“Vivir de la escritura no te hace escritor”

domingo 30 de junio de 2019 | 6:00hs.
‘Cuentos breves’ es la última publicación de Sebastián.
‘Cuentos breves’ es la última publicación de Sebastián.
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólitosociedad@elterritorio.com.ar

Escribir se convirtió en la pasión de Sebastián Borkoski desde que era niño y hoy es uno de los autores más populares de la literatura misionera. Nació en Posadas en 1981 y al momento de elegir una carrera universitaria optó por la ingeniería industrial, se tituló y en la actualidad se desempeña en esa área y también le dedica tiempo a su relación con las letras.
Tiene publicados El puñal escondido, Cetrero nocturno, Trampa furtiva, Los diablos blancos y el más reciente Cuentos breves. Sus relatos fusionan la naturaleza, las realidades sociales, el suspenso y lo fantástico. Sus obras se leen en las escuelas, se adaptaron al teatro (El último cajón, por un grupo de Entre Ríos) y se llevaron al audiovisual, como es el caso del corto de animación Cetrero nocturno, de Elián Guerín.
En diálogo con El Territorio, Borkoski habló sobre la actualidad de la literatura y los autores misioneros, su concepción de lo que significa ser escritor así como los desafíos frente al público local.

¿Cómo ves a la literatura misionera?
Veo que a diferencia de otros años, o al menos de cuando yo arranqué, se editan más libros. Eso quizás tenga que ver también con ciertas facilidades, que se pueden hacer tiradas más chicas y eso da quizás un mejor acceso a nivel precio. Por otro lado, creo que gracias a las redes sociales la gente se anima más porque es una manera de testear y de mostrar el trabajo en lo que es relato breve y poesía.

¿Cómo se da eso en Misiones?
En Misiones sucede mucho con escritores independientes, lo que se llama ediciones del autor, y esa es una de las principales maneras de editar acá en la provincia.

¿Es posible que el escritor misionero pueda vivir de lo que escribe?
No conozco a nadie en Misiones que pueda hacerlo, por lo menos con los que tengo trato, no tienen la suerte de tener un contrato. Que sea una suerte también es relativo, porque el no estar así hace que tengas cierta independencia entre lo que querés y no querés escribir.
En mi caso, es una cuestión de volúmenes de venta porque a mí me ha editado Beeme, pero yo cobro un pequeño porcentaje como autor de cada libro que se vende. Si de vender 300 libros por mes pasás a vender 30.000, obviamente es otra historia. Mis números ahora no llegan a cubrir mis gastos de vida, para eso tengo que trabajar como ingeniero, no me queda otra. Es un trabajo muy a pulmón y un terreno complicado. Acá en Misiones se hace difícil encontrar canales de venta ante editoriales tan grandes.

¿Qué lugar ocupan las producciones locales en las ferias?
En las ferias locales se les da mucha importancia a los autores misioneros y es el principal punto de ayuda. En las ferias los precios y la oferta son otros. Los escritores son invitados a presentar sus libros y se genera algo lindo.

¿Cuál es tu situación en particular?
De mi experiencia puedo decir que es difícil, ingresos de la literatura tengo un pequeño porcentaje de cada libro que vendo, de las obras de teatro que se hacen con la adaptación de mis cuentos. Todo va sumando pero no alcanza, pero creo que el vivir de la escritura no te hace escritor. Lo pongo en un juego de palabras, para mí escritor no es quien vive de la escritura sino aquel que no puede vivir sin escribir. Eso define para mí a un escritor: vos necesitás escribir, necesitás contar una historia, expresar algo en algún cuento o poema, el que trata de perfeccionarse y conseguir la mejor versión de lo que quiere contar.
Después lo otro viene solo, no viene nunca o viene después de muerto. Herman Melville, por ejemplo, murió siendo jubilado de empleado aduana y escribió Moby Dick, lo que se habrán beneficiado sus descendientes. El aspecto positivo es que desde que arranqué veo que más jóvenes se animan y eso lleva a una mayor producción y allí empieza a aparecer la calidad.

¿El lector misionero se interesa por las obras de los autores locales?
Creo que sí. Los docentes se interesan más que el lector en general, porque a los chicos les gusta leer y poder conocer al escritor y que eso no sea tan lejano. Muchos docentes apuestan a la literatura regional y eso es algo que me gusta destacar porque es real, a mí me ha ocurrido y sé que a muchos otros también.
El público en general no tanto, estaría faltando quizás un poco más de empuje para que empiece a interesarse. Me pasó que personas adultas llegaron a mis libros porque a su hijo se lo hicieron leer en la escuela. Así la literatura regional fue progresando porque se le da mucha importancia a nivel educativo.

¿Qué pensás que atrapa a la gente de tus libros?
El suspenso y el género fantástico es algo que prende y que interesa. No es algo nuevo o diferente lo que estoy proponiendo pero como es algo que siempre me gustó me sale. A través de eso explorar las denuncias sociales porque la gente se conmueve con esto, cuando uno cuenta una historia que tiene que ver con injusticias, maltratos y situaciones actuales de este mundo… cuando las historias intentan tocar esas fibras sensibles en el lector, se prenden.