Del Monte ofrece un ambiente diferente en Oberá

La cocina internacional y lo mejor de Misiones, en una experiencia de sabor

El restaurante combina platos reconocidos a nivel mundial con productos regionales como yerba mate, mandioca, miel de caña, mamón y hongos locales
domingo 03 de septiembre de 2023 | 6:05hs.
La cocina internacional y lo mejor de Misiones, en una experiencia de sabor
La cocina internacional y lo mejor de Misiones, en una experiencia de sabor

Cruzar la puerta y adentrarte en una nueva experiencia de sabores y sensaciones es el objetivo de Del Monte. El restaurante está ubicado en la ciudad de Oberá y donde se alza hoy un espacio pensado al detalle con luz tenue y música tranquila para el disfrute supo ser en tiempos pasados un importante secadero de yerba mate de la zona Centro. Esta mixtura entre lo productivo de la tierra y la elegancia es el distintivo del lugar.

La gastronomía es el punto clave en este sentido. Los chefs que trabajan allí apuntan a una combinación entre platos reconocidos a nivel mundial con toques de productos regionales, que dejan una marca particular en cada presentación al comensal.

El propietario de Del Monte, Marcelo Prozapas, contó a El Territorio todos los detalles del trabajo que conlleva mantener la impronta e ir innovando en el sector culinario, atendiendo a las demandas de los clientes, pero también brindándoles la posibilidad de apropiarse de un espacio diferente y agradable.

“Desde un principio nos abocamos a la cocina internacional, luego, con el tiempo, nos fuimos volcando a la cocina local un poco con lo que fue Cocina Misionera (Comí). Más allá de eso, con una iniciativa propia también, ya desde el inicio comenzamos a poner cositas regionales en la carta”, dijo.

Agregó que “se comenzó con productos de la feria franca y nos fuimos mixeando en lo que sería la cocina internacional con productos locales, también con reminiscencia a nuestros inmigrantes. De hecho, yo soy hijo de polacos y me gusta mucho la cocina europea. Empecé a sacar cosas de diferentes países y hacer ese mix que tenemos acá”.

Con una carta especialmente pensada y platos elegidos, se apunta a esta combinación de componentes y fusiones de sabores. “Buscamos que la persona que viene a comer, pruebe el plato y le guste. Que esa persona vuelva a elegir ese plato. Incluso nos pasa que cuando cambiamos la carta, la gente nos reclama platos que sacamos y a veces tenemos que volver a incorporarlos”, adujo.

Mixtura de sabores

Marcelo mencionó ejemplos de esta mixtura que realizan entre cocina europea y productos misioneros. Uno de ellos fue la “caprese de invierno”. Que, en voz del experto culinario, “es una caprese misionera, porque si bien se trata de un plato italiano de primavera-verano, nosotros lo hacemos rodeando la pieza de mozzarella con mandioca, formando una bomba de mandioca con queso y trabajamos con el tomate en tres tipos de textura, mezclando con hierba buena, albahaca selvática no comercial que es más aterciopelada y con más cuerpo. Después en verano trabajamos sobre ese plato pero le compramos mozzarella búfala a un productor local”.

“Misiones es la capital de la biodiversidad, podés plantar cualquier cosa y crece”, afirmó en ese sentido.

En esa misma línea, dijo que muchas veces le plantearon la posibilidad de apuntar hacia otro lado la mirada del restaurante, pero “somos testarudos, vemos que en otros países la cocina regional está muy bien explotada y acá aún no”.

Indicó también que es muy común que los visitantes extranjeros que llegan al restaurante pidan platos argentinos conocidos de forma mundial, como el bife de chorizo y la carne en general.

Sin embargo, es allí cuando  el grupo de Del Monte aprovecha para ofrecerles ese plato con un toque misionero, con el fin de que también conozcan el sabor de lo local.

“Trabajamos por ejemplo el bife de chorizo con tomates al malbec y lo acompañamos con mandioca frita. Entonces tenemos en ese plato una pieza de carne bien argentina, con una salsa con tomates y un vino muy argentino que es el malbec, pero además la mandioca que es el toque misionero. En Misiones, el asado es con mandioca; entonces, respetamos eso”, resaltó.

Marcelo Prozapas (al medio) trabaja a la par para lograr un ambiente cálido y con alta gastronomía.

Otro de los platos pedidos es el salmón que viene con ratatouille, “que es una torre de vegetales grillados y laqueado de maracuyá con una jalea de naranja, un almíbar de mamón. Queda una pequeña costra agridulce con las semillas y ese es un plato que no lo hemos podido sacar. Jugamos con esas cosas”.

El surubí, el pacú y el cordero, son platos muy solicitados, siempre acompañados por salsas o guarniciones bien misioneras (en el caso del pacú, por ejemplo, el acompañamiento es chipa guazú). Como también la bondiola de cerdo braseada con mostaza y miel de caña, que es una muestra del toque de sabor que Del Monte le da a sus presentaciones.

“Muchas veces los platos terminan saliendo en la casa de uno, con lo que uno tiene. Somos muy viajeros y traemos salsas de afuera, la replicamos acá y la usamos con productos locales que combinan muy bien. Entonces, el cocinero no nace teniendo todos los ingredientes, sino que se hace abriendo la heladera y viendo qué hay para cocinar”, sostuvo.

Constante transformación

Aunque la esencia de Del Monte sigue intacta desde sus inicios, el restaurante se encuentra en constante transformación, no solo con los cambios en la carta –que se realizan dos veces al año– sino que también en lo que se ofrece al comensal que llega al restaurante.

“Vamos migrando ahora hacia una cocina un poco más saludable, tal vez vegana; el que come carne, siempre lo va a hacer, pero nuestro público quiere tener opciones que también sean livianas. El estilo de vida va cambiando”, indicó.

No obstante, hay algo que no es negociable en el restaurante de Marcelo y se trata de la calidad de los productos.

“Nosotros compramos todo lo que es verdura hidropónica a unos amigos que conozco, los he visitado, veo sus emprendimientos. También así, le compramos la carne al carnicero, no a la carnicería. Entonces, con el carnicero tenés que andar bien para que te seleccione siempre lo mejor. No tenemos un abanico de proveedores y tal vez pagamos más, pero no buscamos precio sino calidad”, especificó.

Y añadió: “Para nosotros es muy importante porque tenemos clientes que vienen todos los fines de semana y tenemos que asegurarles la calidad del producto”.

Marcelo aseguró que otro de los secretos son las manos que cocinan. “Tenemos un muy buen equipo armado hace tiempo ya; entonces de alguna manera, conservamos la línea”, dijo al respecto.

“Buscamos desde un principio crear un lugar donde puedas salir tranquilo con tu pareja a charlar, sin las luces fuertes, sin el partido en la pantalla, sino otro ambiente. Del Monte fue formado en ese concepto, cruzar la puerta, ver las luces bajas, la música en un nivel que no te aturda y se pueda charlar, sin una heladera exhibidora con cervezas, sin una tele. La idea es que estés cómodo, que disfrutes del momento con las persona que estás y que también se generen cosas acá, romances, compromisos”, detalló.

Entre la clientela, hay muchos extranjeros que cada vez que están en Misiones, eligen pasar por el restaurante. De Europa, India, Turquía, Inglaterra, Estados Unidos son algunos de los visitantes.

“Por ejemplo, en esta época hacemos rissotto, cosechamos nosotros mismos los hongos locales y nos dicen que nunca probaron un rissotto así. Nos reímos porque son muy viajeros, pero en realidad uno ve que lo disfrutan, e incluso que lo disfrutan más que un local”, afirmó Marcelo.

Además de los platos principales y entradas, los tragos y postres también son un aperitivo distintivo. El mojito misionero hecho con un macerado de ron y yerba mate, que viene incluso con bombilla, es una de las estrellas del lugar. También así, ofrecen una caipiroska de grosella, que se hace con un destilado de ese producto; y el barbacuá tonic que es con gin tonic y yerba mate.

En cuanto a dulces, el denominado dulce misionero toma protagonismo. Se trata de una secuencia de tres tipos de dulces regionales en almíbar y en vez de poner con queso común, lo ponemos con mascarpone. “Es diferente, te salís de lo normal”, dijo.

De esta manera, desde 2007, Restaurante Del Monte viene marcando su impronta en Oberá, con un ambiente que invita a vivir el momento y disfrutar de la gastronomía desde la experiencia de los sabores y las sensaciones, mezclando la más alta cocina internacional con lo mejor de nuestra propia tierra misionera.

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