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Antes del bloqueo pasaban al día hasta 300 personas por la aduana de Irigoyen

domingo 22 de marzo de 2020 | 5:00hs.
Antes del bloqueo pasaban al día hasta 300 personas por la aduana de Irigoyen
Víctor Sapper, comerciante.
Víctor Sapper, comerciante.
En el paso internacional Bernardo de Irigoyen-Dionisio Cerqueira se encuentran gendarmes, agentes de Migraciones, Senasa, Aduana, médicos y otros organismos abocados a la prevención y contralor de quienes arriban al país. 
Todos con barbijos y guantes, manteniendo las distancias y haciendo el triple de esfuerzo para tratar de concientizar a los argentinos que vuelven –muchas veces de las playas– para que se pongan en cuarentena. 
El cierre de fronteras de Brasil colaboró sobremanera con el trabajo de los agentes, puesto que hasta hace unos días, la Policía del vecino país no estaba autorizada a detener a quienes quisieran entrar ni tampoco a quienes quisieran salir de Brasil. Ahora, las barreras se fortalecieron en ambas márgenes. 
La alférez Noelí del Valle Aparicio, jefa de Gendarmería en el paso, adujo que el trabajo que se hace allí es conjunto entre todos los órganos. “En un primer momento, la persona llega de Brasil y como está considerado como un país de riesgo, se le toman los datos y se le informa que pasan automáticamente a cuarentena”, contó a El Territorio.
Seguidamente, añadió que se le hacen varias preguntas en carácter de declaración jurada, para luego pasar por sanidad donde -en caso de presentar algunos síntomas– se derivan a salud pública. Si no tienen síntomas, son liberados para que hagan la cuarentena en sus domicilios. 
Antes del bloqueo de Argentina y Brasil, por día registraron el paso de hasta  285 personas de diferentes provincias. “Se les toman datos, como teléfonos, para rastrear si cumplen con la cuarentena, pero pasa más por la conciencia ciudadana”, apuntó la alférez. Y mencionó que, de forma previa al cierre de fronteras, cientos de argentinos aprovecharon para irse a las playas de Brasil. “Nosotros les aconsejábamos que no crucen, que se estaban yendo a un lugar con brote de la enfermedad, pero no hacen caso y se iban igual”, lamentó. 

Sanidad al resguardo
En el paso fronterizo aguarda atento un médico. Se lo visualiza rápidamente por su vestimenta blanca, aunque no es la misma que la que tienen los profesionales en los hospitales. Se trata de una chaquetilla que representa a la Gendarmería Nacional.  Roberto Fantoni es el médico del paso y trabaja en el área de sanidad del Escuadrón 12. Junto a sus colaboradores registra todo lo que va pasando en la frontera, para determinar rápidamente si alguien tiene síntomas compatibles con el Covid-19. 
“Somos una institución nacional, entonces tenemos que prepararnos de acuerdo a  lo que nos dicen nuestra propia institución, siempre respetando las indicaciones del Ministerio de Salud. Y después, como somos institución nacional, pero insertos en una comunidad, estamos preparados para colaborar en lo que sea necesario con la comunidad. Siempre tratamos de sumar recursos y esfuerzos”, contó.
Antes del bloqueo explicó que el trabajo era verificar quienes van ingresando y pesquisar algún caso que pueda ser sospechoso de coronavirus. “En ese momento tenemos un protocolo de acuerdo a la gravedad de la situación. Es decir, vemos una persona que viene de la zona donde están los problemas de salud, preguntamos si tiene algún problema, producimos el aislamiento y en el caso de sintomatología, ya tenemos el equipo preparado. Como la sanidad la tenemos a una cuadra, directamente deberíamos llevarlos allá, conectándonos también con el hospital local”, especificó. 
Aclaró que aún no registraron casos sospechosos en el cruce, “sólo una prevención de dos personas que habían venido de Europa y se actuó bien y rápido, que es lo que hay que tratar de hacer”, dijo durante la entrevista del pasado miércoles.
El médico apuntó a tratar de mantener la calma y no desgastar los esfuerzos de un día para el otro, sino pensar que esta situación puede durar meses y hay que estar preparados en todo momento. 
“Lo que sí es muy importante hacer hincapié en la solidaridad. Hay que tomar conciencia y prevenir, para que el día de mañana no estemos peleando por un respirador”, sostuvo. 
Asimismo, se mostró perplejo ante el panorama que vive el mundo debido al avance del coronavirus. “Tengo 35 años de médico y nunca viví una  situación así, es excepcional. Lo que sí me pone contento es que realmente se han tomado las medidas que se podían tomar. Hay problemas en la salud, pero la prevención para cualquier epidemia es lo fundamental y realmente lo están haciendo con mucho criterio”, valoró.  “Por eso estamos instruyéndonos, y gracias a Dios tuvimos tiempo para que no nos agarrara sin estas prevenciones. En todos estos años nunca vi una pandemia así pero lo estamos tomando todos muy en serio”, concluyó. 

Comerciantes sufren la falta de clientes

Víctor Sapper, comerciante.
Las ciudades fronterizas siempre fueron, históricamente, sostenidas por el comercio binacional. Hay productos brasileños a los que los argentinos no pueden resistirse y artículos argentinos que motivan el traspaso diario de los vecinos de la frontera. 
Esto genera un movimiento económico de sobremanera importante para los habitantes de las márgenes y motiva el intercambio promovido desde hace tanto tiempo por las políticas de Mercosur. 
No obstante, ni comerciantes ni autoridades pensaron que en algún momento ese intercambio debía llegar, por fuerza mayor, a su fin. 
En la actualidad, los comerciantes sufren la desesperación de no saber cuándo se retomará el movimiento cotidiano y esperan que todas las medidas preventivas sirvan para detener el coronavirus lo antes posible, para poder retomar sus vidas normales y vender sus productos. Muchos de ellos solamente se sostienen con los ingresos que el almacén, supermercado, tienda de ropa, o cualquiera sea el rubro, produce mes a mes. 
Es el caso de la vinoteca Los Amigos, ubicada frente al paso fronterizo. Se trata de un comercio muy conocido y visitado por los brasileños, atraídos por los vinos argentinos de renombre internacional y por los buenos precios. Sin embargo, desde el cierre de frontera, nadie entra al negocio. 
Víctor Sapper, unos de los propietarios, contó a El Territorio que desde que abrió el negocio, hace unos cuatro años, jamás había vivido algo así, ni en las más complejas de las crisis financieras. 
“A nosotros el cierre de frontera nos afecta bastante porque la mayoría de los clientes son de Brasil, casi el 100 por ciento”, recalcó. 
Y añadió: “Estamos a la espera, solamente queremos que sean quince días y nada más. Mientras tanto no sabemos qué hacer”. 
Son al menos tres las familias que dependen directamente de la vinoteca y que deben seguir pagando alquileres y gastos mensuales. 
Otro de los vecinos señaló que “hay que destacar y recalcar la actitud de muchos de los comerciantes, de los dos lados, que sostienen el empleo de los trabajadores, sabiendo que si el empleado es extranjero no puede asistir a trabajar”. 
“Hay muchos negocios acá también viven de la compra de los brasileños, Y ahora al no cruzar, van a reducir considerablemente las ventas”, señalaron. 
Destacaron que hay una cámara de comercio llamada “de las Tres Fronteras”, que engloba a comerciantes de Irigoyen, Cerqueira y Barracao, la que se reunió para colaborar en las necesidades de los trabajadores del sector privado. 

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