La historia de Braian inspira a otros chicos en Capioví

“Esta modalidad lo motivó a volver”

Había dejado la escuela abrumado por su dura realidad, pero los docentes fueron a buscarlo y ahora lo incentivan con su sueño de tener un taller metalúrgico
domingo 12 de noviembre de 2023 | 6:05hs.
“Esta modalidad lo motivó a volver”
“Esta modalidad lo motivó a volver”

El caso de Braian Ballesteros (18) tuvo un fuerte impacto emocional en muchos misioneros. La historia del estudiante se hizo viral en los últimos días por su convicción para salir adelante tras haber pasado duras adversidades. En su corta vida el oriundo de Capioví atravesó por circunstancias por las que un adolescente no está acostumbrado, ya que no cuenta con su madre y su padre fue privado de la libertad, por lo que tuvo que hacerse camino sólo y comenzar a trabajar para mantenerse.

Pese a las dificultades, la voluntad de Braian es inquebrantable, retomó la secundaria técnica en la Epet 14 de su localidad -que debió abandonar a los 16 años-, y se plantea obtener el título para armar su propio taller metalúrgico.

“No aguantaba más, son 14 materias, dejé porque me iba mal en la escuela y no podía continuar con el cursado. A los 16 años busqué trabajo y mi patrón me ofreció trabajo en su taller en el que hacemos zinguería”, explicó hace pocos días Braian en diálogo con El Territorio.

Luego de un paso fallido por Buenos Aires, adonde fue a buscar una oportunidad laboral ofrecida por su tío, regresó a Capioví y las autoridades educativas de su colegio le ofrecieron formar parte de un programa educativo para finalizar sus estudios.

Braian (derecha) en clases con uno de los docentes. FotoS: ESTEBAN GONZÁLEZ

Ahora, este medio se acercó nuevamente hasta el colegio para hablar con los docentes que cotidianamente ven su progreso y el esfuerzo que realiza todos los días para aprender. Así, sus profesores también tienen lugar para narrar como es el alumno en clases e inspirar a otros.

Son cuatro los profesionales de la educación que aportaron su voz para expresar lo que significa el joven no sólo para ellos, sino también para el establecimiento. Juliana Martins, Cintia Stefan, Matías Báez y Yésica Kull son quienes contaron como es trabajar en el proceso de reintegración escolar.

Todos coincidieron en que es admirable cómo Braian se esfuerza en sus estudios, la posibilidad de culminar la secundaria en horario nocturno lo motivó porque puede trabajar de día, además de la modalidad de enseñanza, en la que se ofrecen talleres que le van a servir con el correr del tiempo y donde se rigen por niveles, es decir, que el alumno puede superarlos acorde a que tan rápido comprenda los temas y al mismo tiempo puede estar en distintos niveles en las diferentes áreas educativas.

Stefan señaló que se trabaja distinto con alguien que vuelve después de un tiempo, ya que se apunta a que el alumno resuelva situaciones para saber qué conocimientos posee y cuáles no.

“Se busca retomar los saberes que se olvidó, siempre desde cuestiones más sencillas, que no se sienta ofuscado. Él dejó la escuela por problemas familiares, pero esta modalidad lo motivó a volver y no sólo por el título, también por la oportunidad laboral que significa”, comentó.

El hecho de que muchos dejen de ir a clases responde a varios factores, como problemas familiares, sea porque no se recibe la contención necesaria o bien por ser parte de un curso con muchos alumnos, ya que se sienten uno más del montón y no reciben todas las explicaciones necesarias para comprender un tema. Por esto último, Martins remarcó que es importante acompañar al chico para que complete sus estudios. “Hablamos con ellos, que trabajen en base a sus necesidades y exigencias, lo importante es que asistan a clases, porque hay muchos casos en los que viven solos y se arreglan con changas, por lo tanto la enseñanza es un proceso para cada uno, en el que hay que ir de a poco y prepararlos para el nivel terciario y mundo laboral”, sostuvo.

Kull explicó que hay 15 alumnos y se dividen cada día en dos grupos y rotan las clases entre el taller y el aula con materias como matemáticas, lengua y literatura, ciencias sociales y ciencias naturales. “Nos manejamos con un sistema de 40 minutos en el curso, para asegurar que cada estudiante tenga clases de las cuatro áreas y que cada docente tenga a lo sumo tres estudiantes con el fin que sea más personalizado y asegurarnos que el alumno haya comprendido los contenidos. Se adapta el sistema de clases acorde a las capacidades y aptitudes, con el fin que finalicen sus estudios”, explicó.

Báez sostuvo que Braian es un gran estudiante y que casos similares hay en muchos lugares: “Es un muchacho respetuoso y responsable, participa en todos los proyectos que se desarrollan y en la modalidad que se trabaja en la institución se tiene en cuenta el trayecto formativo. Hay alumnos que abandonaron en diferentes años y otros que nunca iniciaron el secundario, por eso, a partir de exámenes, el docente puede asignar el nivel en el cual ingresa cada uno”, señaló.

Así, los docentes consideran que es un gran ejemplo el de Braian para que otros jóvenes tomen nota y puede servir de espejo para que se vea reflejado el esfuerzo, que sea un incentivo a lograr sus objetivos personales, puesto que la escuela es una herramienta a futuro, y se les va a brindar el apoyo para superar obstáculos que le impiden continuar con los estudios y poder insertarse de la mejor manera en la sociedad.

 

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