Sicarios mataron a abogado vinculado a la venta de vinos en la frontera seca

Un abogado entrerriano de 50 años fue acribillado a tiros ayer al mediodía en Bernardo de Irigoyen y la principal hipótesis indica que el hecho pudo haber sido ejecutado por sicarios en el marco de un posible ajuste de cuentas vinculados al negocio de la venta de vinos al Brasil.

El asesinato se registró cerca de las 12.55, sobre una calle interna del barrio Santa Rita, a pocas cuadras de la frontera seca internacional, y la víctima fue identificada como Juan María López (50), un abogado oriundo de la localidad entrerriana de Chajarí, pero que además se dedicaría a comercializar cargas de vinos que traía desde Buenos Aires. Es más, se estima que pocas horas antes del ataque recién había llegado de La Plata.

De acuerdo a lo que pudo reconstruir El Territorio en base a altas fuentes consultadas, el ataque se produjo mientras López circulaba al mando de su camioneta Ford Ranger Límited en compañía de un abogado del fuero provincial hasta que una motocicleta con dos ocupantes se les cruzó en frente.

Fue en esa instancia que el sujeto que iba como acompañante en la motocicleta extrajo un arma y sin mediar palabras abrió fuego en varias oportunidades. Los primeros datos recolectados por los investigadores señalan que en total se ejecutaron cinco disparos, de los cuales tres dieron en la víctima.

Luego de ello, los asesinos se dieron a la fuga sin robar nada y López llegó a ser trasladado en forma particular al hospital de Irigoyen, donde desafortunadamente media hora después falleció. Los galenos que atendieron a la víctima en la guardia constataron la presencia de tres heridas de arma de fuego, dos en la región posterior dorsal izquierda y una en el brazo del mismo lado.

Las fuentes añadieron que el otro letrado que iba acompañanate de López resultó ileso, aunque debió ser atendido por el shock que le generó la situación y los investigadores aguardaban que esté en condiciones de prestar su testimonio.

Hasta el momento, lo único que se sabe de los sospechosos es que eran dos y se movilizaban en una motocicleta de alta cilindrada. Algunos refieren una Honda Titán 150 negra como el vehículo utilizado y hasta el cierre de esta edición el personal de todas las dependencias de la Unidad Regional XII trabajaban en búsqueda de mayores de pistas.

En el hecho interviene el Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro, a cargo del magistrado Ariel Omar Belda Palomar, que ayer ya había dispuesto de varias medidas.

Pesquisa, pistas e hipótesis
De esta manera, mientras a López intentaban salvarle la vida en el hospital y uniformados locales recorrían la ciudad en busca de los sospechosos, otro grupo de efectivos mantuvo la escena del hecho bajo custodia hasta la llegada de los peritos de la División Criminalística.

Fueron ellos quienes en primera instancia constataron evidencias de los disparos en la camioneta, dado que al menos dos de ellos dejaron marcas en la parte inferior izquierda del parabrisas delantero. En base a todo lo recolectado, los peritos podrán determinar con mayor exactitud tanto la distancia como la trayectoria de los tiros, aunque todo indica que los asesinos se ubicaron frente al rodado de la víctima para gatillar.

Se cree que los sicarios se colocaron frente a la Ranger para disparar.

Además de eso, el rodado también fue requisado y en esa labor los pesquisas involucrados hallaron otros elementos considerados de interés, como por ejemplo el teléfono celular de la víctima, el cual fue incautado e incluso ya fue remitido al personal de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial.

El aparato será sometido a una pericia digital con el objetivo de recuperar sus conversaciones y últimos contactos de al menos últimos diez días con el objetivo de encontrar pistas que puedan conducir la investigación, principalmente detectar si tenía conflictos con alguien o si estaba amenazado, por ejemplo.
Otro elemento de interés encontrado dentro del vehículo fue una serie de recibos y remitos vinculados a la comercialización de vinos, lo cual da la pauta de la última actividad realizada por el involucrado, de quien se cree se encargaba de traer bebidas desde Buenos Aires y dejarlas en Bernardo de Irigoyen para que luego contactos brasileños se encarguen del pase de la mercadería al país vecino, ardid que arroja ganancias millonarias y que registra varios antecedentes de operativos por parte de fuerzas tanto provinciales como brasileñas.

En razón de esto y teniendo en cuenta la modalidad del crimen, los pesquisas consideran un ajuste de cuentas vinculado a esta actividad como la principal hipótesis del hecho, aunque claro está que la investigación recién comienza y aún resta indagar muchos aspectos.

De igual manera, las autoridades al frente del caso ya dispararon el alerta a todas las dependencias policiales de la provincia y a todas las fuerzas federales para que extremen los controles. además, ya se activó el mecanismo de colaboración en el marco de los acuerdos de Frontera Blindada con las fuerzas al otro lado de la frontera para trabajar en forma conjunta.

La sospecha, casi sin dudas, es que los sicarios huyeron hacia territorio brasileño por los múltiples caminos que caracterizan este ecosistema prácticamente único en el país de frontera seca internacional.

Mientras tanto, el juez Belda Palomar ordenó que el cuerpo de López sea trasladado hacia la Morgue Judicial en Posadas para el correspondiente examen de autopsia, mediante el cual se busca extraer los proyectiles que le causaron la muerte para poder saber qué tipo de arma de fuego fue utilizada en el hecho.

Otros crímenes en la frontera seca con Brasil

Antonio Borges
El joven, oriundo de San Antonio pero radicado en Brasil, fue asesinado a tiros en abril en el barrio Alvorada de Barracao, a metros de la frontera seca con Irigoyen. Otro muchacho se entregó días después ante la Policía como sospechoso.

Gerónimo Ferreira
En febrero del año pasado, el joven fue hallado masacrado a golpes en el barrio Provincias Unidas de Irigoyen, a metros del límite internacional. Cinco días después del ataque murió en el hospital y se cree que fue golpeado en Brasil y luego arrojado en territorio misionero.

Diego Jara
La víctima, de 30 años, fue ultimada de un tiro en el pecho en febrero frente a su vivienda del barrio Obrero de Bernardo de Irigoyen. También a pocos metros de la frontera con Brasil. También ocurrió en febrero del 2020.