Contrabando con amenaza de virus

domingo 21 de junio de 2020 | 6:00hs.
Un precario puente para cruzar de San Antonio a Brasil.
Un precario puente para cruzar de San Antonio a Brasil.
Antonio Villalba

Por Antonio Villalbaavillalba@elterritorio.com.ar

En almacenes de localidades fronterizas, se consiguen productos frescos recién traídos de Brasil. Esto parece una propaganda radial, sin embargo, es una preocupante realidad: para el contrabando hormiga no hay virus ni cuarentena que lo detenga. Arroz, azúcar, fiambres, embutidos, frutas y hasta muebles provenientes de Brasil son de circulación, venta y consumo diario. Llegan de contrabando al país de manera peligrosa y con la amenaza latente y letal del Covid-19, que en Brasil no para de generar infectados y muertos.
En esas condiciones, sin ningún control sanitario, circulan productos procedentes de Brasil hasta llegar a las mesas de los misioneros.
Esta semana al pedir más controles en su municipio ante la amenaza de lo que sucede en la frontera, lo dijo con todas las letras el intendente de Campo Ramón, José Márquez Da Silva, al señalar que siguen ingresando frutas, ropas y calzados para ser vendidos. Encontrar productos frescos exhibidos en locales comerciales dan cuenta de que el tráfico ilegal nunca se detuvo.
Los paseros aprovechan la porosidad de la frontera que se extiende por más de 700 kilómetros con el país vecino. Algunos lo hacen atravesando el río Uruguay, como registraron en San Javier. Allí, el viernes 19 la División Toxicomanía de la Policía detectó cajas ocultas de vino preparadas para ser llevadas a Brasil. Las crónicas policiales de las últimas dos semanas demuestran que los traficantes en diversas escalas no descansan, a pesar de la grave pandemia.
En los últimos días, en el país se comenzó a reconocer desde los medios nacionales el esfuerzo que hace el Gobierno de Misiones para frenar la pandemia. Pero estos hechos ilegales ponen en serio riesgo toda la tarea sanitaria desarrollada en la provincia.
La fragilidad y el tráfico también se dan, aunque no siempre reconocidos, por pasos clandestinos hasta atravesar municipios como Panambí, Alba Posse, Colonia Aurora, El Soberbio, entre otras localidades. Lo mismo sucede con Puerto Iguazú.
El tráfico preocupa de igual manera, en el otro extremo como Bernardo de Irigoyen o San Antonio. A esta última localidad, sólo unos metros de un hilo de agua separa o en realidad une con Santo Antonio do Sudoeste (Brasil). Por un pequeño puente de madera, haciendo algunos pasos, se cruza sobre el manso río San Antonio para estar de un lado u otro de la frontera. Sobre el hombro se pueden cruzar las mercaderías que se quiera, atravesando algunos pequeños y humildes asentamientos.
Aún más simple resulta atravesar por pasos no habilitados en Irigoyen -por un lado- o Barracao, Brasil, del otro. Muchas chacras son pasos utilizados para cruzar, ir de visita o en muchos casos, traficar ilegalmente desde alimentos sin ningún control sanitario, materiales de construcción, equipamientos para el hogar o maquinaria agrícola. Está claro que ya estos productos no se pueden cruzar con una bolsita de supermercado y para ello, se utilizan la frontera seca en accesos no habilitados por donde ingresan al país desde muebles, como mesas de acero, alacenas y bajo mesadas o muebles de cocina y muebles para PC. Esto último es lo que lograron descubrir hace apenas diez días -el jueves 11 de junio en horas del mediodía-, efectivos del Escuadrón 12 “Bernardo de Irigoyen” y la Unidad de Operaciones Especiales en Monte, durante las tareas de prevención en cercanías al límite internacional fronterizo, en el barrio Obrero de Bernardo de Irigoyen. Observaron a un camión de bandera brasileña cuyo conductor intentaba ingresar al territorio nacional por un paso no habilitado; al revisar el transporte quedó al descubierto la carga ilegal.
El gobernador Oscar Herrera Ahuad viene pidiendo máxima colaboración a los intendentes y al pueblo en general para evitar el tránsito de personas o bienes desde y hacia Brasil, en particular. En uno de sus recorridos por zonas de frontera, estando en El Soberbio el pasado lunes 15 de junio, afirmó que “la frontera es extremadamente porosa. No hay policía, gendarme o un prefecto para controlar a cada habilitante”.
La situación genera extrema preocupación a las autoridades locales y provinciales (Ver más información páginas 4, 5 y 6), ante el avance desenfrenado del coronavirus que en Brasil superó el millón de casos y registra casi 49.000 muertos.

Con información de corresponsalía El Soberbio



Hay más de 200 chacras por donde cruzar

En El Soberbio, la frontera con Brasil se extiende por casi 130 kilómetros, con más de 200 chacras que en que muchos de los casos llegan hasta la costa del río. En todos los pasos clandestinos en horas de la madrugada, están pasando mercadería: traen alimentos, como pollos, carne de chancho, mortadelas, gaseosas, sandías, melones, chorizitos, cañas que terminan en los comercios de barrios de la afueras de la ciudad y en algunos casos llegan hasta San Vicente. Quienes se dedican a esta actividad tienen aceitado mecanismos desde “campana” que se instala en cercanías de Gendarmería o de Prefectura y da a conocer vía WhatsApp de las novedades. Debido al precio de la carne en Brasil, desde el lado argentino se está llevando bueyes o animales vivos, o bebidas alcohólicas, artículos de tocador, de limpieza. “Hay más de 140 casos de Covid-19 en Tres Passos -localidad fronteriza- y no se dimensiona el peligro”, lamentó un vecino.