Piden donaciones para fortalecer el proyecto
El merendero que se convirtió en una escuela en San Pedro
En un espacio precario, con recursos mínimos, la fuerza de voluntad, empatía y amor por lo que se hace se ponen en evidencia con una propuesta sumamente valiosa que se añade al merendero ‘Más allá de un sueño’, creado y solventado hace casi cinco años a pulmón por María Kenpka y su familia.
Alumnos de la Escuela Normal 14 dedican tiempo en reforzar contenidos pedagógicos a los niños que presentan dificultades escolares, siendo un gesto valorado de cara al inicio de clases.
Hasta la semana pasada el espacio brindaba la merienda a 82 niños que residen en dos de los barrios más carenciados de San Pedro: La Tosquera e Irrazabal. Ahora estos pequeños pasan a recibir el desayuno y luego alumnos de la carrera de Nivel Inicial y profesorado en Enseñanza Primaria de la Normal 14, que cursan Práctica III, IV y residencia tornan el espacio un aula, siendo este un proyecto que surge en el Campo de la Práctica.
Hace unas semanas, desde la institución la vicerrectora y profesora María Ester Medina, que junto al profesor Víctor Núñez están al frente del proyecto, mantuvieron contacto con Kenpka a fin de transmitirle la iniciativa, la cual fue aceptada desde un primer momento y pese a no disponer de comodidades mínimas, ya que actualmente el merendero funciona en un espacio que cuenta con solamente una mesa y un banco, las ganas de aprender se interponen a cualquier dificultad.
El proyecto tiene como objetivo trabajar la revinculación pedagógica de los niños que presentan dificultades en el trayecto de aprendizaje a consecuencia de los cambios en el cursado impuesto por la pandemia de coronavirus.
“La idea es brindar ese servicio desde la escuela para fortalecer las necesidades pedagógicas que se presentaron a partir de la no presencialidad que se vio en la pandemia. Agradecemos a María por permitirnos dar herramientas a los niños que se tornan nuestra prioridad en este contexto, poder revincularlos y que puedan tener una trayectoria escolar exitosa”, indicó sobre la propuesta la profesora Ivana Barrios.
En grupos
En la vivienda en construcción, los futuros docentes dividen a los niños en grupos; allí, el diagnóstico de situación de cada uno de ellos es una de las primeras actividades para encaminar el fortalecimiento de cada trayectoria en particular. En base a ello realizan tareas referidas a lectura, escritura y operaciones básicas, donde cada niño tiene su cuaderno y el grupo de futuros docentes, que brindan este servicio los miércoles, comunican a sus pares sobre lo realizado para que den continuidad el viernes, porque los estudiantes están divididos en dos grupos.
Durante las clases resulta motivador observar el entusiasmo de los niños, algunos sentados en el piso, sin tener donde apoyar su cuaderno, más que las ganas de seguir estudiando pero también la voluntad de los estudiantes superiores, pone de manifiesto que entendieron el verdadero sentido de ser maestro, siendo una experiencia que a su vez enriquece la formación profesional.
“Estamos orgullosos de los alumnos que están en periodo de vacaciones y nos respondieron de forma rápida, eso nos da a pensar que están comprometidos con la tarea docente, es un servicio al niño, que estén presentes hoy acá quiere decir que como profesores, como institución, vamos por buen camino y que ellos están contentos con la carrera que eligieron”, destacó Barrios.
Teniendo en cuenta que se trata de niños que provienen de familias de muy escasos recursos, donde muchos aún no cuentan con los útiles, desde la institución, mediante la aprobación de la propuesta, reciben fondos por parte del Ministerio de Educación a fin de adquirir útiles escolares proporcionados a los menores y algo para compartir, además de los materiales que cada alumno aporta.
Por su parte, y siguiendo la línea de recursos, la creadora del espacio valoró la iniciativa y pidió colaboración para que tanto los niños como estudiantes cuenten con mejores comodidades para continuar el proyecto, que se extenderá por todo el año.
“Este año nos estamos solventando con la ayuda de una señora que nos esta donando mercadería, como nos mudamos de lugar no tenemos techo, nos faltan bancos y mesas. Acá lo que hacemos lo hacemos de corazón y por los niños, por eso pedimos a quienes puedan colaborar con madera y clavos y también leche, harina, azúcar, y lo que pueda ser útil para darles el desayuno”, solicitó María Kenpka.
Quienes quieran colaborar con ese significativo espacio, pueden comunicarse al 3751-418432.
Informe de domingo
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