Se presenta como una alternativa al tabaco en Paraje Polvorín

La lechería se fortalece y aporta alto valor agregado en Pozo Azul

Hace más de una década, las familias del lugar plantearon la iniciativa que se concretó finalmente hace dos años. Los quesos que producen tienen gran aceptación
domingo 30 de enero de 2022 | 6:05hs.
La lechería se fortalece y aporta alto valor agregado en Pozo Azul
La lechería se fortalece y aporta alto valor agregado en Pozo Azul

El sueño de una cuenca lechera nació hace más de diez años en el seno de familias que residen en Paraje Polvorín, municipio de Pozo Azul, caracterizado por el cultivo de tabaco. Más de una década les llevó encaminar el anhelo, que hace dos años y medio es una realidad: producen quesos que son consumidos en las mesas de la zona con muy buena aceptación. La alternativa, así como apunta a la diversificación, viene a darle valor a la labor de la mujer en el campo.

La Cooperativa Agropecuaria y Forestal de Polvorín es pionera en la zona en apostar a la producción de leche y quesos. Gracias al empuje que le dio cada uno de los socios, que aportaron recursos propios junto al acompañamiento del Estado nacional y provincial, lograron subsidios para construir la fábrica de quesos y adquirir las unidades móviles para recolectar la leche y comercializar el producto final, que es procesado por mujeres, quienes representan una pata importante en esta cadena.

Hace dos años y medio comenzaron a salir los primeros quesos, cuya calidad fue aprobada por el Ministerio de Salud, que les otorgó la correspondiente habilitación, logro que responde a las capacitaciones que realizaron las queseras.

Desde un principio, las familias mostraron motivación, muchas de ellas tenían como base el cultivo del tabaco, el cual en algunos casos fue sustituido por la lechería y otros están a punto de hacerlo.

La cooperativa tiene un segundo proyecto, que viene a complementar la producción de lácteos. Se trata de promocionar el cultivo de maíz para la elaboración de alimentos balanceados, con el fin de mantener a las vacas lecheras con los nutrientes necesarios y que así la acidez de la leche sea igual entre los distintos proveedores, manteniendo la calidad de la materia prima. Ambas propuestas van de la mano y pese a las pruebas y errores, van por muy buen camino, haciéndole frente a los distintos desafíos motivados por los resultados.

La fábrica tiene la capacidad de procesar 3,5 toneladas de leche por semana. Se dedican a la elaboración de quesos tres veces por semana.

De esta cantidad de materia prima obtienen unos 300 kilos de queso, entre ellos tybo, es decir queso barra y cremoso, siendo el primero el de mayor preferencia.

“Para nosotros es un motivo de orgullo, por años soñamos en tener esta producción como cooperativa, nuestro producto está siendo muy bien aceptado, vendemos todo lo que elaboramos y eso es fundamental para seguir adelante. Los colonos que producen la leche son el punto fuerte, se enfrentan a muchas dificultades relacionadas a la cría de vacas lecheras, loque pensamos reforzar con asistencia técnica. Es una alternativa muy buena”, indicó Érico Senger presidente de la entidad.

Y agregó: “Tenemos un aporte importante de los técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Safci), nos falta llegar al campo, trabajar con el tema de pastura, incorporar sistemas de rotación y la disponibilidad de un veterinario. Si logramos concluir la construcción de los silos podremos mejorar la alimentación produciendo nuestro propio alimento balanceado, lo que sería un paso importante para completar la cadena”.

Temprano se arranca con la jornada laboral de recolección. Foto: Carina Martínez

Los lunes, miércoles y jueves, la jornada laboral comienza muy temprano, desde las 5 en las 22 chacras que abastecen a la industria con la materia prima. Algunas familias cuentan con hasta 12 vacas para ordeñe. Pasadas las 6, el móvil recolector comienza a recorrer los domicilios retirando la leche, para las 8 la anfitriona de la actividad, llega a la sala de industria y es donde las mujeres toman principal protagonismo porque son las encargadas de todo el proceso de elaboración, que dura casi toda una jornada, trabajo que les reivindica.

Una vez finalizan los procesos de pasteurización y corte, el queso es envasado, etiquetado y está listo para ser saboreado. La venta se realiza en todo el departamento de San Pedro y muchas personas se acercan a comprarlo en la fábrica.

La necesidad de asistencia técnica relacionadas al manejo del tambo y el déficit en energía eléctrica son dos cuestiones que generan ciertos retrasos en el crecimiento, más allá de las consecuencias que ocasiona la sequía. “Es un poco desafiante, cuestiones que nos demandan el doble de trabajo como la falta de lluvias y sufrimos mucho con la energía eléctrica, nos llega muy baja tensión, tenemos una línea de un solo hilo que resulta insuficiente para la zona”, señalóSenger.

Mediante un proyecto ejecutado por los técnicos de la Safci de San Pedro, lograron un subsidio que supera los 8 millones de pesos del programa ‘En nuestras manos’, cuyos fondos dependen del Programa de Inserción Económica de los Productores Familiares del Norte Argentino (Procanor). De estos, más de 5 millones de pesos fueron destinados a la adquisición de cuatro máquinas de ordeñe y la financiación para construir 25 tambos, que se están construyendo.

En tanto, la entidad pretende ampliar la capacidad productiva, por lo que los más de 2,5 millones de pesos restantes destinarán a la instalación de una nueva cámara de maduración.

 

La familia que apostó todo a la producción de leche

Salete Kruger y Ramón Geroldi son una de las familias que abastecen a la cooperativa con materia prima. Desde que surgió la iniciativa fueron unos de los primeros en acercarse a los representantes de la entidad para mostrar su interés por la lechería, un sueño que lo venía postergando hacia un tiempo. Cuando se encaminó la cuenca, no dudaron. “Vendimos todos los animales de carne que teníamos y compramos vacas lecheras”, compartieron con El Territorio, en pleno tambo con aroma a leche fresca.

El matrimonio, pretende dejar por completo la plantación de tabaco y apostar a la actividad, ya que pese a los desafíos “hoy todos los gastos, algunas mejoras, el auto que tenemos, lo compramos con ellas, las vaquitas lecheras. Es una diversificación muy interesante, nos gusta mucho. Años atrás tuvimos la intención de iniciarnos, pero tuvimos un poco de miedo, con la cooperativa nos animamos y hoy es una gran satisfacción. Siempre fuimos plantadores de tabaco, pero creo que para el año que viene no vamos a plantar más y dedicarnos de lleno a la lechería”, reconoció Ramón.

La familia vendió unos diez animales carne y adquirió doce novillas lecheras, hoy estás son las que producen hasta 300 litros de leche. En unos cuatros meses se sumará una novilla que está preñada y otras seis que están en proceso de preñes, entre las razas Jersey con Holandesa, Jersey y Gyr lecheras. Por más de 2 años ordeñaban de forma manual y recién hace una semana cuentan con una máquinade ordeñe, que simplifica y representa menor esfuerzo.

Teniendo en cuenta que se trata de una actividad nueva, las dificultades se presentan y muchas veces las complicaciones llevan a pérdidas de vacas. Y así entre desafíos y satisfacciones, estás familias no solo les dan un importante valor agregado a las chacrasy mejoran su calidad de vida, sino que también aportan al desarrollo del joven municipio proporcionado a los consumidores un producto frescoy de excelente calidad.

 

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