De la producción al turismo sin escalas

El auge de lo local hizo que cada vez más comunas se animen a apostar a la industria turística. Historias de trabajo, belleza natural y diversidad con acento bien misionero

domingo 11 de abril de 2021 | 6:06hs.

Misiones siempre fue una provincia productiva por excelencia. Sus hectáreas de yerba, té, tabaco y otras plantaciones la volvieron cuna de una diversidad única, renombrada por ello a nivel nacional e internacional.

Sin embargo, hace tiempo, la provincia también comenzó a destacarse en otra industria en crecimiento: el turismo. Sin dudas, las Cataratas del Iguazú, los Saltos del Moconá y las Reducciones de San Ignacio son las estrellas de la región.

Empero, el auge del turismo interno -que se originó a partir de la pandemia- y la motivación a los emprendedores locales, hizo que muchos otros atractivos misioneros comenzaran a tomar protagonismo. Fue entonces que las comunas, incluso aquellas más pequeñas y que jamás se imaginaron como receptivas de turistas, comenzaron a mostrar las virtudes que tenían escondidas, brindando a visitantes opciones para descansar y disfrutar.

Es que Misiones esconde entre sus entrañas muchas más maravillas naturales y culturales de las que se pueden contar. Pequeños cauces de agua cristalina, extensiones eternas de verde, las más diversas especies de fauna y flora se conjugan con la calidez de la gente que recibe con ansias a quienes estén dispuestos a escuchar una buena historia, de esas que rememoran la llegada de los inmigrantes, la construcción de la primera iglesia o la forma en que los colonos araban la tierra cuando no había maquinaria.

Si bien es cierto que hay localidades más adelantadas en cuanto a lo turístico y gastronómico, no se puede negar que cada pueblito tiene su magia. Y es esa magia la que enamora a los visitantes que no se pueden ir sin probar al menos una rodaja de pan con mermelada casera o hundir los pies en el agua fresca de un arroyo. Esto también es el puntapié para una modalidad que empezó a tener auge: el turismo rural, que conjuga el aprendizaje sobre la vida en la chacra, el contacto con los animales, el esparcimiento y el descanso. Y aunque se hubiese preferido que este repunte tenga lugar en un contexto diferente, si hay algo que aprendieron los misioneros en este tiempo es a reinventarse y buscar la oportunidad en cada embate que se presenta.

Pueblitos con magia
El 2020 fue uno de los años más complicados económicamente. No obstante, muchas familias decidieron no bajar los brazos y de igual manera apostar a sus emprendimientos. Fue el caso de Cristian Jakinchuk, que junto a su esposa formó un nuevo atractivo en Los Helechos: Granja El Potrero, un espacio destinado al esparcimiento, con juegos para los más pequeños, circuitos de aprendizaje, animales y lo mejor de la naturaleza.

Tal es el impulso que tuvo esta familia en la localidad que tanto el intendente local como el de la vecina comuna de Panambí decidieron apoyar el emprendimiento y apostar a que sus municipios sean conocidos turísticamente en la provincia (páginas 4 y 5).

Un emprendimiento similar se encuentra en la pequeña comuna de Azara. Se trata de la Granja de Casiano, cuyo propietario hace años apuesta todas sus fichas al crecimiento del lugar, con sueños de formar un polo turístico (págs. 6y 7). Justamente este emprendimiento en Azara y a otros más del mismo tipo, son promocionados por la Agencia para el Desarrollo Económicos de Misiones (Ademi) con el programa ‘De qué va a vivir mi pueblo’ (pág. 7).

Otro atractivo del mismo tipo que comenzó a marcar tendencia es el de la chacra-camping Donna María, en Tobuna. Allí, sus propios dueños reciben a los visitantes con una piscina, quinch, y actividades como los paseos en kayak (pág. 8)

Estos tres emprendimientos (Granja El Potrero, la Granja de Casiano y la Chacra Donna María) dan cuenta del auge que está teniendo el turismo rural en Misiones, una apuesta fuerte y bien local que logra unificar la actividad en la chacra con la recreación.

Asimismo, no se puede olvidar que lo más destacable de la provincia es su gente y que las ideologías conviven en pleno respeto, tal como ocurre en Tres Capones, donde en Semana Santa se realiza la recorrida por las iglesias, siendo cada una de ellas de diferentes credos. El turismo religioso atrae a cada vez más visitantes de distintas partes, lo que se comprueba cada año también en Capioví, donde las festividades de Navidad o Pascuas se viven a pleno (pág.10).

En este boom de turismo, es notoria la cantidad de nuevos lugares para quedarse e incluso degustar sabores regionales, como pasa en Puerto Rico y Garuhapé (pág. 11).

Misiones cuenta con 77 comunas turísticas, que ofrecen la naturalidad de su gente, la belleza de sus paisajes, los colores de la diversidad y un sinfín de aprendizajes sobre el ambiente y las buenas costumbres. Este informe es una invitación a conocerlos y promocionarlos como lo que son: 77 maravillas con acento bien misionero.