Tiene una colección de 15.000 objetos y sueña con museo propio

sábado 29 de septiembre de 2018 | 7:00hs.
Tiene una colección de 15.000 objetos y sueña con museo propio
Tiene una colección de 15.000 objetos y sueña con museo propio
“Algún día quisiera tener mi propio museo en Eldorado”. Son las palabras de Víctor Hugo Ledezma, empresario eldoradense que atesora alrededor de 15.000 objetos antiguos de todo tipo.

Tendría 9 años cuando encontró su primera moneda. De esa no se olvidó nunca más, “era una moneda del año 40, de la época del Perón”, dice entre risas, A partir de este encuentro nació una pasión por coleccionar objetos antiguos, al principio fueron monedas que le regalaban familiares.

Sus abuelos son judío-rusos y tenían muchas cosas de su bisabuelo de la Segunda Guerra Mundial, a su vez todo lo que trajeron en su llegada a la Argentina, y recibió todo en herencia. Para muchos, objetos sin valor, para Víctor, un tesoro valuado en sentimientos y antigüedad.

“Lo que sea antiguo y viejo”, dice Ledezma, de 58 años. Su colección va desde unas 10.000 monedas, billetes y juguetes antiguos hasta patentes, autos de juguete, lámparas, teléfonos. Su esposa comparte su pasión en la colección de relojes de péndulo, balas de cañón, espadas, sables, carretas, carros, sulky, botellas, sifones, motos, autos antiguos.

En sociedad
Hace unos días llevó alrededor de 100 piezas para exponer en el Museo del Fundador, del kilómetro 2, en el marco del aniversario de la ciudad.

Dice Víctor a voz firme: “No vendo nada, pero me gusta que la gente disfrute de ver las antigüedades”. Es así que el coleccionista busca tener su propio museo en unos años.

Todos los objetos tienen un valor especial, pero hay uno muy especial. Cuenta Ledezma que cuando era niño, su familia tenía pocos recursos y todo costaba. El regalo del Día del Niño, Navidad o cumpleaños era un paquete de galletitas, hasta que para un día de Reyes, su abuelo le obsequió un auto de juguete,  que hasta el día de hoy conserva, porque recuerda que a sus 6 años fue el único regalo que tuvo en la niñez.

Ese mismo día, su hermana recibió una muñeca pepona con vestido de plástico, que él conserva entre su colección. Estos son sus mayores valores, los suele observar y recordar lo que costó a su familia adquirirlos.

Y mientras se entusiasma con el museo propio, la pasión de Víctor y su esposa se trasladó a su hijo de 10 años, quien ya empezó a armar su colección.