Definiciones, derechos y deberes de cada integrante
“Hay empresa familiar cuando los integrantes de una familia dirigen, controlan y son propietarios de una empresa, la que constituye su medio de vida, y tienen la intención de mantener tal situación en el tiempo y con marcada identificación entre la suerte de la familia y de la empresa”. De esta manera define a la empresa familiar el abogado Rubén Ignacio López, miembro del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (Iadef).
Añadió que por definición es además “aquella en la que un grupo de personas pertenecientes a una o más generaciones, y unidas por vínculos familiares, comparten parcial o totalmente la propiedad de los medios instrumentales y la dirección de una empresa, produciéndose una comunicación entre los fines de la familia y de la empresa”.
Añade que, si bien no existe un concepto unívoco en la materia, es claro que la empresa familiar presenta al menos dos elementos objetivos y relacionados entre sí: la existencia de una familia o grupo familiar y la existencia de una empresa, elementos a los que se suma uno subjetivo: la intención de mantener la participación familiar en la empresa y de que ésta sea el sustento de la primera.
Advierte que no se trata de un tema de tamaño ni debe la empresa familiar ser identificada con la pequeña y mediana empresa (pyme). Es que si bien el 90% de las pymes son empresas familiares y el 90% de las empresas familiares son pymes, muchas grandes empresas, incluidas empresas multinacionales, son familiares.
Detalla que en la Argentina se considera que hay más de un millón de empresas familiares, las que representan el 80% del tejido empresarial, el 60% del PNB y el 70% de los puestos de trabajo del sector privado.
“La importancia económica de las empresas familiares también radica en que resisten mejor las crisis generales, generan y mantienen muchos puestos de trabajo y pueden llevar adelante proyectos a largo plazo al no estar urgidas por la necesidad de ganancias inmediatas. En lo social, las empresas familiares tienen mejores relaciones con el personal, con la comunidad donde se desempeñan y con el medioambiente circundante”.
En cuanto a lo moral, sostiene que la gran importancia de la empresa familiar radica en que congrega a las dos instituciones más valiosas de la sociedad humana: la familia, con sus valores de amor, protección, procreación y culturización, y la empresa, que es la gran generadora de bienes y servicios para atender las necesidades de las personas.
Elaboración de protocolos
Desde el Instituto Argentino de la Empresa Familiar (Iadef) vienen bregando para que las empresas familiares activen protocolos que les permitan alcanzar su profesionalidad y poder prevenir sus conflictos. Insta a los “consultores de empresa familiares”, para que las motiven y conduzcan eficazmente ese proceso de elaboración, que requiere tiempo, paciencia, negociación y docencia.
A los profesionales del derecho y de las ciencias económicas, para que incorporen a sus servicios el de sensibilizar y persuadir a sus clientes, en tanto sean empresas familiares, a seguir el camino del protocolo como un modo de asegurar su permanencia.
A los colegios profesionales y demás instituciones, para que incluyan en sus cursos de capacitación para graduados las temáticas de las empresas familiares y de los protocolos.
Informe de domingo
Empresas familiares fortalecidas por crisis y sucesiones
Tres generaciones familiares que apostaron al rubro construcción
Definiciones, derechos y deberes de cada integrante
Preparan pase de la tercera generación en la administración
Sumar valor agregado y a la familia para seguir creciendo
Renovación generacional al frente de la empresa
Agencia Lowe: cinco generaciones de desarrollo
Una ferretería y bazar con 112 años atendiendo en Posadas
Una firma familiar misionera que se reinventa año tras año
Del acopio en el almacén a la presencia en todo el mundo
La familia Kraus aplica la regla de no gastar más de lo generado
