Defendió el arco de Jardín América

Luckmann, el arquero que ataja obstáculos en la vida y sigue adelante

La muerte de su padre y de su esposa lo marcaron, pero no se rindió y le pone el hombro al día a día por su hijo
domingo 11 de junio de 2023 | 6:05hs.
Luckmann, el  arquero que ataja obstáculos en la vida y sigue adelante
Luckmann, el arquero que ataja obstáculos en la vida y sigue adelante

Cuántas cualidades se pueden describir en alguien que es un gran guerrero. Emiliano Luckmann (23) es un verdadero ejemplo de lucha, superación, compromiso con el trabajo y la familia. Cubrió los tres palos del arco del Club Atlético Jardín América y tras un duro golpe se levantó de a poco para salir adelante.

Emiliano es sencillo, de pocas palabras, un tanto tímido y no le gusta estar en los primeros planos. Su predisposición, en tanto, es un baluarte en su vida, el deporte es su cable a tierra y el trabajo que tiene es su compromiso de cada día, al cual llega siempre puntual y con muchas ganas.

El portero trabaja en una forrajería de Jardín América y en el galpón se encarga de reponer la mercadería que se exhibe en el comercio. Su desempeño es impecable, siempre atento y comprometido, permanece en el sector en horario de comercio de lunes a viernes de 8 a 12 y de 16 a 20. En tanto, los sábados lo hace hasta el mediodía. “Con mis patrones estoy siempre agradecido, el apoyo que me brindan es impresionante”, dijo el joven que en tan sólo dos años tuvo dos golpes muy fuertes, porque su papá falleció en 2021 y su esposa en abril de este año.

Emiliano, con valentía, debió afrontar esos golpes durísimos. “Lo de mi padre fue muy triste, era una persona muy especial para mí porque dio todo por la familia, pude salir adelante con mi esposa y cuando ella se fue, terminó de vaciar mi vida, se fue mi compañera que fue la única que me vio sufrir por mi papá y siempre estuvo a mi lado”, dijo.

De pequeño se inició en el fútbol siendo defensor, pero un día el arquero que tenía el equipo no llegó y el entrenador preguntó quién quería ir al arco y Emiliano levantó la mano. “Desde ahí no cambié de puesto, siempre me gustaba el arco, pero no me animaba, cuando fui, más y más me gustaba”, expresó.

Mencionó que es un puesto hermoso y que hay que estar muy concentrado porque hay cero margen de error.

Ahora bien, al ser consultado de cómo se organizaba con el trabajo y su compromiso con el club, dijo que habló con su entrenador para llegar al entrenamiento después de finalizar su laburo y le respondió que sí.

“Cuando había partidos entre semana pedía a mi patrón permiso y me autorizaba sin problemas porque él también es amante del deporte”, contó.

A su vez, admitió que es cansador trabajar y entrenar y que eso se refleja en la cancha.

“Depende del trabajo no vas a rendir lo mismo, al salir cansado si vas a entrenar, a la hora del partido te pasa factura”, contó.

Su enfoque está ahora en el trabajo y su hijo Nahytan, de tan sólo un año y 2 meses.

“El fútbol para mí lo era todo, pero hoy no tengo cabeza ni para ir al banco, ya que mi tiempo disponible lo paso con mi hijo y él hoy es mi latido, por él me desvivo para brindarle todo lo necesario”, afirmó.

Y agregó: “Mi mamá y mi suegra son quienes me ayudan a cuidarlo”.

El joven es un verdadero ejemplo, puesto que no sólo atajó pelotas para evitar un gol, sino también supo y sabe atajar grandes obstáculos para continuar.

Si bien ahora no entrena junto al plantel del Lobo jardinense, dijo que constantemente recibe mensajes de los compañeros e incluso del entrenador para saber cómo está y que cuando se sienta seguro para volver, será bienvenido.

“En estos momentos quiero pensar en mi hijo, no lo puedo dejar solo tanto tiempo, en un futuro cuando esté un poco más grand, voy a retornar, así me puede ver jugar”, enfatizó el muchacho.

Emiliano incluso empezó a disputar el actual torneo Provincial y, es más, en la primera fecha, cuando su equipo le ganó 3-1 a Villa Nueva en Iguazú, él atajó un penal en el segundo tiempo y evitó que el rival se ponga a tiro del empate.

Para concluir, mencionó que es verdad que extraña el fútbol, ir a entrenar, compartir con los demás jugadores del plantel e ir a jugar un partido un domingo.

Luckmann espera por una nueva chance y está seguro de que regresará de la mejor manera a una cancha de fútbol.

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