La residencia socioeducativa fue creada en 2012

Residencia Lucas: a once años de un dolor convertido en acción

El espacio que funciona en Garupá brinda contención y trabajo en la reinserción de distintos menores judicializados
domingo 26 de noviembre de 2023 | 6:05hs.
Residencia Lucas: a once años  de un dolor convertido en acción
Residencia Lucas: a once años de un dolor convertido en acción

La Residencia Socioeducativa Lucas se basó en la premisa de convertir el dolor en acción. Se inauguró el 2 de julio en Posadas de 2012 para brindar contención y trabajar en la reinserción de menores judicializados, a partir de la iniciativa de la familia Vega tras el asesinato de su hijo.

En aquel momento, Daniel Vega, padre de Lucas, reiteró que la intención es darles una oportunidad a los jóvenes que llegan por orden del juez de menores, César Jiménez, y destacó que apuntan a ayudar a chicos como quien en junio de 2011 asesinó a su hijo para robarle el teléfono celular.

Actualmente, la Residencia Lucas, ubicada en calle Saltos del Moconá y Las Flores, en Garupá, se desenvuelve en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de Misiones y se desempeñan allí una psicóloga y trabajadora social.

Aloja a adolescentes entre 14 y 17 años de edad que presentan conflicto con la ley y son derivados por los Juzgados Correccionales y de Menores de Misiones.

La casa, que tiene cuatro habitaciones y capacidad para ocho personas, fue acondicionada con muebles entregados por Iplyc Social. Dos roperos, doce sillas y dos mesas, ya están dispuestos en la nueva construcción.

El momento del perdón

Lucas Vega tenía 18 años cuando caminaba hacia la parada del colectivo con su novia, saliendo de un boliche, y se encontró con la muerte. Un tiro lo dejó primero con muerte cerebral y luego lo mató.

Le disparó un adolescente de 15 años que intentó robarle su teléfono.

Por entonces, el padre del joven asesinado, Daniel, era pastor evangélico, y tres semanas después de lo sucedido  se reunió con el delincuente, lo perdonó y hasta en un momento lo abrazó.

El hombre, roto por la muerte de su hijo, quería saber qué fue lo que había ocurrido y, por eso, le pidió al juez Jiménez reunirse con el asesino.

El chico les dijo que estaba en una fiesta con sus amigos, que habían tomado alcohol y que, durante días, se había estado drogando con pastillas.

También admitió que esa noche trágica le había robado el arma reglamentaria a su papá -que era policía federal- y cuando Lucas le aseguró que no tenía ni plata ni celular le pegó un tiro en la cara. 

 

Informe de domingo

Menores ante la Justicia complejo abordaje y los retos en el día a día

Los juzgados correccionales y la multiplicidad de su competencia

"Hay que dejar claro que la Justicia de adultos no es la misma de los menores"

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Desafíos para una mejor Justicia de menores

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“Hay una cultura que exalta la figura del pibe chorro”

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