Se cumplen tres años de déficit de lluvias
La sequía continuaría y se extendería hasta fines de mayo
El 2022 no arrancó con los mejores pronósticos. Es que la vigencia de La Niña, que se caracteriza por la falta de abundantes precipitaciones, continua y los pronósticos a corto plazo advierten que la sequía seguirá, por lo menos hasta finales de mayo.
De esta manera, Misiones llegaría al tercer año consecutivo de déficit hídrico, situación que arrancó en junio de 2019 cuando comenzaron a sentirse las primeras lluvias por debajo de los números normales por estas latitudes. Desde ese entonces, las precipitaciones se redujeron sustancialmente y los efectos de ello no tardaron en sentirse en diversos sectores, como por ejemplo en el ámbito agropecuario ya que obligó al gobierno provincial a declarar dos a finales de 2020 y de 2021 la emergencia agropecuaria. Y también, la proliferación de incendios que arrasaron con hectáreas de campo en el mismo período de tiempo. Un combo que se agravó aún más en los primeros meses del año, llegando a su punto más crítico en este verano que está próximo a concluir.
Pero el panorama está lejos de revertirse. Es que según las estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el fenómeno de La Niña continuará predominando la región y el déficit seguirá al menos hasta finales de mayo. Es decir, nos espera un otoño prácticamente seco.“La situación en el verano alcanzó su punto crítico en Misiones y Corrientes, con la combinación de la sequía de largo plazo, con precipitaciones muy escasas en la zona y las altas temperaturas. Un combo extremo y crítico”, resumió el climatólogo del SMN, José Luis Stella a El Territorio para referirse sobre lo vivido entre enero y febrero, con el drama de la sequía y su efecto más dramático con las llamas que avanzaron sin piedad alguna.
Si bien se espera que en los próximos días las temperaturas bajen levemente “lamentablemente las perspectivas de las precipitaciones para marzo, abril y mayo siguen siendo desfavorables, ya que las lluvias seguirán por debajo de lo normal y se estima que no sea un período tan extremo como el que se vivió en el verano. En el otoño habrá lluvias escasas”, advirtió.
“Se esperaba que para el verano La Niña se debilite, pero eso no pasó. Se intensificó y lo que vemos es que continuará por unos meses. Parece un fenómeno interminable, que ya en junio serán tres años de déficit de lluvias en buena parte del Litoral. Se esperaba que hubiera un impacto por las pocas lluvias, pero esta vez fue muy extremo. El panorama que se avizora no es para nada alentador”, acentuó Stella.
Los pronósticos a corto plazo arrojan algunas precipitaciones en los próximos días en Misiones, permitirán brindar un alivio en buena parte de la provincia, sobre todo en los campos, pero no serán lo suficiente para aplacar y revertir los tres años de faltante de lluvias. Además, se esperan temperaturas que no superen los 35 grados.
Luego, indicó que “es raro que La Niña persista tanto tiempo y ya en el otoño, porque estadísticamente no suele ocurrir durante el otoño”. Pero aclaró que “se espera que una vez que cierre el otoño se avance a una tendencia de un período normal y se piense en una neutralidad, donde debería haber cambios en las tendencias para lograr lluvias más consecutivas y dentro de los parámetros habituales a nivel mensual y anual”.
Asimismo, precisó que en las últimas décadas el fenómeno de La Niña fue acentuándose y volviéndose más frecuentes, hasta llegar a la situación que vivió Misiones en los últimos dos años. No así ocurrió con El Niño, que se caracteriza por lluvias por encima de lo normal.
Stella estimó que entre marzo y mayo La Niña se debilite, pero para ello será clave monitorear cómo sigue el tiempo en esos meses y las proyecciones que puedan sacarse para el período invernal.
“Los modelos marcan que en todo el Litoral seguirán con probabilidad de lluvias inferiores, por lo que el panorama no es el mejor”, señaló.
Por otra parte, Stella indicó que las tendencias indican que para el período marzo-mayo las temperaturas serían por encima de lo normal para esos meses que “por climatología, los números irían a la baja entre abril y mayo”, aunque no descartó jornadas con calor extremo. “Serían jornadas de mucha amplitud térmica”, explicó.
A corto plazo “para la tercera semana de marzo habría un frente frío que permita bajar las temperaturas y traer un poco de alivio en medio de una temporada de mucho calor extremo”.
Tiempo extremo
El pasado lunes (28 de febrero), un frente de tormenta avanzó sobre Misiones. Fue un fenómeno agresivo, que provocó vientos de 70 kilómetros por hora y causó destrozos en diferentes puntos de la provincia.
Al ser consultado sobre si se podrían repetir eventos climáticos extremos, en medio de la persistencia del déficit hídrico para los próximos meses, el climatólogo del SMN consideró: “Este tipo de situaciones suele pasar y va a seguir repitiéndose. Esto tiene que ver con la situación de la sequía y las olas de calor, que generan fenómenos fuertes y muy violentos. Cuando la atmósfera quiere volver a su equilibrio y hay calor, puede pasar. Lamentablemente, a largo plazo se verá una recurrencia a los fenómenos violentos, como vientos fuertes, sequías, inundaciones repentinas, que vienen acompañados por las altas temperaturas que dan más energía a la atmósfera, que cuando se liberan, dan fenómenos más violentos para contrarrestar la anomalía de la ola de calor”.
Tomar recaudos
Los fenómenos meteorológicos extremos son un síntoma del cambio climático que ya está presente y está mostrando en estos tiempos las consecuencias. Si no se toman cartas en el asunto, el panorama será aún peor.
Por ello, Stella insistió en tomar cartas en el asunto. “Desde el SMN, insistimos en mantenerse en contacto con la información sobre el clima, los pronósticos. Es que ante estos fenómenos como La Niña, que tienen impacto en diferentes eslabones, los pronósticos nos permiten anticiparse para tomar cartas en el asunto para preparar, por ejemplo, los campos. Lo mismo si ocurre un Niño. Cuando empezó el déficit en 2019, se sabía que venía una sequía”, indicó.
“No se puede advertir sobre la intensidad de los fenómenos meteorológicos, pero sí ver qué va a ocurrir. Son modelos estudiados que permiten tomar, a partir de ello, medidas anticipadas o para estar alerta, sobre todo a largo plazo, porque no es la primera vez que ocurrió un Niño o una Niña. Hay evidencias para prevenir los daños. Pero si el cambio climático sigue con un mundo que se calienta, eso también es una señal de alerta, porque si hay una nueva sequía con temperaturas más altas, se podrían generar más incendios lamentablemente. Serían extremos más extremos”, cerró.
Un verano prácticamente seco
Según un reporte de la estación agrometeorológica del Inta Cerro Azul, enero y febrero de este año presentaron registros de lluvia 54% por debajo de los promedios históricos para esos meses.
En este sentido, precisaron que “los datos señalan que las lluvias registradas de marzo de 2021 a febrero de 2022 alcanzaron los 1.198,4 milímetros, un 40 por ciento menos del promedio de lluvias para el mismo período según los registros históricos”.
Al mismo tiempo, explicaron que en febrero se registraron precipitaciones por 65,9 milímetros, frente a un promedio histórico para ese mes de 170,3 milímetros”.
“En los meses de enero y febrero, en Cerro Azul, llovió 162,6 milímetros contra un promedio del primer bimestre de 350, milímetros, evidenciando así una baja de 188,1 milímetros por debajo de lo normal. Continúa una situación delicada a pesar de las últimas lluvias que han traído alivio a algunos cultivos”, indicaron desde la entidad.
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