La chacra se encuentra en Santa Ana

Un emprendimiento familiar que llega a las góndolas

La empresa procesa casi 100 variedades de hierbas con propiedades medicinales, que se pueden encontrar en supermercados y farmacias de la provincia
domingo 28 de agosto de 2022 | 6:05hs.
Un emprendimiento familiar que llega a las góndolas
Un emprendimiento familiar que llega a las góndolas

Buscar la solución a distintos problemas de salud en las plantas es una tradición que viene desde hace cientos de años y los pueblos originarios del mundo se hicieron maestros de estos saberes. Con el tiempo llegó a las demás culturas, y aunque cargado de prejuicios, hoy vuelve ganar espacio, no como sustituto de la medicina convencional, sino como un complemento necesario.

Desde hace más de tres décadas, en Santa Ana, una familia viene siendo proveedora de una diversidad de hierbas que atienden diversas dolencias. Son plantas con propiedades medicinales que crecen en la provincia y otras que llegan desde otros puntos para ser envasadas y comercializadas en la tierra colorada.

Se trata de Hierbas Naturales del Cerro, que lleva adelante la familia Calogero de manera comercial desde la década del 90, pero que comenzó mucho antes -en los 70- con el padre de su actual propietario con el que comparte el nombre: Gerardo Calogero.

Desde el campo santanero, situado apenas 3 kilómetros después del peaje, se encuentra el lugar desde donde se seleccionan, secan, pican y muelen las hierbas que se expenden en conocidos comercios como California, Kerps, supermercados chinos y hasta en farmacias.

Se pueden encontrar casi 100 variedades de hierbas y algunas de ellas son: moringa, boldo, llantén, salvia, malva, ambay, carqueja, cola de caballo, marcela, romero, cangorosa y cola de caballo.

“Mi padre arrancó en el año 70, fue catedrático de Fisiología Vegetal en la carrera de Genética de la Unam y toda su vida se dedicó al análisis científico. En los 90 me metí yo y me dediqué más a la parte comercial y producir al por mayor”, relató Calogero hijo en diálogo con El Territorio, antes de adentrarse en el modo de trabajar para llegar a este producto muy reconocible en las góndolas de los comercios misioneros.

En su chacra la familia tiene huertos con algunas plantas, sin embargo, la mayor cantidad y variedad les llega desde chacras y campos vecinos que les venden lo recolectado. Sin embargo, otras como la peperina o el poleo las traen de Córdoba. “Por lo general canjeamos, les llevamos hierbas de Misiones como ambay, carqueja, espina colorada, cola de caballo, eucalipto, y traemos las serranas”, acotó.

Gerardo trabaja codo a codo con su esposa Patricia Zbikoski y una cantidad no muy grande de empleados que ya son como familia, puesto que algunos son hijos de las personas que ya trabajaban tiempo atrás con su padre.

El proceso y el mercado
Hierbas Naturales del Cerro llegó por primera vez a las góndolas en los paquetes actuales -de 50 y 25 gramos- en 1993, puesto que anteriormente se vendía en bolsas desde 500 a 1.000 kilos. Ahora también se puede adquirir en paquetes de un kilo.

La flor de piedra debe ser cortada a machete antes de continuar los procesos. Foto: Federico Gross

Luego de ser recolectadas, las hierbas pasan por un proceso de secado en un horno similar al de panaderías para quitarles la humedad y en algunas especies para eliminar hongos que puedan llegar a reproducirse. Así se da paso al corte o el triturado, según sea el caso de cada una; por ejemplo, la flor de piedra tiene que ser cortada manualmente con machete. Hay otras que son secadas al sol, como el ysypo milhombre y la ya mencionada flor de piedra.

Después de ese proceso, cada una va a parar a tachos donde permanecen con tapa hasta su envasado, que también se hace con intervención humana, ya que según el producto, debe colocarse a mano.

“La biodiversidad que tiene Misiones es brutal y la cantidad de plantas de las que todavía no conocemos sus propiedades también. Lamentablemente no se invierte mucho en la investigación. Cuando mi papá falleció, mi idea era armar una fundación para el trabajo en la investigación de las hierbas autóctonas de Misiones”, reconoció el hombre, que es técnico aeronáutico, pero siguió con el trabajo por herencia y pasión familiar.

Así, remarcó que si bien toman el conocimiento empírico de la gente, también están constantemente pendientes de los avances que pueda dar la ciencia al respecto de esta medicina tradicional. Con ellos trabaja un ingeniero en alimentos, que es quien supervisa que todo esté en excelente calidad para salir al mercado y llegar a la casa de los misioneros.

Conocedor de todas estas plantas y sus propiedades, Calogero dio detalles de cómo se prepara el producto, según cuál sea la parte de la hierba.

Se venden por gramo, pero también por kilo y se indica cómo consumirlo según la parte de la planta. Foto: Federico Gross

“Cuando ves productos que son duros, ya sean tallos o raíces, siempre hay que darles decocción, que es hervir la hierba unos minutos y dejar que se enfríe; después lo colás para consumir. Cuando son hojas o flores, cuando el agua levanta el hervor se le echa a la hierba y se toma”, explicó.

Y en esa misma línea, agregó: “El boldo generalmente a los 60° ya se volatiliza, por eso la gente que lo toma en té o en mate dice que no le hace ni bien ni mal, pero es porque lo toma mal. Es conveniente tomarlo en gotas, en tintura madre”.

 

“Misiones, rica en plantas medicinales”

Marcela Bobatto es una médica residente en Eldorado, integrante de varias organizaciones vinculadas a la agricultura orgánica y problemáticas medioambientales, que trabaja y difunde el beneficio de la utilización de las plantas en beneficio de la salud. “Es muy difícil decir cuáles son las plantas más utilizadas, porque son muchas y por ahí en algunos lugares se usa una más que en otra. Misiones, dada su vegetación, es rica en plantas medicinales. Pero puedo decir cuáles son con las que trabajamos en las salas de APS”, explicó.Una de ellas es la caléndula, usada para dismenorreas, colpitis, gastralgias y úlceras, inflamación de los ojos, conjuntivitis, en picaduras y como callicida. La profesional también nombró al diente de león, la malva blanca, la salvia morada, la ortiga, la ruda, el llantén, el romero y la marcela. “Para la recolección lo mejor es hacerlo antes de las 9 o después de las 16y hay que elegir plantas sanas, que estén en sitios sin contaminación”, aconsejó.

 

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