Las dos mujeres fueron halladas en distintos pozos de agua, a 500 metros de distancia
Dos asesinatos en Campo Bauer y un mismo femicida implicado
A finales de diciembre de 2022, Franco Ramos (27) fue condenado a prisión perpetua como el único responsable del atroz femicidio de quien fuera su pareja, Marina Da Silva, una joven posadeña de 19 años que nueve años antes fue asesinada a golpes en la cabeza y luego arrojada a un pozo de agua de una olería de Campo Bauer, cerca de Nemesio Parma.
Pero además de ese juicio que se ventiló durante ocho jornadas en el Tribunal Penal Dos de Posadas, y en un proceso penal paralelo que continúa en la actualidad, el mismo hombre fue señalado como un actor preponderante en otro cruento asesinato ocurrido en el mismo paraje.
Y es mientras Ramos aguardaba en libertad ser juzgado por el crimen de su pareja tras el vencimiento en 2020 del plazo razonable de prisión preventiva impuesta por la Justicia, su presunta implicancia en el crimen de la taxista Claudia Benítez (34), ocurrido en mayo de 2022, lo llevó un mes más tarde de este suceso a ser detenido nuevamente.
Tanto el crimen de Marina Da Silva como el de la trabajadora del volante tienen muchas similitudes. Pero ¿por qué se implica a Ramos en el crimen ocurrido en 2022?
Según detallaron fuentes que investigan el ataque a Benítez, el pozo de la casa abandonada donde fue encontrada asesinada la taxista se ubica a tan sólo 500 metros de distancia de la propiedad donde fue ultimada la pareja de Ramos.
En el caso más reciente, además del condenado a perpetua, está detenido y con prisión preventiva la pareja de Benítez, Juan Andrés Rodríguez (39), quien se sospecha habría requerido la ayuda de Ramos, ya que este último conocía como la palma de su mano cada lugar de Campo Bauer. Conocimientos que adquirió por haberse criado en la zona del Oeste posadeño, cercana al Paraná y conocida por su fuerte actividad olera.
Lo reconstruido hasta el momento según pesquisas del caso indican que tanto Rodríguez como Ramos se conocieron en el culto de una iglesia del barrio Sol de Misiones II, de Posadas. Mismo barrio donde en junio de 2022 fue atrapado el condenado tras ser rastreado y por haber tenido entre sus manos el teléfono celular de la taxista asesinada.
Luego, un informe requerido a la Secretaría de Apoyo en Investigaciones Complejas (Saic) detectó varias fotografías que se tomaron semanas antes del crimen de la trabajadora del volante, en la zona donde fue encontrada sin vida la mujer de 34 años.
Condenado a perpetua
Exactamente nueve años después de la última vez que fue vista con vida la víctima, el tribunal condenó a prisión perpetua a Franco Ramos, pareja de Marina al momento del hecho, y a su vez, absolvió por el beneficio de la duda a Juan Ángel Portal y a Alejandro Da Silva, que también llegaban acusados al debate y quienes recuperaron de inmediato la libertad.
“Sin juicio oral este caso no se podría haber resuelto”, afirmó el fiscal Vladimir Glinka, quien a lo largo del proceso tuvo que analizar qué tipo de responsabilidades tuvieron los encartados y un cuarto imputado que tuvo el expediente, Omar Rito Ramírez, quien falleció meses antes sin poder ser juzgado por el caso.
En base a los perfiles que fue armando de cada uno de los involucrados en esta cruenta historia surgió que Ramos era una persona que tendría rasgos de mentalidad perversa.
Para ello citó a una perito en psicología que declaró en el debate y que en su declaración describió aspectos que señalaban a la pareja de Marina como un individuo que pudo haber planificado el crimen.
Ramos era la pareja de Da Silva y juntos vivían en una casa cercana a la olería. La víctima, según la autopsia, murió debido a un golpe fuerte en la cabeza que le causó una fractura de cráneo.
Sobre el sábado 21 de diciembre, día en que se cree fue ultimada la joven, Ramos en su declaración en el juicio indicó que salió al mediodía para pasar el resto del día en casa de su suegra junto a Marina y su hija en el barrio Cruz del Sur. Esto es a unos siete kilómetros de distancia entre ambos barrios.
En este punto la fiscalía indicó que ese día la pareja dejó a su pequeña de 2 años y luego fueron en moto hasta el trillo que conduce al pozo donde diez días más tarde fue encontrada sin vida Marina.
Glinka consideró clave el relato que dio un vecino de apellido Machado, quien ese 21 vio a la pareja entrar al trillo. Y que tras recorrer más de 200 metros arribaron al sector de más vegetación que rompe con la zona descampada de Campo Bauer en donde ocurrió el ataque.
“Sin mediar ninguna palabra, porque ella no tenía gestos defensivos, recibe dos golpes en el cráneo, en inmediaciones del pozo. Lo que no pudo controlar Ramos fue la falta de recursos. Él se manchó con sangre y tuvo que volver a la casa y buscó el cable prolongador del ventilador. La ató con eso. Ató el bolso del equipo de música en la cintura con una piedra. El bolso también es un recurso reconocido”, aseguró el fiscal.
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