El escritor misionero sobre el eje intercultural

domingo 30 de junio de 2019 | 6:00hs.
Melo y Santander impulsan el banco del escritor misionero.
Melo y Santander impulsan el banco del escritor misionero.
Federico García

Por Federico Garcíasociedad@elterritorio.com.ar

A la hora de pensar en la literatura como parte del patrimonio cultural es clave el rol que cumplen los investigadores, pues ellos van dando forma a una metodología de análisis a partir de la cual se puede profundizar en la observación de dimensiones simbólicas que intervienen en la compleja red de relaciones que configuran los rasgos identitarios misioneros y, por ende, de los discursos que circulan en ese espacio.
Así, un grupo de investigadores encabezado por la doctora Carmen Santander y la magíster Carmen Guadalupe Melo, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (Fhycs) de la Unam, trabaja en pos del rescate de las producciones autorales de la provincia, así como de su estudio, clasificación y puesta en común a través del banco del escritor misionero.
En diálogo con El Territorio, la doctora Santander destacó en ese sentido que “la idea es montar un lugar donde esté, como reservorio, la memoria cultural de Misiones en el área de literatura”.
A partir de sus análisis críticos, el grupo realizó un relevamiento, selección y digitalización de las revistas culturales que circularon en la provincia en las décadas del 60, 70 y 80, así como del archivo completo de escritores de la talla de Marcial Toledo, desde sus manuscritos hasta los libros publicados, Raúl Novau, Olga Zamboni, Rodolfo Nicolás Capaccio, entre otros, además de una tarea incipiente en esa dirección respecto de Lucas Braulio Areco.
Todo ese material está disponible en una página web creada por el grupo gracias a un financiamiento ganado a través del Fondo Nacional de las Artes. Allí se puede encontrar, además del material literario, los trabajos científicos de los investigadores, los cuales están atravesados por el concepto de autor territorial.
Consultadas sobre los niveles que intervienen en dicho concepto, Guadalupe Melo explicó: “Lo que para nosotros define al autor territorial, ya que a veces hay una lectura sesgada de esa definición, es que es quien crea redes, y eso lo que nos permite decir es que estos autores no se sienten cómodos con el mote de regionalistas o misioneristas o esencialistas, porque ellos dialogan con el universo literario; el concepto de autor regional sesgó mucho esta mirada y para nosotros abrir este concepto significó plantearlo en términos de lo territorial; es un concepto alternativo”.
Respecto a lo que guía su trabajo, explicó: “Nos interesa trabajar la figura del intelectual, del autor crítico y comprometido; y esa figura está linkeada con otros autores regionales/territoriales”, entonces “nos interesa hacer la recomposición de sus trayectorias de lectura y cómo son sus diálogos con la literatura universal”.
Asimismo, Santander describió el perfil del escritor misionero como el de un “gestor, un productor, un creador de grupo, aquel que lucha por romper el statu quo y generar discusiones” y es por eso mismo que se alejan de una concepción unívoca del escritor. “No creemos que haya un único perfil, cada uno cumple un rol en el campo cultural, entendido como un campo de combate con tensiones y conflictos”.
Las plumas que abordan en el proyecto “han sido gente que ha discutido no solamente temas puramente literarios, sino el rol del escritor; de la relación de los escritores del interior con la metrópoli”, dice Santander, a lo que Guadalupe Melo agrega que lo que estos autores ponen en cuestión son “reglas de juego que se imponen desde Buenos Aires a partir de una mirada nacionalista que los escritores de provincia discuten porque no se sienten cómodos en esa definición de lo provincial como lo regional, donde sólo se debe hablar de lo pintoresco; justamente los autores que trabajamos discuten ese lugar”.
No obstante, la magíster aclaró: “No nos interesa decir: ‘Esto es el escritor misionero’, porque consideramos que no hay una esencia que lo define sino que cada figura de autor misionero tiene su definición, su perfil, y se va configurando según sus búsquedas, sus roles”.
Misma línea siguen a la hora de establecer qué entienden por identidad misionera: “Hablamos de ‘lo identitario’ para no caer en el concepto de ‘la’ identidad; no podemos decir que somos algo acabado, es un híbrido constante, es un proceso semiótico infinito”, explicó Santander. En relación a ello, se explayó diciendo que rechazan los conceptos de lo transcultural y lo multicultural, puesto que “lo definimos en términos de interculturalidad, porque no es una sumatoria de identidades ni una búsqueda de síntesis, sino que es un mestizaje”.

Proyecciones
Las investigadoras y docentes se encuentran actualmente trabajando en el Archivo de Autores Territoriales Olga Zamboni, el cual se compone de los textos que formaban parte de la biblioteca personal de la renombrada escritora misionera. En este sentido, contaron que este espacio fue creado mediante un convenio firmado entre el Programa de Semiótica de la Fhycs y el museo Aníbal Cambas. De todas formas, aún no está abierto al público, puesto que se encuentra en etapa de relevamiento y clasificación del material.
Por ello, Santander destacó que “la verdadera relación y compromiso social que uno tiene es el de poner el conocimiento al servicio” y que, además, como docentes, “nuestra fuerza está puesta en última instancia en que esto llegue al sistema educativo provincial; a eso responde la creación de un espacio virtual al que cualquiera pueda acceder pero también es preciso el espacio físico”. En este sentido, agregó: “Nuestra función además como docentes es capacitar, perfeccionar, a través de posgrados y cursos, porque la demanda más directa es el docente”.
De su lado, Guadalupe Melo indicó que “los docentes necesitan herramientas y las demandan porque se dan cuenta que es de lo que menos se trabaja o se trabaja desde los mismos lugares de siempre, entonces todo el tiempo están demandando esa formación para poder llevarla al aula”.
Así también, además de terminar de armar la biblioteca, tienen la vista puesta en empezar a realizar ciclos de conferencias o visitas escolares, y proyectan la edición e impresión de su producción científica.