Una despensa-bar orgullosa de sus años

domingo 07 de noviembre de 2021 | 6:05hs.
Una despensa-bar orgullosa de sus años
Una despensa-bar orgullosa de sus años

El 1 de mayo de 1960, la despensa Zembreski comenzó a funcionar sobre la calle Belgrano en Apóstoles, primero lo hizo en una esquina y luego se cambió a metros de distancia. Y desde ese momento no dejaron de atender, variando en mercadería pero siempre en familia.

Milton Zembreski recordó con rapidez el inicio del negocio familiar que inició su padre, fallecido hace dos años. Hoy junto a su hermana Mirna Zembreski y su madre Nilda Gloria Ponce mantiene el emprendimiento familiar que ya lleva 61 años.

En las historias exhiben con orgullo carameleras, balanzas y su heladera familiar que funciona desde el primer año del negocio.

“Nació como un rubro general, pero básicamente hoy es bar y despensa”, comentó Milton y su madre acotó desde el fondo del local que en el inicio también tuvieron materiales de ferretería y bazar. Empezaron en una esquina y en 1971 se trasladaron al actual local, también sobre la calle Belgrano.

“Fue variando, despensa y bar siempre tuvimos. Después bazar, según lo que pedían los vecinos. Antes se trabajaba mucho con libreta, ahora tenemos unos cuatro o cinco vecinos que siempre tuvieron y los mantenemos todavía. Es lo único distinto, ahora debemos vender con tarjeta”, comentó Milton mezclando las historia con la actualidad de estar en la atención del negocio junto a su hermana Mirna.

En cuánto a las crisis que soportaron recuerda la década del 90 como una etapa muy difícil.

“En los 90 fue muy feo, prácticamente se subsistían y de ahí se aprendió también. En el 2003 repuntó bastante y después mi papá y mi mamá se jubilaron y nos quedamos nosotros ayudando. Hoy la inflación es lo que más nos complica, pero se sostiene”.

Sobre la época difícil Mirna acotó: “En esos años competir contra el Paraguay era imposible. Se compraba de todo desde allá y la gente ni comparaba los precios. Nos pasó que llegamos a conseguir una mercadería a un precio igual, muy barata, pero aún así la gente prefería comprar en Paraguay. Daba mucha tristeza”.

Entre los productos que conservan y aún usan, Milton contó que tienen la heladera industrial, carameleras, el ventilador, estantes, la balanza que se sigue usando y acotan que especialmente se valora “cuando se corta la luz”.

Entre lo nuevo que fueron incorporando y junto a las carameleras resalta “la registradora electrónica, que incorporamos por obligación en el 2016, antes teníamos otra eléctrica, pero está última registra todas las operaciones con ticket”.

En el negocio también tienen una subagencia de quiniela, que convive con la verdulería y los demás productos de almacén que hay en la parte delantera del negocio. Al costado, separado en parte por una pared, el bar tiene su clientela frecuente y se ofrecen variadas bebidas frías. 

 

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