Entrevista a la docente e investigadora María del Rosario Millán

Co-aprender sin prejuicios ni panaceas, un camino al entendimiento

Alertó sobre el riesgo de las simplificaciones, marcó las desigualdades en el acceso a la tecnología y analizó por qué hizo tanto ruido la colecta de Maratea que dividió la opinión pública desde la red
domingo 27 de febrero de 2022 | 6:05hs.
Co-aprender sin prejuicios ni panaceas, un camino al entendimiento
Co-aprender sin prejuicios ni panaceas, un camino al entendimiento

Los centennials son la ‘generación digital’ y en esta plataforma-universo han generado nuevas formas de consumo y producción cultural y de interacción entre pares y con los adultos.

Entre mitos y realidades, prejuicios y verdades instaladas como absolutas se construye la mirada adulta hacia la juventud. Si bien suele haber una motivación sincera en la búsqueda de respuestas, estas reflexiones deben emprenderse tomando conciencia de los sesgos y generalidades.

¿Por qué es tan difícil para los adultos decodificar a los adolescentes de hoy? ¿Y por qué es importante esta comprensión, por ejemplo para la escuela, las familias, Estado, mercado laboral?

Con esos primeros interrogantes, El Territorio entrevistó a la docente María del Rosario Millán, comunicadora y doctora en Semiótica, investigadora del Conicet.

Que en primer lugar aclaró  que, categorías como ‘centennials’ o ‘millennials’ no son categorías sociológicas y mucho menos homogéneas. “Son denominaciones de uso común, especialmente promovidas desde el mercado para señalar o agrupar un sector generacional que tendría ciertas características vinculadas a competencias digitales, tendencias de consumo y algunos también arriesgan rasgos de estilo de vida. Algo similar sucedió con la idea de los ‘nativos digitales’ que se extendió tanto y se asimiló sin cuestionamientos”.

Aquella idea de los ‘nativos digitales’ en tanto jóvenes que por haber nacido después de la creación de internet, y en el caso de los ‘centennials’, de la internet 2.0, poseen intrínsecamente habilidades para el manejo de la tecnología “y por lo tanto eso los haría más aptos para ‘sobrevivir’ en un mundo cada vez más tecnologizado, está más cerca del mito que de la realidad”, llamó la atención.

Y contrastó esta narrativa instalada con las estadísticas que señalan el crecimiento de las desigualdades.  “La inequidades en materia de acceso a los recursos tecnológicos no sólo se miden en términos de acceso (si es por eso en Argentina hay más gente con celulares que personas). Según el último reporte de We are social, el 18.5% de la población Argentina tiene entre 13 y 24 años; el nivel de penetración de internet es del 83%. El incremento de los usuarios de internet entre 2021 y 2022 fue del 4.7%. Subió la velocidad de las conexiones fijas durante el año pasado, pero decreció la velocidad de la conexión vía móvil, el dispositivo más utilizado por lejos”.

 Y añadió, “Argentina está en el puesto número 5 entre los países con más tiempo de uso en internet. Pero según el reporte 2020 de la Evaluación Nacional de continuidad pedagógica, en la zona centro del país el 60% de los hogares tiene acceso a una computadora para uso educativo, mientras que en el NEA el 40%. En la zona norte (NOA, NEA) la calidad de la conectividad es bastante mala, solo el 30 y 35% respectivamente posee buena conectividad. Y claramente la pandemia nos mostró que las plataformas para el acceso y la continuidad educativa están mucho más desarrolladas desde el mercado que desde las políticas educativas”.

Por lo expuesto, aseguró, “no todos los jóvenes nacidos con la web 2.0 son expertos en tecnología ni están ‘aptos’ naturalmente para conseguir trabajos por su excelente manejo de las herramientas de Google y redes sociales”.

“Lo que sí es cierto es que los jóvenes, aquellos que han tenido acceso a recursos materiales y simbólicos y con necesidades básicas satisfechas-, sí tienen nuevas competencias que para ciertos adultos son difíciles de reconocer o de valorar. Esto es muy evidente en el caso de las instituciones como la escuela”, apuntó.

“Es importante que los adultos, en lugar de juzgar, escuchen y estén dispuestos a co-aprender con los jóvenes y adolescentes, sin prejuzgar o invalidar estas habilidades pero también sin fantasías o panaceas que nos remitan a viejos y obsoletos debates como aquel de ‘apocalípticos o integrados’; o el más reciente que creía que con la web llegaría la democratización de la sociedades per sé”.

También hay que advertir -dijo- que las tecnologías no son neutras. “La automatización de funciones, especialmente las cognitivas; el manejo de los datos; los diseños de interfaces, plataformas y/o aplicaciones destinadas a captar la atención y promover el consumo; los peligros en materia de acoso, ciberbullying, etc son riesgos ya instalados y que requieren el diseño de políticas orientadas a la prevención, a la alfabetización digital y a la concientización de la no neutralidad de las tecnologías”.

Desde la música que escuchan hasta el uso de redes de los adolescentes ¿evidencian un “lenguaje nuevo”?, ¿Priorizan la imagen por sobre la palabra escrita (memes, reels, challengers)?

Creo que lo que impresiona en este punto es la velocidad y la intensidad de las interacciones comunicativas a través de diferentes soportes y lenguajes. Esa sobreabundancia, aceleración e instantaneidad de la circulación y exposición, hace que la gente crea que antes solo se usaba la palabra escrita. Pero la historia nos muestra que las formas de integrar diferentes tipos de signos, la integración sinestésica en un espacio sinóptico, la yuxtaposición y la composición modular son de larga data. Son rasgos que vemos en los memes y otros formatos actuales. Los adolescentes tienen, por el uso intensivo especialmente en redes sociales, habilidades de uso alentadas por el diseño de las interfaces que tienden al manejo intuitivo y a la automatización de funciones. Pero otra cosa es el uso consciente y crítico de las tecnologías. Una cosa es saber hacer un reel en Instagram y otra cosa es discriminar fuentes de información confiable.

Creo que el problema más importante tiene que ver con prejuicios inter-generacionales que se basan en reduccionismos o simplificaciones que impiden una conexión respetuosa y mutuamente enriquecedora entre adultos y jóvenes. Ni todos los jóvenes son expertos en tecnología, ni eso los exime de los riesgos del presente, ni todos los jóvenes son analfabetos. Ni todos son meros espectadores ni todos son prosumidores. Cuando se habla de estos fenómenos es importante introducir el problema de las inequidades y las desigualdades que son estructurales y atraviesan diversas dimensiones: generacionales, de clase, de género, étnicas, territoriales.

El influencer Santi Maratea, convocó desde su Instagram a una colecta para ayudar a quienes luchan contra los incendios en Corrientes y la respuesta fue una cifra  millonaria,  ¿Son los influencers cierta figura de autoridad para los adolescentes?

 Con respecto al caso Maratea,  es la muestra de la aparición de nuevas figuras o “autoridades” en las redes, en el sentido de que el nivel de audiencias que alcanzan los convierte en usuarios diferentes. Por un lado creo que estas figuras llaman la atención a los sectores que tradicionalmente han concentrado la legitimidad ya sea para “hablar sobre la realidad”, “formar opiniones”, o simplemente “entretener”.  Lo que hace Maratea, especialmente lo de las colectas, más que hablar sobre la especificidad de los influencers habla sobre el grado de polarización de nuestra sociedad. ¿Lo que hace Maratea suma? Si claro que suma, más en un contexto de catástrofe ecológica. Lo que hace Maratea ¿reemplaza al estado? No, porque es el estado el responsable de garantizar el diseño de verdaderas políticas ambientales. Y estamos lejos de encarar seriamente este problema, que es global e innegable.

 

Informe de domingo:

Centennials protagonistas del cambio cultural

Diversidad y libertad para expresar las nuevas ideas

Rap y cumbia villera se imponen en la zona rural

K-pop: una tendencia en auge que busca romper moldes y desigualdades

Un sentido de comunidad que trasciende las fronteras físicas

Instrucciones para entender a los jóvenes de hoy

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