpado, empaquetado y encajonado. “Luego ya está a disposición para la venta dentro de la provincia como en Buenos Aires donde tenemos una importante cantidad de clientes”.

La demanda

Con respecto al maracuyá, aseguró que es una de las frutas más demandadas por las grandes ciudades. “Cuando se comenzó hace más de diez años era conocida la fruta, pero en Misiones costó la aceptación. Sin embargo, en los últimos años se conocen sus beneficios, lo que es la fruta y comenzó el interés de los clientes que actualmente tenemos también en la provincia”.

Por el consumo, mencionó que se utiliza para hacer jugos, tragos, mermelada, en pastelería se utiliza en los cheesecakes o demás postres. Bares, cafés, restaurantes, así como también el particular que hace jugos o tereré, o se vende para la reventa.

Núñez destacó que Zimmerman fue un visionario con esta fruta, porque desde hace diez años comenzó y los primeros años los envíos fueron solamente a Buenos Aires.

“Ahora cada vez más productores de maracuyá y de emprendimientos que se dedican a hacer pulpa de frutas algo parecido a lo que hacemos nosotros. Fue la motivación de muchos que antes no conocían la fruta y ahora tienen su propia producción”, cerró”.

Por su parte, Guido Nizolli, está al frente de El Mortero en San Javier, firma que apuesta a producir frutos en la tierra colorada, pero que también es una alternativa para que los productores puedan colocar su cosecha. El emprendedor relató: “lo que producimos y compramos, también más demanda tiene es el maracuyá”. Por otro lado, indicó: “Producimos, hacemos pulpa de fruta y vendemos básicamente a Buenos Aires. Todo lo que se produce en un 95% va para allá”.

También coincidió que entre los consumidores del producto, están heladerías, reposterías, revendedores de pulpa, “el sector gastronómico es una de las principales salidas que tenemos”.

Fruta que busca crecer en lo local

El maracuyá es una de las tantas frutas que se produce en Misiones. Entre las variedades que hay, es una de las que busca posicionarse más allá de las hortalizas, que es uno de los fuertes de la provincia. Son 50 hectáreas de producción divididas en varios municipios de la tierra colorada. Tiene un mercado muy variado y el consumo local aún no es fuerte. No obstante, es un producto muy solicitado por el mercado de Buenos Aires y las grandes industrias del congelado.

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