Motivos de la naturaleza pueblan su taller
Aroma de cedros para plasmar paisajes e historias
Pionero de Puerto Esperanza, reconocido por sus artesanías en madera que recrean la esencia misionera de naturaleza y diversidad, Delrosario Chávez, hace más de medio siglo que se dedica a tallar y pintar.
En su taller y salón de exposición y ventas de artesanías de madera, Chávez recibió a El Territorio y contó sobre su oficio que abrazó desde su niñez y que tiene también un componente de reciclar y reutilizar la materia prima.
Oriundo de Paraguay, hace muchas décadas se radicó en la provincia. “Vine de muy chico a Puerto Esperanza desde el Paraguay, y desde muy corta edad data también la pasión de realizar artesanías de maderas en desuso; sean raíces, gajos o despuntes de aserraderos y carpinterías, trabajos esencialmente en cedro”, contó.
Rodeado de centenares de sus creaciones, mencionó que hace más de 50 años desarrolla esta actividad, y que los comercializa en su pueblo y localidades vecinas; en Montecarlo, Puerto Rico, Jardín América, Posadas y Oberá.
Chacho, como lo llaman sus conocidos, señaló que también trabaja por pedido souvenirs para fechas especiales.
Inspiración en la naturaleza
El tallador también pinta paisajes misioneros con laca y comenzó a esbozar por escrito los hitos de su vida y su oficio.
“Estoy escribiendo mi historia personal”, resaltó exhibiendo un cuaderno donde con letra prolija registra la rica experiencia acumulada en su patria chica Puerto Esperanza.
Entre las herramientas que usa, enumeró las gubias, formón y otras realizadas por él.
Hasta la irrupción de la pandemia de Covid-19, tuvo un local de exhibición y venta de artesanías a la vera de la ruta nacional 12, en cercanías al acceso a la ciudad, que piensa reinaugurar próximamente.
El artesano explicó que ninguno de sus cuatro hijos tomó su oficio con vena artística, pero que cada uno hizo su camino.
Hitos de vida
En las páginas de Mi historia personal, el vecino relata que cuando tenía cuatro años de edad en 1949, luego de la cruenta revolución del año 1947, entre colorados y liberales en Paraguay, que con el triunfo de los primeros llevaría al poder al dictador Stroessner. “Ahí llegó el exilio para mi familia. Primero fue Puerto Iguazú y al poco tiempo a Puerto Esperanza, definitivamente”, explicó.
“Tiempos de selva enmarañada, de barcos remontando el torrentoso río Paraná y largas jangadas que descendían, transportando rollizos de árboles centenarios”, dice un fragmento de su diario.
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