Artesanos arte sustentado en la originalidad
La definición de artesano clásica refiere a quien, a través de un oficio, realiza objetos de uso doméstico con un sello personal. Así, la artesanía siempre fue el contacto más directo y cotidiano a la experiencia con el arte, con ese gen humano de unicidad, de observar que lo hecho a mano no sólo tiene el plus del mérito o el esfuerzo dedicado a dominar una técnica, sino la originalidad que se le imprime. Aún en objetos ‘seriados’, toda pieza es siempre única.
De esta manera, cada rincón del mundo tiene su tipo de artesanía típica, que conjuga materia prima local con historia e influencias socioculturales de la región.
Y Misiones, así como ostenta identidad diversa, naturaleza exuberante y dadivosa, su artesanía se abre en variedad de oficios y estilos.
Por un lado, el legado originario presente en las comunidades mbya guaraní “traen consigo un caudal de creatividad”, según postuló José Báez, especialista en la materia.
Talla en madera y cestería son sus principales activos, con grandes canastos y pequeños animalitos en curupí caí entre los más populares.
“Son los mejores conocedores del monte, de la gestualidad de los animales, lo tienen en su memoria genética”, refirió Báez al mencionar que “hay una matriz profunda en cuanto a tallas y cestería mbya que se mantiene en Misiones, con tal nivel de preservación de la cultura que siempre es muy admirada”.
Al comenzar a enumerar algunos de los grandes creadores misioneros que es necesario reconocer, Báez subrayó que Ruperta Morínigo (página 4) es una incansable trabajadora y además de ser una de las pocas mburuvicha (cacica) de la provincia, en su comunidad de Yacutinga busca, además de impulsar la cestería, rescatar oficios como el de la cerámica o el tejido -a base de fibras de pindó- que también son propios de su cultura.
Francisca Ramos, en tanto, viene de una familia de experimentados tallistas, es hija de Lorenzo Ramos “un líder importantísimo que viajó por muchos lugares del mundo con su artesanía y cultura, hermano de Vicente Ramos que continúa con su talla en Tekoa Porá por la ruta 7”, según signó Báez. Cestera y talladora de Tekoa Marangatú (Puerto Leoni), Francisca (página 5) recibió recientemente una mención especial por su trabajo de talla en madera dura, en la 39° Fiesta Nacional de la Artesanía, de Colón. Es que varios artesanos misioneros sorprendieron con sus obras en la feria nacional que terminó hace una semana, como Lirio Giménez (página 4). Entre los más innovadores, Lorena Jacob tuvo la Mención Especial Rueca de Plata a la Producción Artesanal por su trabajo en vitrofusión, que está entre los mejores del país, por ejemplo.
“Eso es lo lindo de Misiones tan rica, con tanta diversidad cultural. Conviven distintos mundos, lo mbya guaraní, la influencia de Paraguay con artesanos que traen oficios como el de ñanduty o el trabajo en cuero repujado y muchos otros....”, marcó Baéz sobre este crisol artístico.
Así, con la madera como puntapié, Gerónimo Bareiro (página 6) es uno de los artesanos que vino del otro lado del Paraná y expandió su arte como “un ebanista importantísimo, con una calidad, una avidez impresionante”, según entendió Báez.
En esa línea, el director provincial de artesanías sumó que la diversidad se debe más allá de las influencias culturales, “a la materia prima que hay disponible”. “Misiones se distingue por los trabajos en madera por esa gran variedad que hay de especies arbóreas, con distintas formas, texturas, nudos que se transforman en cosas muy lindas” explicó al tiempo que recordó que, por ejemplo, una bandeja hecha en cañafístola sorprendió a todos en una feria, por sus vetas similares al mármol o piedra.
Y con tanto disponible, algunos artesanos trabajan distintos materiales, como María Acosta que utiliza desde tacuara, uña de gato, güembé y distintas fibras vegetales, para crear maravillosas piezas. María -cuya historia hemos contado en varias ocasiones- sigue empeñando las técnicas que aprendió de sus tías paraguayas y es la única maestra artesana de la provincia que tiene el Rueca de Plata, premio mayor de la artesanía, otorgado en Colón.
Además, ceramistas como Marcelo Ramírez de Jardín América son otro ejemplo de que la artesanía en Misiones se eleva. Mezclando barro y aserrín de hierro, Ramírez crea texturas inigualables (página 8). Mientras, en la capital, Rosanna Rinaldi y Luján Oliveira renuevan constantemente su muestrario artístico y desandan habilidades propias y ajenas. En Oberá, en tanto, la icónica María Sawczuck de Horrisberger usa la inspiración de la chacra para seguir creando.
Curupí caí, guatambú, barro ñaú, tacuara, isypó, guayubira y cientos de otros materiales hacen de Misiones un nido ideal de creatividad artesanal que despierta en ‘importados’ como el tucumano Bonifacio Guaymas (página 7) el afán de crear.
“Ser artesano es también jugarse, por un estilo de vida, por un oficio...Generalmente el artesano vive de lo que hace”, detalló Báez y recordó que en pandemia se evidenció que “muchos dependían de la venta diaria”. Hoy, el contexto de crisis económica e inflación dificulta aplicar un precio que denote el valor de la obra, según postulan.
Desde el Estado, Báez adujo que se busca acompañar constantemente a estos creadores, visibilizar su trabajo, y ayudar a potenciar sus ventas. Uno de los puntos donde se nuclea su trabajo es en La Casita de las Artesanías de la Costanera posadeña, por ejemplo.
Asimismo fiestas y ferias de la provincia se aprovechan como nexo y encuentro, con una pata importante puesta en difundir talleres “para que más gente joven se pueda sumar” y los valiosos oficios no se extingan en manos de estos actuales grandes maestros.
Informe de domingo
Ofrendas de monte y antiguos saberes
El ebanista Gerónimo Bareiro y la perfección del oficio, como pocos
Aroma de cedros para plasmar paisajes e historias
Francisca y el amor por la talla que pasa generaciones
Guaymas y su arte autodidacta que representó a Misiones entre los escultores
