Apenas llegó septiembre la influencia de El Niño fue notoria

Una primavera bajo el asedio de temporales y granizadas

La caída de granizos quedó grabada en los posadeños. Alem, Salto Encantado y Cerro Azul vivieron la fuerza del tiempo
domingo 17 de diciembre de 2023 | 6:05hs.

Poco después de que se anunciara oficialmente la llegada del fenómeno El Niño al país, las abundantes lluvias superaron registros históricos de caída de agua desde 1967, acumulando 530 milímetros solamente en octubre. Para finales de ese mes, intensos temporales afectaron las localidades de Aristóbulo del Valle y Salto Encantado, donde se reportaron más de 100 familias damnificadas por voladuras de techos, chimeneas colapsadas, árboles y postes caídos, problemas en el suministro eléctrico y también el cierre temporal del Parque Salto Encantado.

Debido a que las lluvias y granizadas hacían crecer ríos y arroyos, la Dirección Provincial de Vialidad ordenó el cierre de distintos pasos en rutas provinciales en los primeros días de noviembre. Esta medida se extendió por varias semanas dado que, en la segunda quincena del mes, un devastador temporal de granizo azotó a varias localidades de la tierra colorada, causando estragos en viviendas, locales comerciales, hospitales, escuelas y vehículos.

En Posadas el temporal duró alrededor de doce minutos, pero se reportaron daños en más de 20 barrios, siendo la zona Oeste la más afectada. El mayor impacto del fenómeno ocurrió en los barrios Itaembé Guazú, Itaembé Miní, Nemesio Parma, Cruz del Sur, 508 Viviendas, Villa Cabello, Las Tacuaritas, Santa Rita, San Onofre, Sol de Misiones, San Gerardo y Yacyretá, así como en las chacras 104, 246, 252, 129, 142, 141, 153, 239.

También se registraron problemas en el centro posadeño, con ingreso de agua en algunas viviendas, y en los accesos a la ciudad, donde varios semáforos dejaron de funcionar y habían cables, ramas y hojas caídas. Esa semana, el Hospital Nivel I de Itaembé Guazú cerró los consultorios externos por la caída del cielorraso y problemas eléctricos, mientras que la Escuela N° 1 -ubicada en pleno centro- suspendió las clases por el estado de la infraestructura y para salvaguardar la seguridad del personal docente y de los alumnos.

Favio Cabello, director de la Opad, contó que la granizada caída ese 16 de noviembre sobre Posadas se llama pedrisco, cuerpos de hielo de hasta seis centímetros provocados por la fuerza de vientos ascendentes en las nubes.

En la misma fecha, con características similares a un tornado, un temporal perjudicó la zona rural de San Pedro, especialmente en Picada Florida. Pese a que los daños fueron limitados porque la tormenta se desarrolló principalmente en una franja de monte, provocó la destrucción de dos viviendas de madera. Una de ellas, habitada por un joven que terminó con fracturas de costilla, la estructura fue arrancada por completo; los muebles y una motocicleta fueron arrastrados varios metros por la fuerza del viento. La segunda vivienda, aunque deshabitada, sufrió daños en el garaje por la caída de árboles.

Asimismo, la tormenta afectó mayormente las secciones Novena y Décima de Campo Ramón, en el límite con Campo Viera, dejando un rastro de destrucción que impactó a unas doce familias agricultoras y arrancando por completo el techo de la Escuela 553.

Dos días después, el 18 de noviembre, otro evento golpeó las localidades de Cerro Azul y Leandro N. Alem. En Cerro Azul, más de 50 casas quedaron destechadas y los vecinos describieron el fenómeno como un tornado que arrasó en la zona urbana y rural. También se reportaron voladuras de techos en empresas, caídas de postes, cables, columnas de alumbrado público, árboles y de la torre de la antena de la radio local. En tanto que, en Alem, los barrios más afectados fueron Alfa, Centro y La Forestal, donde se notificó el desprendimiento de techos de aproximadamente 30 viviendas, daños en la zona industrial y lesiones en cinco personas.

En todo el mes otra habían caído más de 500 milímetros de agua.

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