En la zona de las sierras centrales
De la producción de café a la exportación de nuez pecán
Misiones es suelo bendecido para el agro. Con el cuidado y la dedicación suficiente, no hay cultivo que no crezca en la tierra colorada. Y aunque el clima a veces hace estragos, la fuerza de los productores sigue adelante buscando nuevas alternativas de diversificación.
Es la historia de Martín Skalski, agrónomo y trabajador de la empresa Carba SA. Allí dedica su vida y tiempo a la producción en la zona centro de Misiones, no sólo de cultivos convencionales sino de otros que son un poco más raros de encontrar. Tiempo pasado la firma supo ser una de las grandes abastecedoras de café. Hoy, lo son de nuez pecán, exportando este producto a Estados Unidos y otros países.
En diálogo con El Territorio, Martín contó los avatares de plantar en Misiones cultivos no convencionales. Adujo que hoy en día, la cuestión del clima es una de las más complejas de resolver – sobre todo por la falta de fríos y lluvias – pero que igualmente, las plantaciones dan buenos frutos si se dedica a ellos.
En ese marco, dijo que “se llegó a hacer 705 hectáreas de café, la empresa llegó a tener 300 empleados, daba mucha mano de obra porque todo se hacía de forma manual. Mi familia estuvo siempre dentro de la empresa, mi padre fue más de 40 años al frente y yo hace 33 que trabajo en la empresa, y hace 21 soy el responsable”.
“A fines de los 50, la empresa arrancó con el proyecto de hacer café, con vivero propio, produciendo sus propios plantines en las zonas de serranía. Se carpía y macheteaba porque no se podía mecanizar al ser serranía, se hacía todo de forma manual”, explicó.
“Fue muy difícil en una época hacer el café, pero por la competencia. En el 1987, 88 se decidió parar aunque teníamos secadero propio. Se nos hacía difícil porque entraba el café de Brasil mucho más barato. Nuestros costos eran más altos, porque el personal siempre estuvo en blanco”, agregó.
Asimismo, dijo que “se estiró hasta donde se pudo, con el retorno de la democracia hubo posibilidad de exportación, se mandaron muestras a Italia, pero lo que producíamos como empresa no llegaba al 2,5% del consumo nacional, solamente se podía vender en Argentina. Y lo vendíamos, lo compraban confiterías como Bonafide, Cabrales, compraban 5 mil, 6 mil kilos al año cada uno y el resto nos quedaba, producíamos 150 toneladas por año. Era muy difícil ubicar toda la producción en Argentina, por el café que entraba más barato de Brasil”.
“Nuestro clima es bastante parecido a lo que es en Brasil, pero no tenemos las alturas que tienen allá. Ellos arrancan en los 400, 500, 600 metros de altura y nosotros en 200, 250 como máximo, pero se producía”, mencionó.
Nuez pecán
Después del café, la empresa puso un aserradero bastante moderno para la época, con uno de los primeros secaderos de madera artificiales. En los 90 con el 1 a 1, toda la producción de madera era de exportación, pues había mucha oferta en el mercado interno. Pero en el año 1993, se cerró el aserradero y se dio lugar a otras producciones, como ganadería.
Ya en los 2000, con el fin de seguir manteniendo el plantel de trabajadores, se comenzó con la producción de nuez pecán. Hace 23 años la empresa se dedica a este cultivo, siendo uno de los pioneros en Misiones.
“Compramos los plantines en San Pedro, provincia de Buenos Aires, arrancamos en el 2000 con las plantaciones. Es un cultivo que demora bastante, no es a lo que estamos acostumbrados, como la yerba que a los dos años y medio, tres ya se tiene un retorno. Es de muy largo plazo, tenés mínimo siete años para que eso empiece a producir algún tipo de retorno y recuperar la inversión”, contó.
Aunque afirmó que es “un cultivo muy noble, te entrega una cosecha por año. Nuestras plantaciones tienen 23 años, pero dicen que hay registros de plantaciones de más 100 años que siguen produciendo”. Actualmente tienen 40 hectáreas que en buenas épocas llega a dar una cosecha anual de 45 toneladas. En 2005, 2006 frenaron con la plantación e instalaron la automatización de riego. “Nosotros empezamos a prueba y error con la única referencia de la gente de Entre Ríos que se dedicaba a ese cultivo”, explicó Martín.
“Yo llevo registro de lluvias y temperaturas de la zona desde los 90. La nuez es un árbol que demanda mucha agua, alrededor de 400 litros diarios en época de producción. En 2005 no hacía falta regar, pero en 2007 tuvimos una sequía de las más importantes de la provincia entonces tuvimos que mantener con riego para asegurar que la planta tenga el agua que necesite”, manifestó.
Añadió que “la planta se adapta bien, el pecán es una planta que requiere un promedio de 400, 600 horas de frío por debajo de los 7º. Pero acá llegamos muy justo, a los 300 como máximo. Este año no tuvimos nada todavía y todos los pronósticos dicen que el invierno va a ser cálido este año, eso sí complica”.
La empresa logró sacar la producción al exterior y durante 10 años se exportó a lugares como Estados Unidos, Hong Kong, Vietnam, Polonia, aunque en los últimos dos años, la sequía hizo que la calidad de las frutas sea menor y no se pueda exportar, por lo que se vende en el mercado interno.
“A los que vivimos en el campo se nos hace muy difícil, tanto el clima como el aumento de los costos en dólares. Pero a mí me gusta esto, tengo 52 años, nací dentro de la empresa y hoy sigo ahí. Me fui a estudiar, soy agrónomo general y volví al campo. Uno se crió ahí, es lo que le gusta y se levanta todos los días con las ganas de aprender algo nuevo, estar en contacto con la naturaleza y la tierra”, cerró.
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