La María Antonia es un museo a cielo abierto en San Ignacio
El Instituto Nacional de Yerba Mate (Inym), al recopilar datos de producción histórica, señaló los orígenes de los primeros establecimientos yerbateros en la provincia. De esta manera, en la publicación ‘Bien Nuestro’ (número 18), el Inym se encargó de detallar, en febrero de 2017, sobre los orígenes de La María Antonia. Da cuenta de la historia del establecimiento ubicado en San Ignacio y, en ese marco, detalla los niveles de producción, entre otros datos históricos. Sobre La María Antonia indica que arranca a principios de siglo XX, cuando la familia Herrera Vegas compra las tierras y pone la administración en manos de sus primos, familia Palacios, que llegan desde Venezuela y, entre otras acciones, se inicia la construcción de su casco de estancia que es réplica de la casa de su pariente lejano Simón Bolívar, cuya construcción se termina en 1925, en pleno auge de la yerba mate.
Andrés Haddad compraría luego La María Antonia, que quedó ahora en manos de su hijo Jorge Haddad y los hijos de este, como el caso de Santiago Haddad, que administra el predio, tanto su parte como las que les pertenecen a su padre y a sus hermanos. Santiago recibió a El Territorio en el casco de la estancia, que cuenta con un museo detallando desde los orígenes. Es decir, desde cuando, en 1910, Rafael y Marcelino Herrera Vegas compraron a Teodosia Lencisa de Roca e hijos la sucesión de Rudecindo Roca, 3.000 hectáreas de tierra con frente al río Paraná y sobre el arroyo Cazador, en San Ignacio, y al establecimiento lo bautizaron La María Antonia. En 1923, habían sido invertidos ingentes capitales, la secanza mecanizada se hacía en el establecimiento que desarrolló una infraestructura industrial muy avanzada. Una parte de la propiedad quedó en poder de la familia Palacios, obtenida mediante juicio a los primero dueños. En tanto, otras 600 hectáreas en la actualidad se encuentran repartidas entre la familia Haddad. Además, en el salón destinado al museo se pueden apreciar desde un sistema de telefonía utilizado en la época, pasando por correspondencias con destacadas personalidades como la respuesta recibida por el presidente de Estados Unidos, George Bush, a fotografías y documentos como los aportes a la cultura realizado por la Fundación de Rafael y Marcelino Herrera Vegas. Pero, aún más importante, lo que puede ser considerado un museo a cielo abierto, con parte de construcciones que aún quedan de aquella época.
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