Los productos de Doña Neli se consiguen en San Pedro
Licores con sabor autóctono y un valor agregado a las frutas nativas
Los abundantes recursos naturales disponibles en el monte dan lugar en San Pedro a emprendimientos que le aportan un valor agregado con énfasis en su cuidado y uso razonable, es así que surgen elaboraciones de comidas, aderezos e incluso bebidas con el irrepetible sabor autóctono como los son los licores ‘Doña Neli’, elaborados con frutas nativas como jabuticaba, pitanga, caraguatá o yerba mate.
Se trata de un producto único, que difícilmente pueda adquirirse en las cadenas de supermercados. Detrás de cada envase de la particular bebida hay historia, sabiduría transmitida por generaciones y un especial cuidado con el medioambiente, al mismo tiempo es una manera de dar a conocer los exóticos sabores y la variedad de frutas nativas disponibles de manera escasa en los montes de San Pedro, de allí la importancia de hacer un uso razonable y evitar la tala de los árboles frutales.
Nélida Richardt reside en la zona rural de San Pedro, se desempeña en el Centro de Atención Primaria de la Salud de paraje Gentil, lugar donde vive y donde funciona además la cooperativa Nueva Esperanza cuya presidencia está a su cargo. Allí un grupo de mujeres fabrica vinagres con frutas nativas. En sus ratos libres, se dedica de manera individual, como un emprendimiento particular, a la elaboración de licores.
Los licores Doña Neli concentran la diversidad de la naturaleza.
Se trata de una tarea que demanda muchos cuidados, desde la delicada recolección de las frutas hasta el envasado, que pasa por rigurosos cuidados de higiene y seguridad, tanto que logró la aprobación por parte del Ministerio de Salud para el registro del licor de jabuticaba, que puede comercializarlo en cualquier lugar.
Dicho registro pone en evidencia un trabajo simultáneo que en ese caso lo llevan a cabo mediante la cooperativa y tiene que ver con la conservación del monte y restauración de espacios con incorporación de nuevas plantas frutales, así como la demostración de sus valores nutricionales, usos y consumo, ante los entes pertinentes con el acompañamiento de referentes del Proyecto Uso Sustentable de la Biodiversidad (Usubi), para que frutas como la pitanga y el siete capote, fueran incluidas dentro del Código Alimentario Argentino en su más reciente actualización.
Más de dos décadas
Estos logros en conjunto fortalecen a los emprendimientos individuales, tales como la elaboración de licores Doña Neli.
Sus comienzos fueron hace más de dos décadas, dando continuidad a costumbres ancestrales entorno a preparar de manera casera ciertos aperitivos que eran utilizados para agradar a alguna visita o compartir un momento con familiares, todos mayores de edad, por supuesto, tal como aclaró Nélida entre risas.
“Hace mucho que hago licores, primero lo hice para consumo propio e invitar a las visitas, los ingredientes principales son frutas del monte que consumimos desde chicos. Lo hacía con pocos conocimientos, probando y experimentando las cantidades hasta lograr el gusto ideal”, contó sobre sus inicios con los licores, que se hicieron conocidos en el boca en boca y fue cuando surgió la idea de producirlos para la venta, siempre atenta a la posibilidad de capacitarse al respecto.
“Hace cuatro años se dictó una capacitación sobre licores en la que participé, fue de gran ayuda porque aprendí muchas cosas, sobre todo las medidas exactas de cada ingrediente para lograr en boca un sabor equilibrado en el que se puedan apreciar los sutiles aromas de las frutas nativas y todo lo referido a cuidados de higiene y seguridad”, destacó la mujer que invita con su emprendimiento a saborear la yerba mate en una rica bebida.
“Se pueden hacer de muchas frutas como podemos ver en los mercados, sólo que en mi caso son bebidas únicas, con frutas que muy poca gente de las ciudades conoce y en licores tienen un sabor espectacular. Así como las frutas nativas como pitanga, jabuticaba, caraguatá, algo muy nuestro es la yerba mate, no podía no tener un licor con ese reconocido sabor nacional que es el mate, una infusión caliente lo lleve a una bebida fría que se degusta lentamente entre charlas con amigos”.
La venta no es continua como tampoco pensar en una producción a gran escala, es un gusto para exigentes que buscan algo exclusivo, si se quiere.
“En ferias se vende, estos días me pidieron para enviar a la Cuenca del Plata de productos regionales. Son licores artesanales, que no tienen muchos ingredientes, preservan los matices de la naturaleza. A los clientes lo que más les gusta es que son de frutos nativos, eso le da exclusividad a mi producto”, señaló.
Dependiendo del tipo de ingrediente utilizado para darle el sabor, el tiempo de elaboración varía entre tres y veinte días.
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