Producción de sandía

La agricultura como generadora de buenos valores

domingo 30 de enero de 2022 | 6:05hs.

La vida en la chacra tiene grandes desafíos y más aún en estos tiempos, en que factores climáticos como la sequía desfavorecen la producción de diferentes frutas. Pero a pesar de ello, los colonos ponen a diario esmero y trabajan con responsabilidad como para seguir adelante y, a pesar de las adversidades, siguen haciendo frente a la situación, apostando a este rubro.

En Ruiz de Montoya se encuentra la pareja conformada por Griselda Schulz (31) y Lucas Lombardo (38), quienes trabajan en la chacra con plantaciones de sandía, melón y mandioca.

Ella heredó conocimientos de sus padres y a la par continúan con gran compromiso, al tiempo que enseñan lo que saben a su pequeño hijo Álvaro, de 3 años.

El hombre es técnico agropecuario y su esposa decoradora de eventos, un sector también golpeado por la pandemia.

“En mi familia, varios se dedican a la producción de sandía y nosotros hace cuatro años decidimos incorporar también mandioca y melón, por lo que el trabajo es constante”, dijo Schulz.

Incluso su esposo comentó que actualmente residen en Aristóbulo del Valle y que se trasladan constantemente a Ruiz de Montoya, donde tienen la chacra para trabajar la tierra.

“Para nosotros es una gran satisfacción poder producir, es gratificante cosechar lo que sembramos con tanto esfuerzo y dedicación, gracias a la tierra tan fértil que tenemos en la provincia, lo que permite la gran variedad de plantas que se pueden obtener en nuestro suelo misionero”, precisó Lombardo al referirse a lo que les motiva y fortalece la vida del productor.

Además, su esposa agregó: “Nosotros le estamos mostrando el gran valor a nuestro nene, lo importante que es la agricultura, así como me enseñaron mis padres”.

La pareja demuestra que lo bueno de este emprendimiento siempre debe destacarse más que lo difícil, como ser la sequía que se está dando en estos últimos meses en Misiones o en tiempos de invierno cuando hay heladas.

“Lo más gratificante es tener una buena producción, con frutas y verduras de calidad y que el cliente esté conforme”, dijo Lombardo, a lo que su esposa añadió: “Las heladas y la seca son contratiempos muy difíciles, por lo que hay que dar lo máximo para proteger, evitando así que se pierdan las plantaciones y merme la cosecha. Eso requiere por ejemplo regar constantemente cuando no llueve, ya que no contamos con un sistema de riego en la chacra”.

En estos momentos cuentan con plantaciones de mandioca, cuyo rendimiento está complicado por la falta de precipitaciones.

Pero recordaron que las fuertes y prolongadas lluvias de años anteriores también los perjudicó, ya que hubo muchos días sin sol y eso provocó ataques de plagas que enfermaron a las plantaciones de sandía y melones.

La mujer, a causa de la pandemia, se vio afectada en su actividad como decoradora.

“He pasado momentos muy críticos, ya que no había fiestas, por suerte desde diciembre del año pasado pude trabajar en varios eventos y estoy retomando lentamente la actividad, aunque no se puede negar que fueron difíciles los primeros tiempos por el coronavirus”, dijo.

En tanto, el hombre pudo continuar trabajando como técnico agropecuario lo que le posibilitó el sustento económico para la familia, al no poder salir a vender los productos y la mujer no poder desempeñarse en su rubro de las decoraciones.

 

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