Desde el 2009 es considerada una enfermedad crónica

“La obesidad es un cuadro que afecta a uno de cada cuatro misioneros”

“El tratamiento requiere de un enfoque responsable, integral y adecuado para cada paciente debido a que no existen soluciones mágicas”, dijo el cirujano Jorge Carrozzo

domingo 02 de julio de 2023 | 6:05hs.

“En los últimos años hemos observado el aumento excesivo en los alimentos ricos en calorías que, asociados a la baja actividad física, generan un aumento de peso sostenido llevando a nuestra población a un nivel de sobrepeso del 60%”. Las palabras del cirujano bariátrico Jorge Eduardo Carrozzo (MN 116279 - MP 3881), quien integra el equipo de Tratamiento Integral de Obesidad, que funciona en el Hospital Madariaga y que tiene a su cargo el servicio de cirugía bariátricas, son una radiografía de cómo comemos los misioneros.

Según datos oficiales, el 60% de la población de Misiones tiene sobrepeso y el 24% tiene obesidad. La tendencia tanto a nivel nacional como local se mantiene en alza.

El equipo de Tratamiento Integral de Obesidad funciona en el Madariaga desde el 2015 y realiza charlas mensuales para el público en general.

También llevan adelante talleres de trabajo donde se tratan temas nutricionales y psicológicos relacionados a este gran problema. Este taller está a cargo del servicio de Nutrición y Salud Mental del nosocomio posadeño.

En el consultorio de obesidad se reciben entre cinco y seis pacientes nuevos por semana.

Debido a la alta demanda, el Ministerio de Salud de Misiones, trabaja en ampliar el servicio al Hospital Samic de Oberá, donde ya se está formando recurso humano y en el futuro poder llegar a más hospitales zonales de toda la provincia para poder descomprimir la demanda que tiene el Madariaga.

“Todos los días tenemos consultas en el consultorio de personas que se quieren hacer las operaciones bariátricas como si fuera una solución mágica y lo importante es hacer el tratamiento y aprender a comer. El mayor problema que notamos en el consultorio es los pacientes obesos comen fuera de hora, o en forma desordenada o comen mucho volumen de comida”, afirmó Carrozzo, quien es cirujano y realizó una especialización en Cornell University de New York (Estados Unidos) Fellow American College of Surgeons (FACS) y Cirugía Bariátrica y Metabólica (SACO-IFSO).

Carrozzo resaltó la importancia de hablar sobre la obesidad como una enfermedad compleja y no minimizar sus consecuencias: “La obesidad es una enfermedad crónica y hay que tratarla como tal y tiene que tener un tratamiento integral. Siempre le decimos al paciente que el tratamiento tiene cuatro patas, la clínica médica, la nutrición, la psicología y la cirugía. Si no se trata a tiempo es una enfermedad progresiva que trae aparejado otras enfermedades como la hipertensión, problemas cardíacos, diabetes, problemas menstruales, baja fertilidad, entre otros. Además, los problemas sociales como la discriminación, bullying, baja autoestima, por sólo nombrar algunos de los problemas diarios que pasan las personas con sobrepeso”.

Desde el 2009 la obesidad es considerada una enfermedad crónica por el Ministerio de Salud de Nación y lo incluyó dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO). Las obras sociales y las prepagas deberían cubrir los gastos que demanda la atención de un paciente con obesidad, pero en la práctica muchas veces son rechazadas.

“Es algo cotidiano que nos pasa en los consultorios privados que las obras sociales todavía no reconozcan a la obesidad como una enfermedad”, contó Carrozzo.

El aumento del sobrepeso y obesidad, que en Argentina supera al 67% de la población, está relacionado con la alimentación inadecuada, rica en grasas e hidratos de carbono y con el sedentarismo.

“Los principales problemas que notamos en el consultorio son varios, el primero es que se come fuera de horario, el segundo es que se reemplazan comidas por infusiones y el tercero es el picoteo constante y se realiza poca actividad física, eso es cultural. Un ejemplo es reemplazar el desayuno (que es una comida muy importante) por la ingesta de mate. Lo que le sugerimos a los pacientes es que primero realicen un desayuno nutritivo y después tomen cualquier bebida o infusión o mate. Si no desayunamos el cuerpo entra en un desbalance”, indicó Carrozzo.

“Otro ejemplo es el picoteo, muchas veces escuchamos ‘yo como poco y aumento de peso, sólo como algunas galletitas cuando trabajo’. El misionero tiene la costumbre de picotear todo el día y cuando te das cuenta sumaste calorías todo el día y comiste fuera de horario”, agregó.

“Lo ideal es comer en horario, hace al menos cuatro comidas diarias, realizar ejercicio de forma cotidiana al menos 30 minutos por día y mantener controles cotidianos. Una persona que quiere bajar de peso necesita tener controles periódicos, no hay recetas mágicas, porque la obesidad si no se controla hay altas posibilidad de recaídas”, resaltó el profesional.

Problema que avanza en los niños

Según un informe de Unicef, el aumento de la prevalencia de obesidad en menores de 5 años en el país fue de 12,9% en el 2022, la más alta de la región Sur. Y en base a datos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina más del 6% de niños de edad escolar tiene obesidad.

“Es un grave problema que tenemos. Antes, los abuelos nos decían: ‘No te preocupes que cuando el niño crezca va a adelgazar’. Está comprobado estadísticamente que un niño obeso tiene el 80% de probabilidades de ser obeso cuando sea adulto. Tenemos que hablar más de nutrición y de obesidad en las escuelas, de crear hábitos saludables en los niños”, solicitó Carrozzo.

Por último, “el mensaje final sería que para bajar de peso primero tenemos que ordenar nuestras comidas y nuestros horarios. Respetar las cuatro comidas del día (desayuno, almuerzo, merienda y cena), realizar actividad física regular tres a cuatro veces por semana por lo menos 30 minutos y respetar el descanso nocturno para que nuestro cuerpo pueda recuperarse. Todos esos factores para una vida más sana”.