Una familia que padece un largo calvario

"No hay respuesta de lo que pasó en El Alcázar", afirmó la madre de Pelado

El desconsuelo de una familia que no encuentra explicación a lo sucedido. De cómo la madre logra sobrellevar la tragedia, al padre que le tocó ver aquel día el cuerpo destrozado de su hijo
domingo 08 de octubre de 2023 | 6:05hs.
"No hay respuesta de lo que pasó en El Alcázar", afirmó la madre de Pelado
"No hay respuesta de lo que pasó en El Alcázar", afirmó la madre de Pelado

Con una foto en sus manos, de cuando Pelado Jorge Daniel Brítez tendría unos dos años, la madre Berta Esther Bolmer, de 54 años, recordó que si su hijo viviera cumpliría este 31 de octubre 36 años. La madre conserva en su memoria “lo más lindo que pasé con él”, al mencionar que gran parte del proceso judicial lo siguió mucho más de cerca su esposo, Jorge Antonio Toto Brítez.

Quizás lo más difícil y doloroso, según admitió la madre de Pelado, sea no saber por qué y para qué se armó esa bomba casera que terminó con la vida de su hijo. “Tampoco sabemos para quién habían colocado eso –en referencia a la bomba casera-; él, en forma inocente fue y tocó”, rememoró la madre en diálogo con El Territorio en referencia a aquel hecho ocurrido el 15 de octubre de 1998.

El próximo domingo se cumplirán 25 años de aquel hecho y durante todo ese lapso, señaló que nunca el médico local Hugo Salazar del Risco mostró hacia la familia algún gesto de arrepentimiento por lo sucedido. Hasta el momento de ocurrir la tragedia, “él –por Salazar del Risco- era el médico de la familia y lo atendió al Pelado varias veces”.

Recordó que, al llegar al pueblo, Salazar del Risco era un médico totalmente desconocido. “Nadie sabía de dónde venía. Llegó al pueblo y comenzó a trabajar y como era buen médico la gente se atendía con él, pero uno nunca sabe lo que hay detrás de una persona”, reflexionó.

Consideró que al menos dentro del pueblo no había otra persona que fuera capaz de armar y colocar el artefacto explosivo frente a la casa del médico, por lo que concluyó también que claramente el máximo sospechoso de lo sucedido siempre fue Salazar del Risco, como con mucha energía lo había planteado durante el juicio la entonces fiscal Liliana Mabel Picazo.

Bolmer, reflexionó que difícilmente alguien que no fuera el médico, podría haber colocado durante la noche y dejar todo preparado para que explotara como finalmente ocurrió.

Sobrellevar la muerte del Pelado, fue una prueba de fuego para la madre. Reconoció que sacó fuerza de donde no tenía, porque debía cuidar a sus demás hijos. “Cuando falleció Pelado, tenía una beba de 40 días y de algún lado tenía que sacar fuerza para seguir por todos mis hijos y ahora por mis nietos, pero respuestas de lo que pasó no hay”.

Por tanto tiempo transcurrido, al no haberse esclarecido el hecho y no encontrase culpable, sostuvo que al autor del hecho si no pagó en la tierra hay una sentencia divina que le hará pagar por lo sucedido.

Dos recuerdos imborrables
Berta Esther Bolmer, recuerda dos personas que fueron pilares en la lucha de justicia a favor de su hijo. Una por su incansable intento de encontrar un culpable como fue el caso de la ex fiscal Picazo, luego convertida en ministra del Superior Tribunal de Justicia y de Martha Amelia Pelloni, esta profesora, rectora y religiosa, popularmente conocida como la hermana Pelloni. Ambas lucharon a su manera, para acompañar a la familia en la búsqueda de justicia.

Bomba casera en El Alcázar. Toto Brítez y Berta Bolmer
Toto Brítez y Berta Bolmer sostienen la foto de recuerdo de su hijo, el Pelado Jorge Daniel. Foto: Natalia Guerrero

“La hermana Pelloni estuvo acá con nosotros, hicimos marcha y tuvo mucha fuerza para acompañarnos”.

Luego habló de la doctora Picazo y su compromiso con la causa para intentar resolver. “Ella armó en el juicio una bomba que hizo estallar”, en alusión a una muestra de cómo funcionaba el mecanismo que terminó con la vida de su hijo.

Cómo se entera Toto
Jorge Antonio Toto Brítez, fue el primero de la familia en llegar frente a la casa del médico Salazar del Risco y ver el cuerpo de su hijo Pelado, destrozado por la bomba casera. “Yo trabajaba en el aserradero en el 98, entraba a las 3 de la mañana y salíamos a las 2 de la tarde. Yo era el encargado”.

Recordó que aquel día “a las 6.45, un compañero me avisa que mi hijo estaba muerto, porque había tocado una caja y lo había matado una bomba”. Recordó que en ese momento “él venía a escuela de casa, con otro compañerito e iban a comprar algo por el día de la madre” y, pasaron por la vivienda (de Salazar del Risco) vieron la caja roja y al tocar se activó la bomba. “Desde entonces y hasta ahora, nosotros nos preguntamos por qué, nunca se hizo justicia y quedó impune”.

El padre del Pelado está muy convencido de que el único culpable fue Salazar del Risco. “No entendemos por qué hizo eso, para quién lo hizo y le tocó a mi hijo, como le podría haber tocado a cualquier otra persona. Justicia ya no hay, la causa caducó y lo único que hay es pedirle a Dios que nos proteja y seguir adelante”.

Del mismo modo que planteó su esposa Berta Esther Bolmer, resulta difícil entender lo sucedido más teniendo en cuenta que Salazar del Risco era el médico de toda la familia y el único médico del pueblo. “Pero todas las pruebas afirman que fue él que hizo eso, no había otra persona”.

Del mismo modo afirmó que no dirigió a la familia por lo sucedido. “Es una caradura porque estando en el cementerio para el entierro de Pelado, él fue y lo abrazó a mi señora y uno de mis tíos lo hecho y él dijo ‘por tu culpa mi sobrino está muerto’. Desde ahí nunca más. Yo lo veía en Posadas, en el juicio que salió libre después de dos años.

El reconocimiento a un juez
Tras seguir aquel proceso judicial recordó que el juez Roque Martín González, fue el único en llegar al pueblo para conocer de cerca lo que había sucedido antes de dictar sentencia.

“Recorrió casi una semana para enterarse de todo lo sucedido”, afirmó. Justamente González fue quien falló en igual sentido a la fiscal Picazo que pidió prisión perpetua. Sin embargo, por entonces los jueces Demetria González de Canteros y Ángel de Jesús Cardozo, haciendo uso del beneficio de la duda liberaron a Salazar del Risco. Luego, recordó que la fiscal Picazo logró que se reabriera la causa y fue cuando “Salazar del Risco se escapó y se fue a Perú y quedó libre allá. Desde entonces nunca más se supo de él”.

Finalmente, al destacar que tenía “un hijo espectacular” y muy generoso como le reconocían, Toto imaginaba que el Pelado “iba a ser un gran futbolista”.

Ello para recordar finalmente que era el organizador de los encuentros de futbol frente a su vivienda donde se desarrollaban los partidos e imagina, como sus padres, un gran futuro frustrado por un cobarde atentado sin razones ni motivos.

Una tragedia de la que no se conocen motivos ni culpables La conmoción que provocó el estallido de la bomba casera en El Alcázar La sospecha original y la historia del proceso judicial

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