Deporte y trabajo, el arte de la constancia

Son deportistas y al mismo tiempo trabajadores. Combinan las dos facetas para reconvertir su rutina persiguiendo la satisfacción personal o la competencia sana
domingo 11 de junio de 2023 | 6:06hs.
Deporte y trabajo, el arte de la constancia
Deporte y trabajo, el arte de la constancia

El deporte puede marcar el rumbo profesional de muchas personas aunque realmente son pocas las que logran tocar el cielo con las manos. Y es que saborear las mieles del éxito tiene cartel de reserva.

Llegar y sostenerse en la elite resulta complicado. Según datos del propio Ministerio de Deportes de Misiones, hasta el año pasado la provincia contaba con 8.600 deportistas federados sin incluir futbolistas. Número que habla por sí solo y deja en evidencia la proyección auténtica de los que tienen la oportunidad de vivir del deporte.

Para los demás toca el camino de la rutina del doble esfuerzo, esa en que el deporte debe repartirse el tiempo con el trabajo remunerado por una necesidad básica.

En este contexto la actividad física se convierte en hobby y el cansancio es moneda corriente. Pero es aquí donde nacen las historias de superación, esas que merecen ser contadas.

Rubén Fabricio tiene 58 años y utilizó al golf como plataforma para relanzar su vida. De hecho fue esta disciplina la que lo que rescató de un momento complicado gracias a la filosofía que pregona. Hoy el oriundo de Candelaria utiliza al golf como su cable a tierra mientras reparte productos en su camión.

Para Francisco Stassi, basquetbolista de Bartolomé Mitre, el sacrificio es de gran valía. Una noche puede estar jugando la Liga Federal y a la mañana siguiente diagnosticando por imágenes en el hospital. “El cuerpo te pasa factura y hay que acostumbrarse”, se sinceró el posadeño de 28 años.

Precisamente la disciplina puede ser antídoto para el menjunje diario. Es el caso del taekwondista Juan Pablo Carripilón, profesor de Agronomía en San Pedro, quien enseña por pasión y para cumplir el sueño de llegar a las máximas citas mundiales del taekwondo. Todo actitud.

A otros como Emiliano Luckmann (23) el destino los golpeó donde más duele. El todavía arquero de Jardín América se está levantando anímicamente de pérdidas irreparables y lo hace con compromiso, todo para volver al plantel de primera y defender los tres palos en el torneo Regional. Su lugar en el mundo.

Obviamente que si de equipo se trata, es muy importante el apoyo de todos. Ocurre con Brujas Vóley, el único team misionero en disputar torneos nacionales de valía. Aquí las chicas utilizan el poco tiempo para despojarse de la rutina laboral y entrenar al máximo. “Los problemas personales a un lado para dar el cien por ciento”, dijo Silvana Laczeski, integrante del plantel.

En ese trayecto también hay que saber aprovechar los recursos. Como lo hace el correcaminos de Azara Edgardo “Nano” Franco, quien combina sus exhaustivos entrenamientos a trote por los caminos de la colonia entre las más de diez horas que trabaja en un aserradero.

En cada rincón hay una historia por contar. Porque no se trata sólo de llegar a la cúspide, se trata de aprender en el camino y vivir la vida a pleno.

Un atleta de buena madera Luckmann, el arquero que ataja obstáculos en la vida y sigue adelante Cuando el golf resulta ser el antídoto perfecto Las Brujas vuelan alto con la premisa de la entrega Un sacrificio que se convirtió en un estilo de vida Divide su tiempo entre el aula y los entrenamientos

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