Dos hermanas, una misma pasión

La natación como excusa de un aprendizaje de vida

Romina y Mariela Báez siguieron los pasos de sus padres y continúan hoy con las clases de natación que desde hace 30 años son un clásico en Jardín América
domingo 14 de enero de 2024 | 6:05hs.
La natación como excusa  de un aprendizaje de vida
La natación como excusa de un aprendizaje de vida

La unidad entre personas que comparten la misma pasión se refleja en el compromiso y esfuerzo cotidiano. En este caso, dos hermanas, ambas profesoras de educación física coinciden en  una misma faceta y, a la vez, siguen el legado que les dejaron sus padres.

Esta historia traslada a Jardín América donde Mariela y Romina Báez trabajan en conjunto -en la pileta que inauguraron hace muchos años sus padres- y enseñan natación a gente de todas las edades. Del más chico al más grande, llegan a Piedras Blancas  con el fin  de poder desenvolverse de la mejor manera en el agua. “Trabajamos juntas casi toda la vida, pero el año pasado agarramos la posta en la pileta, tanto del cuidado del espacio como con la escuelita de natación”, dijo Mariela, la mayor de las hermanas. 

De esta manera, lo que hace 30 años, en 1993, empezaron sus padres Analía Medina y Juan Báez, ambos docentes, hoy es continuado por sus herederas. Juan y Analía llevaron el amor por enseñar a los demás más allá del aula y los polideportivos. Decidieron emprender de manera independiente y juntos trasladaron la docencia a su hogar.

Comenzaron con colonias de vacaciones que sumaban actividades artísticas, lúdicas y la tradicional clase de natación y fueron creciendo poco a poco en oferta, demanda y espacio. Hoy, muchos adultos hasta de mediana edad recuerdan con nostalgia esos años de natación, arte y campamento que marcaron sus infancias.

Con la ventaja de que sus hijas  abrazan la misma profesión y que desde pequeñas aprendieron el oficio, hoy el emprendimiento familiar sigue sumando adeptos y siendo una referencia en colonia de verano como hace tres décadas. “Ellos transmitieron el amor por este deporte, es un honor continuar con lo que arrancaron”, expresó Romina.

Los días y horarios varían, se trabaja con niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Se busca que el curso sea accesible a todo público y aprovechar las horas de sol en el agua. Además, Mariela y Romina coincidieron que trabajar con personas es un gran desafío y como cada uno tiene su impronta, es interesante ver los aprendizajes individuales y que se superen clase a clase. Una de las claves, según postularon, es que los alumnos que vienen con miedos o preconceptos logren quitarse esa carga y progresar.

El proyecto con tres décadas al servicio de la comunidad, ofrece clases de natación para todas las edades y acuagym que es una modalidad de trabajo aeróbico dentro del agua, sin la necesidad de saber nadar. Este aeróbico consiste en ejercicios de bajo impacto que es muy demandado especialmente por los adultos mayores.

Estar al frente de estos cursos, les permite a Mariela y Romina no sólo seguir con un legado familiar que las enorgullece, sino  formar parte de la historia de distintas familias jardinenses que desde 1993 hasta hoy eligen su casa para aprender una de las habilidades más útiles de la vida como nadar. Eso para ellas es lo más gratificante y por ello tienen el deseo de continuar adelante de este proyecto por muchos años más.

Particularmente, Mariela contó que estar en la misma barca que Romina es un orgullo. Entendiendo que son la segunda generación de profesionales en el rubro ambas disfrutan de la tarea de enseñar. De esta manera, cada verano reciben interesados no sólo de Jardín América, sino también de municipios aledaños como ser Santo Pipó, Hipólito Yrigoyen y Puerto Leoni.

Entre los desafíos que tienen en cada clase, Romina especificó que uno de ellos es ocupar de manera eficiente el tiempo, ya que sólo en tres meses los alumnos aprenden a nadar desde cero y a veces esto puede ser un tanto complicado. Aseguró que para lograr los objetivos es necesario tener constancia.

Más allá de las clases de natación, que son el eje de la empresa, las hermanas detallaron que como proyectos a futuro desean, por ejemplo, armar un equipo para torneos de verano. Además constantemente piensan estrategias para poder apoyar a los que deseen aprender a nadar  ya que buscan que cada vez más gente pueda disfrutar del agua libremente y sin miedos. 

 

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