Planea escribir un libro de geométridos de Misiones
Adentrarse en montes para descubrir nuevos insectos
Adriana Chalup es directora del Museo e Instituto de Entomología de la Fundación Miguel Lillo, dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán. Entre las muchas líneas de investigaciones que participó, la experta en entomología estuvo en el grupo de trabajo que descubrió la nueva especie de polillas en Garupá. La Fundación Miguel Lillo alberga muchísimos trabajos y es una de las más importantes del país y de Sudamérica en cuanto a diversidad de insectos.
En diálogo con El Territorio contó que su objeto de estudio es la biodiversidad, sobre todo de polillas. “Tuve la oportunidad de recorrer varios lugares de Misiones como Iguazú, parte de la Biósfera Yabotí, Parque Nacional Urugua-í y muchos parques provinciales, Cruce Caballero, Araucaria y Salto Encantado. En todos esos lugares recolectamos mayormente polillas. Particularmente me dedico a la biodiversidad de geométridos”, sostuvo la científica.
La minuciosa labor en el campo de investigación contempla varios días y noches de recolección de insectos en la selva. Posteriormente, son evaluados en un laboratorio, para luego elaborar los informes con toda la información científica. Precisamente, desde la media mañana comienza la colecta de orugas.
“Tenemos unos paños de golpeo que se los coloca debajo de la vegetación o de un arbusto y con un palo se golpea con firmeza, tratando de no dañar la planta, para que caigan en esa estructura. En un rango horario donde las mariposas tienen mayor actividad, utilizamos redes entomológicas. A la tarde, alrededor de las 19.30 se colocan trampas de luz, que consiste en un generador que va alimentando a una lámpara y una pantalla blanca. Tiene también una estructura y se la ubica en un lugar abierto”, explicó Chalup.
En este último caso, los investigadores colocan las trampas en la vegetación. Esto se realiza en zonas alejadas a los cultivos, porque generalmente esas plantaciones tienen agroquímicos que impactan de forma negativa al momento de determinar la diversidad del monte nativo. Las recolecciones se realizan en distintos horarios del día o la noche porque las poblaciones y las especies van cambiando.
“Desde las 8 hasta las 12 o 1 de la mañana se colecta. A la mañana siguiente nosotros recolectamos selectivamente los insectos de esas pantallas. En mi caso, me enfoco más en los geométridos y los pongo en frascos matadores que tienen algodones con éter. Eso hace que los lepidópteros mueran rápidamente y se va juntando ese material en tuppers con papel de cocina para que no se descamen”, agregó la experta en cuanto al arduo trabajo científico que realiza en Misiones.
Asimismo, hizo hincapié en que las servilletas se usan para que no se arruine el patrón de coloración. Eso está dado por escamas que están en las alas de los insectos.
Al día siguiente, el procedimiento continúa con la colocación de alfileres entomológicos y luego se los pasa a cajas de cartón o madera para posteriormente ser trasladados al laboratorio.
“Eso va acompañado de todos los datos de lugar de colecta, coordenadas y demás. Actualmente estamos por ver material de polillas de la Gruta India que fueron recolectados por otros científicos. Voy a recibir en noviembre a un integrante del equipo de Misiones para una pasantía de dos semanas. La idea es estudiar ese material, poder identificarlo y seguir revalorizando”. Uno de sus anhelos próximamente es escribir un libro sobre geométridos de Misiones con todo el material que recolectó.
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