Bomberos Voluntarios de Oberá cuentan con tres integrantes caninos en su unidad
Desean expandir brigadas K9 para la búsqueda de personas
La brigada K9 del cuartel de Bomberos Voluntarios de Oberá dio sus primeros pasos en el año 2018 y si bien las restricciones por la llegada del coronavirus complicaron las capacitaciones, la formación de guías y canes continuó durante todo este tiempo. Luego de la adaptación virtual para dar continuidad a los contenidos de entrenamiento, los integrantes de la unidad volvieron al predio cedido por la Municipalidad para no perder la rutina de preparación propia y junto a los canes.
“Contamos con siete personas con roles específicos: tres guías y cuatro figurantes, que son colaboradores que ayudan a la formación del can”, precisó el oficial auxiliar Alejandro Figueredo, a cargo de la brigada K9 en Oberá. En diálogo con El Territorio, explicó: “Se comienza con la capacitación al guía para aprender sobre la tenencia responsable del animal, la capacidad de enseñar la obediencia al perro en la sociedad y en un siniestro, la formación sobre primeros auxilios veterinarios y la parte de operador de monte, porque en nuestra zona tenemos que enfrentar semanas de búsqueda en exteriores”.
De este modo, una vez que se considera concluida la formación del bombero guía, se procede a la selección de cachorros para la unidad. “Todos los perros son buenos en olfato, pero algunos se resaltan más que otros, como los labradores o el pastor alemán. Es importante la selección del cachorro, que viene de familias de línea para que podamos conocer el antecedente médico-familiar; es decir, se prevé si genéticamente el perro puede tener algún problema de salud”, amplió el entrevistado en comunicación telefónica.
Esto se debe a que “formar un perro cuesta mucho dinero y mantenerlo también porque necesitan alimentos distintos para rendir en su entrenamiento”.
En agosto el cuartel participará de un congreso internacional.
La educación del can inicia en su nuevo hogar, dado que “tiene que ser sociable con la comunidad, ya sea por los ciudadanos o para compartir con otras unidades”. Es así que, a partir de los seis meses de crianza se avanza al trabajo de “presa y caza’’, el cual trata de guiar el instinto del animal a través del juego con una recompensa por su búsqueda. Al respecto, el bombero aseguró que “al año podemos ver si el perro está listo para salir al campo a buscar personas”.
En este marco, en la actualidad la brigada K9 se encuentra constituida por dos perros de intervención rápida que están preparados en grandes áreas de campo. A su vez, está en formación un perro para operativos en busca de restos humanos, el cual “va a colaborar una vez que se lleven intensas semanas de búsqueda sin resultados”.
Por eso, se presenta a una golden retriever de cinco años apodada Xica, una labradora de año y medio llamada Maya y el nuevo integrante para búsqueda de restos en descomposición se llama Lanz, un pastor alemán de un año. “Se trabaja con juegos en los que el can busca el olor a su juguete favorito, en el que colocamos la muestra del componente RH de una persona para que lo busque. Después de eso, se los entrena para diferentes tipos de situaciones, como estructuras colapsadas y agua”, detalló el encargado de la unidad en Oberá.
Así, los entrenamientos caninos se centran en tres ejes: aptitud física, educación de obediencia y búsqueda de personas. Pero no son los únicos en formarse, dado que el equipo de voluntarios debe capacitarse en la planificación activa sobre cómo montar un operativo al llegar al lugar del incidente, qué elementos utilizar y la implementación de tecnología con drone.
“Este año tenemos la invitación del Ministerio de Seguridad de la Nación para certificaciones que permitirán que colaboremos con las búsquedas a nivel nacional. Asimismo, en agosto estaremos participando de un congreso internacional con ponencias dirigidas por capacitadores de España, Estados Unidos y Uruguay”, adelantó Figueredo.
Al mismo tiempo remarcó la importancia de denunciar a la Policía de Misiones en el momento que se comienza a sospechar la desaparición de una persona, dado que con el paso del tiempo “se complica más porque si bien el rastro queda, se amplía el rango de búsqueda”.
La intención es extender las brigadas caninas a los cuarteles de toda la provincia. “Desde el año pasado trabajamos en la conformación de una unidad de K9, que se especializa tanto en la búsqueda de personas vivas como de restos humanos”, señaló al respecto el presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Itaembé Miní, Pablo Alfonso.
“Queremos formar primero a los guías que van a estar trabajando con el animal así luego avanzamos a la siguiente etapa, de adquirir el can y armar el canil para proceder al entrenamiento”, indicó. Es por eso que, mientras se espera la asignación de financiamiento para la construcción de caniles, para los cuales ya hay un espacio asignado dentro del cuartel, la bombera Milagros Da Cruz viaja constantemente a Oberá a capacitarse.
Por Amalia Gross
fojacero@elterritorio.com.ar
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