Una feria, un puente

domingo 30 de junio de 2019 | 6:00hs.
Las ferias promueven la interacción lector-textos.
Las ferias promueven la interacción lector-textos.
Silvia Godoy

Por Silvia Godoysociedad@elterritorio.com.ar

Las ferias del libro como espacios de circulación de la literatura y de encuentro de todos sus actores han recorrido un largo camino en nuestro país, originadas en modestos eventos callejeros y muestras itinerantes, se han consolidado hoy como convocantes hechos culturales.
Promovida por la Sociedad Argentina de Escritores (Sade), la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires es el acontecimiento más grande en su tipo para la lengua castellana y ha celebrado este año su 45ª edición.
En esta misma línea, las filiales de la Sade en las provincias, organizaciones no gubernamentales y del Estado organizan estas propuestas con la premisa de poner al libro al alcance de la sociedad y, propiciar el vínculo entre editores, distribuidores, bibliotecarios, libreros y lectores.
En Misiones, la Feria del Libro de Oberá, que se desarrolla hasta el 9 de julio, es pionera en el fomento del hábito de la lectura. Además, en los últimos años, la Sadem, grupos literarios independientes, cámaras de libreros y también las comunas han trabajado para que más municipios tengan su fiesta literaria.
Así, Apóstoles hace más de 15 años que vive anualmente su feria del libro y que cuenta con la participación de los municipios de la zona Sur. Mientras, Puerto Rico presentó en 2018 su noveno encuentro con los textos.
Más cerca en el tiempo, Posadas, Puerto Iguazú y San Ignacio han abierto este espacio por primera vez.
Para el caso de la ciudad capital y el municipio norteño se espera que este 2019 se cumpla con la segunda edición y Posadas ya tiene fecha: será del 3 al 6 de octubre, según confirmaron desde la Secretaría de Educación municipal.
Justamente, el año pasado en la Costanera, en ocasión de la apertura de la feria posadeña, autoridades provinciales comprometieron su apoyo para que cada localidad tenga esta instancia de interacción con los textos y que se dé a conocer las producciones de escritores de este suelo.

Patrimonio
Asimismo, San Ignacio busca convertirse en un faro literario en la tierra colorada. Hace dos semanas fue su primera feria del libro, con buena concurrencia de personas y una nutrida agenda de conferencias y presentaciones de títulos.
Esta ciudad que exhibe los restos materiales de lo que fue la experiencia reduccional guaraní jesuítica en la época de la colonización española y luego, en el siglo XX, a fuerza de monte y río, sería savia-sustento para la novedosa escritura de Horacio Quiroga, se ha empeñado en rescatar este rico pasado de producción escrita que es patrimonio cultural e influjo para las letras venideras.
La feria salió con el impulso del grupo literario Fanáticos de los cuentos de Quiroga, la Biblioteca Popular y la Municipalidad.
Miguel Azarmendia, escritor y organizador, contó a El Territorio que “la feria en San Ignacio nace para dar accesibilidad a los libros en general, pero tiene una fuerte impronta en la promoción de los escritores misioneros, por ello la apertura fue el 13 de junio, Día del Escritor Misionero, en homenaje a Juan Enrique Acuña que es el precursor de una literatura netamente misionera junto con otros grandes escritores contemporáneos a él”.

Mayor accesibilidad
Por su parte, el escritor y periodista Julio César Ramírez que oficializó en la Feria del Libro de San Ignacio su quinta y última producción ‘Esas otras páginas de la historia’, reflexionó acerca de la actualidad de las letras en Misiones.
“Pienso que hoy es más accesible para un escritor poder publicar, es diferente también pero hay más facilidades. Si hablamos de 20 a más años atrás, sólo llegabas al libro si una gran editorial te patrocinaba. Hoy con las nuevas tecnologías, hay publicaciones de autor y también hay editoriales más chicas, todo eso abre el juego para que haya más diversidad, para trabajar en la calidad y me parece muy bien. También sería muy bueno que más autores jóvenes se lancen a escribir y a mostrar su trabajo”.
En este punto, su consejo como hombre de letras a las generaciones jóvenes es “que lean y que escriban, que toda actividad humana se perfecciona en el ejercicio. Que se animen, que golpeen puertas, que es un oficio, una profesión apasionante”.