De 2005 a 2008 estuvo en la Liga A1
Misiones Vóley, una oportunidad desperdiciada
En 2005 se anunció con bombos y platillos que Misiones desembarcaría en la Liga A1 del vóley argentino, en la máxima categoría. Misiones Vóley sería el representante de la tierra colorada y que esa franquicia llegaría también con un proyecto deportivo para darle a la provincia la chance de crecer y empezar a sacar jugadores.
Se podría trazar un paralelismo entre Misiones Vóley y la experiencia de Luz y Fuerza en la Liga Nacional de básquet, aunque el Eléctrico se había ganado su lugar por mérito deportivo y la llegada del vóley a la tierra colorada fue producto de la elección de una gerenciadora. Hasta usaron el mismo escenario: el polideportivo El Zaimán. El resultado, claro, fue muy parecido. Una oportunidad desperdiciada.
En las temporadas 2005/06, 2006/07 y 2007/08, Misiones estuvo presente en la elite del vóley argentino. Misiones Vóley arrancó con todo, fue subcampeón de la Copa Aclav (un torneo previo a la temporada regular) y se metió en los playoffs de la 2005/06. Después se desdibujó y en las siguientes temporadas no clasificó a los playoffs.
Pero más allá de un resultado deportivo (que tiene muchas variables), el proyecto para darle a Misiones un despegue en el vóley nunca funcionó. La franquicia, en tres años, apenas tuvo a un misionero en la plantilla: Diego Stepanenko.
El proyecto, en teoría, también iba a servir para formar entrenadores, árbitros y, claro, jugadores. Nada de eso sucedió. El grupo empresario World Group Sport S.A (WGS SA) fue el gerenciador de Misiones Vóley y a la par gerenciaba otros dos equipos de la Liga A1 y también el básquet profesional de Ferro en la Liga Nacional.
Ferro vendió su plaza en 2006 en una de las peores etapas instituciones de su historia y Misiones Vóley, junto a los otros equipos de la Liga A1 de vóley, corrió la misma suerte tiempo después.
Víctor Taiariol estaba al frente del grupo empresario que dejó varias deudas, despidos de empleados y, deportivamente hablando, poco y nada.
De hecho, en ese momento Taiariol era, además, dueño de otras dos franquicias de la Liga A1 y también presidente de la Asociación de Clubes de la Liga Argentina de Vóley (Aclav). Es decir, Misiones Vóley era uno de los, como se suele decir, caballos del comisario. Le sirivió poco y nada.
Es cierto que a la tierra colorada llegaron los mejores exponentes del vóley argentino de esa época. El capitán del equipo misionero fue Sebastián Firpo, armador de la selección argentina y hasta El Zaimán llegó un joven Luciano De Cecco con Bolívar. Lujos para el público, que apenas pudo disfrutar del equipo.
En 2006 hubo un amistoso entre Argentina y España. Ninguna de las selecciones jugó con sus mejores planteles, pero fue otro intento por salvar algo que tenía fecha de vencimiento.
Misiones Vóley le dejó muy poco a Misiones. El proyecto deportivo nunca fue tal. No se realizó el trabajo prometido y una vez que los números no dieron bien, la franquicia armó las valijas y se llevó todo. Quienes estaban cerca del equipo contaron que ni siquiera quedaron pelotas en el polideportivo de El Zaimán.
Fue una gran chance de empezar de la elite hacia abajo, algo raro en el deporte, pero se desperdició la oportunidad.