En Argentina aún no hay una normativa específica

La Justicia, entre la regulación de las IA y su uso para agilizar las causas

El doctor en Derecho Miguel Jara se refirió al impacto de las nuevas tecnologías en un ámbito tan sensible socialmente. Apuntó a la necesidad de proteger datos personales
domingo 23 de abril de 2023 | 6:05hs.
La Justicia, entre la regulación de las IA y su uso para agilizar las causas
La Justicia, entre la regulación de las IA y su uso para agilizar las causas

La tecnología evoluciona a pasos agigantados y en medio de la incertidumbre sobre los usos que se le puede dar a la inteligencia artificial, hay una certeza: traspasa la vida en todos los aspectos. Educación, seguridad, salud, economía están teniendo cambios vertiginosos. No obstante, hay algo que aún se está quedando atrás y es la regulación ante los eventuales peligros que esta puede traer. Es que más allá de los numerosos beneficios que han sido comprobados en su utilización, aún no se sabe a ciencia cierta los alcances que puede tener y dónde se encuentra el límite entre lo legal y el delito.

La Justicia argentina, en este marco, va trabajando con las IA en un doble sentido. Por un lado, tratando de encarar el impulso legislativo hacia una ley específica que proteja, principalmente, los datos personales; y por otro, en el beneficio que las nuevas formas de trabajo pueden tener dentro del mismo sistema de justicia, utilizando la inteligencia artificial como un aliado que contribuye a la agilización de los trámites y las causas.

Sobre esto se refirió Miguel Jara, doctor en Derecho, investigador y vicedirector de la Comisión de Informática e Inteligencia Artificial de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (Faca), quien - en diálogo con El Territorio- repasó la posición en la que está el país (y el Derecho) con respecto a los avances de carácter mundial. Además, compartió un trabajo doctrinario que realizó sobre el tema titulado ‘Aproximación a la inteligencia artificial y el derecho. Un abordaje actual desde el derecho’, en el que habla del impacto que las IA tienen y tendrán en la vida diaria.

En esa línea, aseveró que “la República Argentina aún no cuenta con una ley específica de IA al día de la fecha, ni existe un marco legal específico o ley general de antecedentes sobre IA”. No obstante, sostuvo que el país cuenta ya con un Plan Nacional de Inteligencia Artificial, además del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, que proponen un abordaje integral para promover, por ejemplo, la IA asociada a los sectores de salud, educación, energía y ambiente.

Asimismo, afirmó que en el Congreso de la Nación se encuentran ingresados algunos proyectos de ley que están en debate. “Es importante el trabajo interdisciplinario porque la IA compromete a distintas áreas”, afirmó. “Aunque no hay una regulación específica, se pueden aplicar leyes y normas existentes en materia de protección de datos, privacidad, responsabilidad civil, propiedad intelectual y derechos humanos para regular el uso de la IA en diferentes ámbitos”, sostuvo. Empero, realizó una importante observación al advertir que en lo que tiene que ver con la protección de datos personales “la ley data del año 2000, es decir tiene más de 20 años, por lo que debe ser necesariamente actualizada”.

En tanto, el letrado mencionó también el código de ética nacido en el sector privado por parte de Alphabet Inc., empresa multinacional estadounidense, matriz de Google. Allí forjaron los ‘Principios Éticos de Google’, que constan de siete puntos. Estos prohíben, entre otras cosas, el desarrollo de armas autónomas y tienen como objetivo beneficiar a la sociedad, evitar el sesgo en los algoritmos, respetar la privacidad, asegurar la seguridad, rendir cuentas públicamente, mantener el rigor científico y estar disponible para otros de acuerdo con los mismos principios”. “Google ha adoptado este código y no permite que su IA se utilice para desarrollar cualquier tecnología que pueda causar daño”, dijo Jara.

La IA como socia de la Justicia

Miguel Jara, doctor en Derecho.

En el informe, Jara también se refirió a los usos que la Justicia argentina ya está dando a la inteligencia artificial. Contó que en el país se desarrolló “Prometea”, una IA producida por el Ministerio Público Fiscal de Caba y la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, con el objetivo de agilizar la Justicia y permitir un mejor uso de los recursos. De acuerdo a lo explicado por el abogado, es un sistema que lleva adelante la solución de determinados casos judiciales o administrativos. Sin embargo, “dejamos en claro que la última palabra siempre la van a tener las personas, en contraposición a la creencia popular de que hablamos de algún tipo de juez robot, siendo en realidad un asistente ultracalificado que utiliza una IA para mejorar las tareas de las personas”, aclaró el especialista.

Asimismo, remarcó que Prometea utiliza la predicción, además de reconocimiento de lenguaje natural y la automatización. “En su faceta predictiva logra obtener la solución aplicable a un caso en menos de 20 segundos, a partir de ingresar solamente el número de caso a resolver. Esta tarea la lleva a cabo a partir de la lectura y el reconocimiento de patrones de las decisiones judiciales de las anteriores instancias que se encuentran disponibles en la web”, detalló Jara y agregó que la tasa de acierto en las resoluciones de casos es de un 95%.

Además, destacó que este tipo de tecnología ayudará a la desburocratización, una de las mayores críticas a las que hoy se enfrenta la administración de justicia. “Por ejemplo, a partir de cinco preguntas es capaz de completar de forma íntegra el dictamen del fiscal por el que se debe rechazar un recurso por extemporáneo”, determinó. Es que “en materia contravencional podría realizar en 26 días, resoluciones que de otra forma llevarían 110 días. En igual sentido respecto a las ejecuciones fiscales donde en el mismo período en que se realizan actualmente 255 sentencias, con Prometea se podrían realizar 1440”.

Por su parte, en la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires se trabaja con otro proyecto llamado “Experticia”, para avanzar en la optimización de la Justicia en cuanto a celeridad, economía procesal e inmediación. Finalmente, también existe otro proyecto llamado Hodor, con el cual la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil sumará una IA para automatizar los inicios de los procesos sucesorios ab intestato.

“Todo tiene sus riesgos, de acuerdo a cómo se encaren los proyectos, los algoritmos son cargados por personas. Pero más allá de eso, es una asistencia muy grande, sobre todo a la hora de la desburocratización. La Justicia lenta no es justicia y esto puede ayudar a eliminar los tiempos; uno de los problemas que se le reclama a la justicia. En materia de IA, Argentina tiene los mayores referentes, pero resta aún mucho trabajo por delante en materia legislativa al respecto”, concluyó.

 

Escenario internacional

La necesidad de una regulación de la inteligencia artificial no es algo exclusivo de Argentina. En todo el mundo está habiendo un panorama de incertidumbre respecto de cómo abordar el tema. Un caso noticioso fue el de Italia, primer país en bloquear Chat GPT por no respetar la legislación sobre datos personales y carecer de un sistema de verificación de la edad de los usuarios menores. En ese marco, se supo que la Unión Europea está preparando un proyecto de ley para regular la IA, que podría estar listo a finales de 2023 o principios de 2024.

El doctor en Derecho Miguel Jara, a través de una publicación doctrinaria, explicó que así la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), ya publicó directrices para el uso responsable de la IA. Los 36 países miembros de la Ocde, junto con Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú y Rumanía suscribieron en París los Principios de la Ocde sobre la IA en la Reunión del Consejo de Ministros de la Organización, con el lema “La transición digital al servicio del desarrollo sostenible”.

De forma previa, la Unión Europea, con el Reglamento General de Protección de Datos estableció normas de protección de datos personales que deben ser consideradas en el contexto de la IA, incluyendo la transparencia en el tratamiento de datos, el derecho de oposición al procesamiento y la regulación específica sobre la toma de decisiones automatizadas. “LA UE desarrolló el ‘Libro Blanco sobre la Inteligencia Artificial, un enfoque europeo orientado a la excelencia y la confianza’, que fue publicado por la Comisión Europea en 2020”, contó Jara. Y destacó que es la primera legislación en materia de IA del mundo. Contó que este marco legal “está en proceso de consulta y aprobación por parte del Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE, y se espera que entre en vigor en estos años. Si se aprueba, se convertirá en la primera ley de IA a nivel de la UE y establecerá un estándar global para la regulación de la IA”.

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