Resaltan la sanción de la ley de medicina tradicional en Misiones

Forman nuevos profesionales en el uso de los saberes ancestrales

Con investigaciones, las universidades validaron empleo y dosificación de plantas. Tanto la Unam como la Ucami tienen cátedras sobre herbolaria y farmacobotánica
domingo 28 de agosto de 2022 | 6:05hs.
Forman nuevos profesionales en el uso de los saberes ancestrales
Forman nuevos profesionales en el uso de los saberes ancestrales

El uso ancestral de las plantas medicinales en Misiones toma valor no solamente por la importancia en las terapias de las comunidades indígenas, sino también por el aporte que hizo la población europea de inmigrantes al usar alternativas para poder sostener el estado de salud.

De igual modo, que las hierbas no reemplazan nunca a la consulta médica convencional ni los diagnósticos.

“Este uso ancestral, desde el punto de vista científico, fue validado a lo largo de los años por la Universidad Nacional de Misiones (Unam), que dentro de sus carreras también ofrece la carrera de Farmacia y dentro de la currícula hay materias que abordan el uso de las plantas medicinales, su correcta dispensa, sobre todo de aquellas que están codificadas en las diferentes farmacopeas y también aquellas que por su uso ancestral demostraron eficacia en el tratamiento de muchas enfermedades”, detalló a El Territorio la farmacéutica Rosaura Semczuk, trabajadora del Hospital Materno Neonatal y docente de Farmacobotánica en la Unam.

En la casa de altos estudios, además de dictar contenidos se realizan investigaciones sobre diversas hierbas y plantas para identificarlas correctamente y darle un aval científico.

En tal sentido, la trabajadora de salud contó cómo podría impactar la nueva normativa sancionada semanas atrás en la Legislatura provincial.

“La Ley de Medicina Tradicional aprobada por los diputados viene a ponderar este uso ancestral”, señaló la especialista, aunque acotó que resta profundizar en las investigaciones para poder corroborar si es correcto o no el uso que se le está otorgando a una especie, los efectos terapéuticos y los beneficios que tiene para el ser humano.

En la misma línea, destacó que las universidades se abran a estos enfoques dado que “el común de la gente consulta y hace referencia que está consumiendo algún que otro yuyo para tratar o abordar sus patologías, entonces el médico se ve también en la en la necesidad de avalar ese uso o restringirlo y eso tiene que ver con un conocimiento. Esta ley (...) tiene que ver con la formación de los médicos en el conocimiento del efecto que puede producir en el ser humano y también se suma la responsabilidad del farmacéutico cuando reciba una indicación o una prescripción médica”.

Luego resaltó que con el tiempo se irán dejando de lado las reticencias, porque “en otras partes del mundo ya existe la receta de plantas medicinales, está formalizado y mucho más avanzado que nosotros”.

Desafío
Para la especialista en farmacobótanica, el desafío central es poder conocer más sobre las plantas medicinales y en el caso de la fitomedicina, avanzar en la producción de fitomedicamentos, dado que así las dosis estarán más ajustadas a la necesidad del paciente y se evitarán complicaciones o efectos no deseados.

“En la medicina convencional tenemos un medicamento que está compuesto por una o más drogas asociadas, que actúan en lugares específicos y dependiendo de las dosis tiene sus contraindicaciones. En el caso de las plantas medicinales, tomamos un conjunto de sustancias, que no sólo van a actuar sobre esa patología que se está haciendo evidente en ese momento por un dolor o por cualquier otra situación, sino que también se aprovecha este pool para trabajar sobre otras cuestiones que no son visibles a través de un diagnóstico. Y los efectos colaterales prácticamente no existen a menos que la persona se sobrepase de la dosis y esa especie herbolaria tenga algún componente que sea tóxico”, comparó Semczuk.

Seguridad
Aunque la especialista sostuvo que en el uso de plantas medicinales hay un amplio margen de seguridad, son muchos los factores que influyen a la hora de lograr los efectos buscados, por ejemplo, el momento en el que fue recolectada la especie, la forma en la que se diseca y cómo se conserva.

En cambio, “en la elaboración de un fitomedicamento garantizamos la estabilidad en el tiempo de ese preparado y se garantiza la uniformidad en la dosis, las plantas que se utilizan para la elaboración de fitomedicamentos por lo general corresponden a cultivos controlados con los cuales uno puede estandarizar las dosis de los contenidos de principios activos en esa especie y ese es el mayor margen de seguridad que le podemos dar al uso de las plantas medicinales”.

 

Efectos adversos para los niños

Si bien la mayoría de las especies se consideran seguras o con pocos efectos adversos, la farmacéutica Rosaura Semczuk explicó que dependiendo de la composición de las especies, pueden ser perjudiciales para los niños.

“La mayoría de las que tienen aceites esenciales están contraindicadas en los niños, principalmente en el caso de los menores de 2 años, y en las embarazadas, esa sería la contraindicación en general para cualquier especie, a menos que el profesional tenga la certeza de que es inocua en estos dos ámbitos o le haga un seguimiento a ese paciente, con lo cual puede detectar a tiempo cualquier una acción colateral o cualquier efecto tóxico”, señaló.

Por ese motivo, indicó que no se debe dudar en consultar. “El farmacéutico tiene en su formación una amplia gama de experiencias en la recomendación de plantas medicinales, también el médico general”, sostuvo.

 

Remarcan la importancia del empleo racional

Para José Luis Rebatta, farmacéutico y docente en la carrera de Medicina de la Ucami, los cambios comienzan a ser cada vez más notorios con trabajadores de la salud que junto a la medicina alopática indican terapias complementarias como plantas medicinales.

“El objetivo de la materia que dicto, Herbolaria Regional, es adentrar a los chicos en esos conocimientos, cuáles son las formas correctas de uso, las que pueden ser tóxicas y sobre todo aprender a leer bibliografía específica, a discernir”, explicó. “Sembrar la chispa para que utilicen plantas medicinales, no como algo exclusivo, sino como algo complementario”, agregó.

Pero al igual que sus colegas, remarcó que si bien se avanzó con trabajos in vitro, faltan estudios in vivo, en seres humanos, para fortalecer los usos.

“El usuario de hierbas debe entender que se trata de un ser vivo que se puede alterar dependiendo de dónde crece, si está expuesta al sol, si las hojas son maduras o jóvenes. Cuando tomamos dimensión de lo que significa eso y que influye en cómo se expresa esa planta, cambian las cosas”, dijo y remarcó que el uso “debe ser siempre racional”.

 

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