Policía devenido en delincuente
De las condenas por asalto a preso por un cruento crimen
Uno de los hechos de sangre más conmocionantes de 2023 fue el asesinato de Marcos ‘Pelado’ Martínez (46). El hombre fue encontrado desmembrado y envuelto en bolsas dentro de una heladera en su domicilio del barrio A4 de Posadas y hasta ahora no se hallaron partes de su cuerpo.
El caso fue descubierto el 16 de diciembre y ese mismo día apareció en el radar de los investigadores de la Policía de Misiones un peso pesado del hampa, Sergio ‘Bin Laden’ Ortiz (50). Se trata de un expolicía que con los años se convirtió en un violentísimo asaltante y lleva una carrera delincuencial de 20 años, con condenas cumplidas en Misiones y causas en Corrientes.
Ortiz fue atrapado el día 18 en una casa del barrio Villa Dolores de Posadas. Entonces se pudo establecer que su último egreso de una cárcel de Misiones había ocurrido en 2029, cuando fijó residencia en Candelaria. Sin embargo, su antecedente más cercano era de septiembre del 2022, en Corrientes capital. Allí lo detuvieron como sospechoso de formar parte de una banda que asaltó cuatro comercios en dos semanas.
En el repaso de ex convicto reincidente Bin Laden representa un ejemplo extremado, ya que fue detenido en el Patronato de Liberados, donde fue a notificarse en el marco del seguimiento de sus salidas transitorias, según recordó alguien que participó del procedimiento pero no pudo precisar si fue en 2013 o 2014.
Se lo había señalado como sospechoso por un asalto a mano armada a una mujer en el barrio Palomar. La víctima había sido seguida desde Candelaria y cuando estacionó el vidrio de su auto explotó de un golpe y la sacaron del vehículo de los pelos y culatazos para luego llevarse la recaudación.
En medio de esa conmoción pudo memorizar la patente del Gol del delincuente, que rápidamente fue asociado a Ortiz. Cuando le mostraron su foto no dudó afirmar que había sido él.
Quienes conocen a Bin Laden consideran que su relación con el delito se inició cuando conoció a quien fue señalado como el más célebre poliladrón, Walter Ramón Markendorf. “Bin Laden era la mano derecha de Markendorf. Éste era el que pensaba; Bin Laden le ponía balas y el cuerpo”, recordó un funcionario de la Justicia de Misiones que lo investigó varios años y fue consultado para un artículo sobre ellos para este diario.
Markendorf, con destacados registros y preparación en la fuerza, murió acribillado en Paraguay tras fugarse de la cárcel de Tacumbú en 2004, donde se alojaba por asalto seguido de muerte.
Los dos integraron el Comando Radioeléctrico de Posadas y mediante eso conocían la calle y los delincuentes. “Primero los detenían, una vez que establecían un vínculo les exigían parte de lo robado, luego los hacían robar para ellos. Y al final directamente empezaron a robar ellos”, amplió el citado investigador.
Pero en las páginas policiales Bin Laden apareció por primera vez en marzo del 2003, en el marco de la investigación del asalto en casa de un empresario español llamado Joaquín Soler. El hecho fue perpetrado por forajidos cordobeses y mendocinos, pero se descubrió luego que habían contado con el apoyo de una pata misionera.
La investigación derivó luego en la detención de Bin Laden, que rápidamente fue asociado a otros hechos en la capital y Oberá.
Otro caso ocurrió en abril del 2009, en el recordado asalto al empresario de la noche Carlos Espíndola, dueño del boliche Power. Espíndola fue abordado cuando llegaba a su casa de madrugada, pero reaccionó rápido y logró huir, por lo que los delincuentes efectuaron disparos contra el vehículo.
Bin Laden Ortiz fue detenido días después y aceptó su responsabilidad en los hechos mediante un juicio abreviado en 2011, cuando recibió seis años de prisión. Claro está que el tiempo tras las rejas no apagó su incomprensible vocación de delincuente que lo llevó a dejar el uniforme.
Al punto que hoy está detenido y con prisión preventiva por el peor de los delitos.
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