Un universo cultural para cortar la semana y expandir el arte escrito

Construimos un capital cultural”, entendió Gerardo Ramón (33), pionero del grupo literario Poesía de Miércoles, que desde 2013 marca la resistencia de las letras en Posadas.
En encuentros intimistas y a la vez abiertos a toda la comunidad, el pelotón de poetas underground se sostiene en base a la constancia de algunos apasionados. “En un principio, éramos Lucía Pérez Campos y yo los impulsores, y si faltábamos los dos, la gente se iba”, recordó el también editor e imprentero. De la misma manera, si ellos no iniciaban la lectura, el silencio era muy palpable, casi asfixiante. Paso a paso, poetas van, poetas vienen, lectores y escritores se fueron reuniendo bajo un mismo techo y hoy el plantel “estable” que lidera y oficia de anfitrión de las actividades son alrededor de diez personas. “La idea es que sea un grupo autogestivo, autárquico, y por eso todas las partes hoy son prescindibles, la gente se fue apropiando de Poesía...”, contó Gera.
Mientras algunos prefieren recitar textos ajenos y otros buscan una devolución de su emesis catártica, el intercambio está siempre, con el norte de expandir esta expresión en versión misionera.
Si bien la identidad del grupo está bien marcada con aspectos regionales y generacionales que hacen a su accionar, la sociedad de jóvenes misioneros (entre 20 y 35 años) está definida por una estructura flexible y la apertura a otros emprendimientos, incluso de distintas disciplinas artísticas. “Cualquiera que trae un proyecto relacionado a la literatura, lo apoyamos”, refirió el referente de Raymond, editorial independiente local. Así, suman teatro, música y perfomances en sus juntas.
Constantemente el aliento es animarse. Animarse a leer ante un público, animarse a escribir, a proponer; aunque así como no hay una imposición de reglas a la hora de participar, tampoco hay juzgamientos o devoluciones sobre lo presentado.
Sin embargo, hay un trabajo en conjunto. Para ejemplificar, entre Poesía de Miércoles y Raymond obviamente hay una relación estrecha y en estos años se han editado de entre 10 y 15 libros de distintos autores que surgieron del grupo literario en esas jornadas sociales.
A pesar de ello, la idea de obtener una rentabilidad que permita vivir de las letras, más que un ideal o un sueño, se plantea como “una fantasía” entre los participantes.
“Es una realidad que aprendimos a vivir”, detalló Gerardo, balanceando el valor del capital cultural y el financiero. En esa línea profundizó que aunque la experiencia es diferente para cada escritor que logra concretar su obra impresa, “creo que es más importante para el público que para el autor. No hay un sentimiento de hazaña ni un orgullo sino gratitud, un sentimiento de compartir con amor”, subrayó.
Con este enamoramiento por los versos y la prosa, más allá de los ciclos semanales que se desarrollan los miércoles en el Cidade, los literatos de Posadas organizaron batallas de trovadores en los ‘Slams de poesía’, unieron la escritura al rock, a la psico electrónica y a reflexivas obras de teatro locales. “Para divertirnos en torno a la literatura”, postuló Gera que además de su pasión por el mundo escrito, es licenciado en Artes Plásticas, docente y también se desempeña como escenógrafo en el Centro del Conocimiento.
“Muchos se acercan a compartir, alentamos mucho a que se animen a leer sus textos y más, pero siempre con delicadeza, porque cada uno tiene sus tiempos y un proceso propio”, reflexionó dando rienda suelta a que, quizás, el que está del otro lado, hoy como lector, se acerque, aunque sea tímidamente, a exponer su lado más íntimo, ese que se desnuda a través de las letras que salen del corazón.