En Misiones y Corrientes
La actualidad de las empresas pioneras en la zona productora
Algunas empresas pioneras de yerba mate siguen siendo administradas por los herederos, otras reconvertidas en atracción turística o vendidas a multinacionales. El impulso a las primeras plantaciones de yerba mate estuvo a cargo de un grupo reducido de empresas. En Misiones se indican a tres ubicadas en el departamento San Ignacio, a La María Antonia, Martin & Compañía convertido en Cooperativa de Trabajo La Hoja Limitada y La Plantadora de Yerba Mate, adquirida por otra empresa. Se suman el establecimiento Santa Inés, del español Pedro Núñez y en forma posterior y por su importancia, puede citarse a Puerto Bemberg ya en la década del 40.
Julio Ulises Martin fundó en 1894 la compañía dedicada a la plantación, cultivo, elaboración y envasado de yerba mate. Entonces crearon las marcas La Hoja, Don Lucas, Concepción, Palermo e Insignia, entre otras.
Emplazada en San Ignacio, en las mejores épocas de la Empresa Yerbatera La Hoja, de Martín y Cía. llegaron a trabajar más de 120 empleados. Hasta 2012, la yerbatera fue manejada por la sociedad anónima Demirol, que debió cerrar tiempo más tarde por irregularidades con la Afip.
Luego La Hoja entró en una crisis que se inicia en 2007 pero la quiebra se declara formalmente en 2008. En 2014 el juez interviniente concedió la autorización para funcionar como cooperativa y de esta manera volvió a la actividad productiva y comercial bajo la figura legal de esa organización y recuperaron la marca con más de 100 años de historia.
La Plantadora
La Plantadora de Yerba Mate, asentada en el departamento San Ignacio, tuvo otro fin. Fue adquirido por otra empresa, Casa Fuentes, que a su vez terminó pasando a manos de la multinacional Finlays, en septiembre de 2014. La Plantadora, con Pablo Allain en la cabeza, tenía 577 hectáreas de yerba.
Estancia Santa Inés
En 1906, Pedro Núñez compró 16.000 hectáreas de campo a 20 kilómetros de Posadas. Le dio a esta propiedad el nombre de Estancia Santa Inés. En ella se formó un establecimiento agrícola ganadero, que contó con hacienda en general, plantaciones de avena para pastoreo, de arroz y de té, tung y forestaciones de pinos y eucaliptus. Su principal actividad fue la yerba mate. Núñez habilitó una línea férrea (Decauville). Puso en marcha la locomotora a explosión, a la que los peones le pusieron el nombre de ‘tarabé’.
Núñez, inmigrante español a fines del siglo XIX, se convirtió en poco tiempo en un pionero en el cultivo de la yerba mate, en tierras misioneras. En 1903 comienza la construcción de la casa de estilo colonial inglés, enclavada en medio de un parque bordeado por hectáreas de selva misionera. Ese mismo año, Pedro Núñez arranca con la plantación de yerba en las 16.000 hectáreas que tenía el establecimiento a principios de siglo. Para mantener viva la historia de la estancia, sus dueños decidieron en 1997 dedicarse al turismo rural y conservar las costumbres típicas de la estancia en su época de gloria.
Con mayores ventas
El censo de yerbales implantados practicado en 1919 por el Ministerio de Agricultura de la Nación muestra al establecimiento Santa Inés, del español Pedro Núñez, primero en el ranking de superficie de yerba cultivada, con 800 hectáreas. El segundo lugar lo ocupa, con 750 hectáreas, el establecimiento La María Antonia, de los Herrera Vegas, en San Ignacio.
Luego sigue Martín y Cía., también en San Ignacio, propiedad del suizo Jules Ulyses Martín, con 650 hectáreas, y en cuarto lugar, también en San Ignacio, Pablo Allain en La Plantadora de Yerba SA, con 577 hectáreas.
Ese año ya se aproximaba al punto culminante del negocio del oro verde, que alcanzó el clímax en 1929, con la mayor concentración de la producción en los alrededores de San Ignacio Miní.
En Corrientes, Las Marías
Así como Misiones cuenta con estancias tradicionales que dieron origen al cultivo de la yerba mate, en forma posterior siguió el mismo camino Las Marías en Corrientes. Todo comenzó con una propiedad ganadera llamada Vuelta del Ombú. Detalla que el uruguayo Víctor Navajas, vecino destacado de la ciudad de Santo Tomé y uno de sus refundadores, compró la estancia. Luego uno de sus hijos, Adolfo Navajas, la bautizó como Las Marías en 1912, poco antes de morir. Ese mismo año, su viuda Concepción Centeno de Navajas se mudó allí con sus cuatro hijos, decidida a quedarse y obtener de la tierra una forma de vida, sumándole a la clásica actividad ganadera algunas plantaciones. Desafiando las tradiciones, en 1912 compró 2.000 plantas de yerba y las plantó en Las Marías. En ese momento, no consiguió los resultados esperados, pero en 1924, Víctor Elías Navajas Centeno, heredero de Las Marías, volvió a desafiar las tradiciones de la región sembrando con éxito las plantaciones de yerba. A partir de 1940, la marca Taragüí resaltó en un mercado competitivo y se ubicó a la vanguardia de su categoría.
Puerto Bemberg
Puerto Bemberg, actual Puerto Libertad, es otra empresa destacada, aunque tuvo su mayor esplendor a mediados de la década de 1940. Contaba con los yerbales de cultivo más extensos y uno de los establecimientos yerbateros más importantes de Misiones. Todo había comenzado el 14 de diciembre de 1925, cuando al puerto obrajero denominado Puerto Tercero llegaban por el caudaloso río Paraná los pioneros fundadores. Es que los hermanos Otto y Federico Bemberg habían adquirido unos años atrás 24.960 hectáreas en el lugar, con el asesoramiento del ingeniero Pablo Allain, experto en la plantación de la Ilex paraguariensis, con experiencia anterior en Puerto Mineral, para el cultivo del oro verde y el desarrollo industrial.
Hoy el histórico hotel fundado por la familia Bemberg, ubicado a unos dos kilómetros y medio de Puerto Libertad, es el mayor atractivo de la zona al contar con una bellísima hostería de 14 habitaciones. Juan Manuel Zorraquin logró recuperar la Posada Puerto Bemberg y elevarla a su máximo potencial turístico junto a los herederos Alix de Ganay y François de Ganay.
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