Herencia artesanal
Francisca y el amor por la talla que pasa generaciones
La importancia de rescatar valores, continuar con el legado que recibieron de los antepasados y promover la cultura mbya guaraní, es un propósito de Francisca Ramos y los residentes de su aldea.
El Territorio llegó hasta la comunidad Tekoa Marangatú en Puerto Leoni, a 200 metros de la ruta nacional N° 12, donde se encuentra la casa de Francisca Ramos (39). Allí, en un banquito se sienta a realizar sus artesanías al aire libre, rodeada de sus paisanos con quiénes se comunican en guaraní.
Madera y cuchillo, los dos únicos elementos para la realización de los productos. Entre animales típicos de la zona como yaguareté, tatú, búho y hasta personas que representan a cazadores, son tallados en madera dura.
“Los animalitos se pueden hacer hasta diez en un día si son chicos, pero la figuras de personas llevan mayor tiempo, porque hay que armar el grupo, o sea va el cazador, la mujer que lo acompaña y otros integrantes, es un juego de piezas”, contó Francisca.
El cuchillo debe ser bien filoso para trabajar, pero previo a la realización de la escultura, hay que tener lista la madera que debe estar blanda después de un proceso largo.
Sobre la importancia de sostener esta tradición de talla tan ancestral, Francisca entendió que “es muy importante rescatar nuestros ancestros”. “Mis bisabuelos fabricaban figuras con barro y ahora las hacemos con madera dura. Es nuestra convivencia dentro de nuestro bosque, como un cazador, un pescador y eso nos identifica dentro de la comunidad. Poder mostrar que nuestros antepasados no escribían en papel, se arrancó en madera, por eso esta actividad trae gran significado para nosotros”, sumó.
A Francisca le encanta hacer los tallados, puede pasarse horas en el rubro, madre de cinco hijos y ya abuela de cinco nietos, divide su tiempo entre el trabajo y la familia. Además, sostuvo que siente una gran satisfacción cuando alguien compra lo que realiza y le hace saber que le gustó lo que adquirió. Ella hace que el rubro que eligió no le sea una carga, sino un disfrute que no le hace pesar el trabajo. Hace poco tiempo, recibió una distinción especial en la Feria Nacional de Artesanías de Colón, Entre Ríos como talladora de madera.
“Cuando me destacaron por lo que hago me sentí muy orgullosa. Porque todo lo fabriqué siempre con amor y actitud positiva, por la importancia que le damos a la madera y como expresé anteriormente lo que representa por nuestros antepasados”, describió.
Así, con una gran alegría contó que a la feria nacional llevó alrededor de 50 productos de madera blanda y 90 de madera dura tallada. De toda la producción volvió tan solo con 30 animalitos de madera blanda y regresó con felicidad por el éxito del viaje.
“Me gustaría que se logre un proyecto que promueva el trabajo artesanal en las aldeas, para que el legado -que en su momento nuestros padres y abuelos nos dejaron- continúe. Deseo que perdure en el tiempo, porque va a ser importante que siga esto que uno ama, ya que en nuestra cultura es importante no dejar de practicar lo que nos enseñaron”, comentó.
En ese marco, añadió que la mayoría de los integrantes de todas las comunidades son artesanos y hay que impulsar esa herramienta como fuente de ingreso para las familias que viven en las aldeas.
A sus hijos le enseña el trabajo que ella adquirió, para poder perpetrar ese legado. Camina el día a día siempre a la par de su arte para que lo que ella hace, de corazón, perdure en el tiempo. “Mis nietos son chicos, pero así como mi papá me dejó el arte, lo mismo quiero mostrar a mis hijos la importancia que tiene este trabajo porque siempre vamos a ser mbya guaraní y entonces deseo que estas costumbres como la talla continúen”, cerró.
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