El Inym apunta a la calidad, el precio y los mercados
La producción de yerba mate es la columna vertebral de la economía misionera. Miles de familias dependen cada mes de la cosecha y por eso es importante el trabajo conjunto que se lleva adelante entre los distintos sectores de la cadena productiva, con el fin de atender cuestiones claves como el precio, la calidad del producto, las condiciones de trabajo, mercados, entre otros.
En este sentido, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) cumple un rol fundamental, acompañando los requerimientos de las diferentes áreas y gestionando diversos programas. Además, todo ello se encuentra en pleno debate, puesto que se está llevando adelante una revisión del plan estratégico 2013 -2028, con el fin de evaluar lo hecho y repensar el futuro
Sobre esto, se refirió Juan José Szychowski, presidente del Inym, en una charla con El Territorio.
“Creemos que tiene que funcionar toda la cadena, desde el cosechero y el productor, hasta la góndola con el consumidor. Hicimos muchas tareas, una de las más importantes fue armar el equipo de extensión que trabaja en territorio con los pequeños productores, en prácticas amigables con el medio ambiente, con cubiertas verdes”, afirmó. Resaltó también los diferentes programas que se trabajan, con entrega de herramientas y beneficios a los productores.
Al mismo tiempo, adujo que otra pata importante es el aumento del volumen de yerba, para lo que –afirmó– hay que trabajar en un producto de calidad a buen precio. Por eso se creó un área de calidad a cargo de una ingeniera en alimentos además de técnicos especializados.
Tres desafíos
Szychowski explicó que hay tres desafíos claves que hoy son el eje del instituto. Por un lado, aclaró importante fomentar el arraigo rural, que se logra con un precio adecuado en toda la cadena, que le permita al productor seguir viviendo de la chacra. “Siempre hacemos foco en que el Inym fue creado por la lucha de los productores en el año 2000, 2001, justamente en pedido de un precio justo para la hoja verde. El Inym no puede olvidarse de la historia”, dijo.
La calidad es uno de los desafíos más importantes, pues es allí donde se pone también el empeño de toda la cadena productiva, buscando la excelencia en la góndola. “Un producto de alta calidad a un precio adecuado es el objetivo”, resaltó.
Mientras, el mercado es el tercer eje, tanto en lo que refiere al interno como a las exportaciones. “Estamos trabajando en promoción en ambos casos”, explicó. Aseveró que se busca ampliar y consolidar los mercados existentes. “Estamos prácticamente en todo el mundo, el 70% va a Siria, un 20% a Chile y entre el 10 y 15% al resto del mundo”, dijo.
Plan estratégico
El titular del Inym detalló que sus hojas de ruta son dos: por un lado, la ley de creación del Inym, y por otro, el plan estratégico que se armó en 2013 hasta 2028, con una revisión a mitad de término. “Como en pandemia no se pudo hacer esta revisión, la estamos haciendo en este momento. En 2013 había diferentes líneas de acción, lo que se hace es ver qué se cumplió, qué se está desarrollando, todo lo que no se cumplió y por qué. Además de las nuevas gestiones para adelante”, afirmó.
Al tiempo que añadió: “las visiones del plan estratégico, con la calidad, la rentabilidad, se mantienen y se tratan de reforzar. Muchos objetivos se cumplieron y muchos otros están en proceso”.
Entre otras cosas, Szychowski mencionó la labor junto a la Uatre para ir mejorando la cosecha, con capacitaciones, entrega de tijeras electrónicas, carritos de arrastre, con una tendencia hacia la ayuda con la mecanización.
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