Fue introducido en Misiones en 1940
El tung y la debacle de una producción que tenía futuro
El tung no es un árbol autóctono aunque su llegada a la tierra colorada marcó una época que significó para muchos colonos de la zona una alternativa productiva que se mantuvo muchos años. De la fruta de esta planta se extrae un muy apetecible aceite que por sus únicas cualidades de secansa es muy buscado para la fabricación de barnices y pinturas de alta calidad.
Su producción e industrialización comenzaron su debacle a entre los años 2011 y 2012 cuando aparejada con la crisis nacional de la época y la suya propia la Cooperativa Agrícola de Picada Libertad comienza una debacle que hicieron cerrar la única planta fábrica que existía en Argentina para su fabricación.
Su historia en Misiones
El árbol de tung proviene de China y fue introducido en la provincia alrededor de la década de 1940 por los directivos de Picada Libertad de aquellos años, que vieron su gran oportunidad luego que en Estados Unidos quisieron cultivarlo pasada la Primera Guerra Mundial, pero debido a la aridez de su clima no prosperó y ello derivó que primero México y luego Sudamérica comenzaran sus plantaciones. Quizás la visión de aquellos directivos le permitieron ver lo que podría ser un buen negocio y los años le dieron la razón ya que de ser China el mayor productor de este aceite se fueron retirando casi en su totalidad del mercado para reutilizar esas tierras y sembrar alimentos.
Según los registros de Picada Libertad se llegaron a procesar desde 1960 a 1980 unas 60.000 toneladas de tung en cada campaña, que comenzaba normalmente en otoño cuando la fruta - una especie de pelota del tamaño de un balón de tenis - cae del árbol por su maduración y es recogido del suelo por los productores a razón de unos 3.000 a 5.000 kilos por hectárea.
Este fruto posee adentro unas tres o cuatro semillas de fuerte contenido oleoso que es donde se encuentra el preciado elemento que se convertirá en un aceite con cualidades únicas en cuanto a su secansa y protección.
El aceite de tung si bien mudó su original mercado que poseía para la industria de la pintura para embarcaciones que fueron mudando hacia lo sintético es siempre buscado por ejemplo por fabricantes de pinturas para artistas, productos especiales para yates y con los que en Norteamérica tiene la tradición de pintar las culatas de los rifles y revólveres. No es menor decir que hasta la industria de la tecnología requiere de este barniz a base de aceite de tung natural que los utilizan para circuitos electrónicos impresos en placas.
Circuito productivo completo
La planta de tung crece en cualquier suelo de la provincia y habitualmente los colonos aprovechaban espacios inutilizados en las chacras en los que hay mucha piedra o lugares rocoso en los que no crece ninguna plantación de las tradicionales.
Desde que se planta la semilla en el suelo hasta su primer ciclo de producción pasan de tres a cuatro años y una de las grandes ventajas es que no necesita ningún tipo de mantenimiento más que limpieza una vez al año del terreno, luego solamente se debe dejar que la fruta caiga del árbol y recogerla del suelo. De la fruta se utilizan las semillas que están en el centro y de ahí se extrae el preciado aceite. La cáscara es un excelente combustible para las calderas que en su momento utilizaba la fábrica y el denominado expeler, vale decir todo el desecho luego de extraer el aceite, es un fertilizante natural con probadas bondades para productos como la yerba y té que todos quienes lo han utilizado coinciden que casi hace duplicar el rinde de las plantaciones a la vez que por sus componentes revitaliza el suelo.
Una vez concluido el ciclo productivo del árbol que puede ir desde los 20 a los 30 años su madera, por ser blanda, podría ser utilizada para la construcción de cajas y cajones de embalajes.
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