Tras ser jugadores comenzaron su carrera como entrenadores

Cuando el amor nace por amor al deporte

Lucía Marcos y Agustín Antúnez se conocieron en las canchas de básquet y, a través del deporte, nació su amor. Ambos concuerdan en que acompañar al otro es la clave
domingo 13 de febrero de 2022 | 6:08hs.
Cuando el amor nace por amor al deporte
Cuando el amor nace por amor al deporte

Hace más de 10 años que Lucía y Agustín se cruzaban en las canchas de básquet de la provincia. Primero como jugadores, después como entrenadores; y el denominador común fue la naranja.

Cuando Lucía Marcos se mudó a Posadas para estudiar Comunicación Social también comenzó a estar en la mesa de control de diferentes partidos y Agustín Antúnez empezó a desandar su camino como entrenador, por lo que cada vez fueron más seguidos los cruces.

“Nos conocimos a través del deporte, hace 10 años, de estar en el mismo ámbito. El básquet es chico en ese sentido. Los dos éramos jugadores y nos conocíamos las caras. Cuando yo me fui (de Eldorado) a estudiar a Posadas hacía mesa de control”, arrancó Lucía y Agustín agregó: “Y yo justo empecé a dirigir, entonces los sábados de Liga Provincial formativas yo estaba en la cancha y ella en mesa de control”.

Así, poco a poco, las charlas fueron más continuas y, además, en la casa de los Marcos se hablaba bastante seguido de Agustín.

“Mi papá lo lleva a Agustín a todos lados y siempre me hablaba de él. Que lo quería mucho, que era un capo y, de a poco, empezamos a tener más vínculo. Si bien hablábamos, cuando nos fuimos como entrenadores a Capri, ahí afianzamos el vínculo”, recordó Lucía.

Capri fue, hace poco más de dos años, el punto de partida de la historia de amor entre Agustín y Lucía, que tuvo, tiene y seguirá teniendo al básquet como uno de los puntos importantes de su día a día.

“Por momentos evitamos estar tanto tiempo en el club, para dedicarnos justamente a la pareja, porque sino sólo compartíamos eso”, aclaró Agustín.

Hace poco que ambos dejaron Posadas para mudarse a Puerto Rico, ya que él se sumó al staff de entrenadores de Siglo XXI y ella no dudó en acompañarlo. “Lo mío es una cosa laboral, un crecimiento personal, me vine de la mano de Mariano (Marcos)”, comentó Agustín.

Ese estar al lado del otro es algo común para ambos. “Eso fue lo lindo al principio, acompañarnos. Si Agustín tiene un partido yo voy y si yo tengo uno él está ahí, siempre acompañando”, expresó Lucía, al tiempo que aclaró que fuera del club “intentamos dejar de lado al básquet y dedicarnos a nosotros”.

Es que ambas familias son del básquet, apasionados de la naranja, y si no piden minuto por un rato, siempre las conversaciones girarían en torno a la pelota. Por eso, cuando le ponen pausa al deporte, Agustín y Lucía se dedican a la pareja.

Historia conocida

Lucía viene de una casa en la que su papá Mariano y su mamá Mariana fueron jugadores y luego se transformaron en entrenadores de básquet. Los tres hermanos crecieron dentro de los clubes y mamaron desde muy pequeños ese amor por el deporte.

Por eso, a la hora de elegir una pareja, Lucía tenía claro que debía ser del mundo del deporte, aunque, que Agustín sea del mundo básquet fue algo azaroso.

“No conozco tantas parejas que ambos sean del palo. Se me vienen a la cabeza dos o tres, pero no es tan común. A mí me pasó con lo de mis papás, pero no es tan común. Sí buscaba alguien que sea del deporte”, comentó ella.

El entender y respetar los tiempos que el deporte a veces exige es fundamental para la pareja y ambos tienen en claro que, si el otro fuese de otro palo, quizás no tendría la paciencia necesaria.

“Los findes siempre los tenemos programando viajes. Trabajamos juntos en las formativas y desde que yo me inicié como entrenadora Agustín me ayudó mucho y estuvo al lado”, contó Lucía, al tiempo que Agustín agregó que “siempre nos apoyamos en ese sentido, de entender el rol del otro”

“Esto de compartir una pasión creo que hace a que sea tan bueno el día a día. Es poco a veces el tiempo que tenemos sin hablar de básquet, pero también nos ayuda a acompañar al otro”, aseguraron ambos.

Agustín y Lucía. Lucía y Agustín van desandando, junto al básquet, su camino como pareja, como entrenadores y con la convicción clara de estar, con o sin el deporte, siempre apoyando al otro.

 

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