San Vicente hoy: entre el temor al contagio y la incertidumbre laboral

viernes 24 de abril de 2020 | 5:00hs.
San Vicente hoy: entre el temor al contagio y la incertidumbre laboral
San Vicente hoy: entre el temor al contagio y la incertidumbre laboral
Por Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

“Acá pensábamos que íbamos a ser los últimos en contagiarnos porque estamos en la colonia, pero ya llegó al pueblo y nos asustó bastante. Fíjese que todos andamos con barbijos porque entendimos que esto no es juguete. Nadie quiere morir, así que hay que cuidarse mucho”, subrayó un comerciante de Colonia Monte Alto, situada a 25 kilómetros de la localidad de San Vicente, epicentro de los últimos dos casos de Covid-19 registrados en Misiones, uno de los cuales tuvo ayer desenlace mortal. 
La reflexión no hizo más que sintetizar la opinión de gran parte de la comunidad que hace una semana se vio conmocionada ante la confirmación de que un camionero (que falleció ayer) y su esposa se convirtieron en la cuarta y quinta víctima del virus en la provincia, luego de 17 días de una meseta sin diagnósticos positivos. 
Comprobar que la pandemia llegó a la ciudad fue un cimbronazo para los sanvicentinos y desde entonces comenzaron a cuidarse más, según coincidió la mayoría de los entrevistados por El Territorio. 
Al arribar a San Vicente, por ruta nacional 14, personal de Bromatología Municipal toma nota de la procedencia de las personas y se procede a la desinfección de los vehículos con una mezcla de agua y lavandina. La misma situación se repite en Campo Viera y Campo Grande. 
Un par de kilómetros antes del acceso de San Vicente se ubica la planta de la Cooperativa Tabacalera San Vicente Limitada (Cotavi), donde a primera hora de la mañana de ayer los productores hacían fila para entregar la materia prima. 
“Este año el tabaco dio muy bien, pero están recibiendo un poco más tarde por este problema del coronavirus. Es algo que nadie espera y fuimos tomando conciencia con los días. Ahora que hubo casos acá nos dimos cuenta que es un tema serio”, comentó Carlos Katz.  

Poco tránsito 
Así como todos los productores tabacaleros usaban barbijos y mantenían la distancia, en el portón de acceso personal de la cooperativa explicaba el protocolo para la entrega y los pasos a seguir en administración. 
Frente al lugar, cruzando la ruta, una cuadrilla de tareferos se preparaba para subir a un colectivo que los llevaría a una chacra para cosechar yerba. También todos usaban tapabocas, algunos improvisados con bufandas o pañoletas. 
Ya en la ciudad, las filas se prolongaban ante los dos bancos sin alterar las recomendaciones de las autoridades. Poco tránsito vehicular y dos móviles policiales difundiendo por altoparlantes las restricciones del aislamiento social obligatorio.
En la avenida Libertador -centro comercial de la ciudad- la mayoría de los locales habitados para atención al público trabajaban sin aglomeraciones, mientras había filas para pagar servicios. 
“Las primeras semanas de cuarentena había mucha más gente en la calle, pero no porque salían a pasear, sino porque San Vicente es muy grande y tiene mucha influencia de las colonias, entonces es constante el ir y venir de gente. Pero esta semana se notó una merma y creo que es por el tema del matrimonio que se contagió acá. Como que todos tomaron un poco más de conciencia sobre el virus”, opinó el propietario de un almacén de avenida Libertador. 
En la misma arteria, la dueña de una boutique que atiende por delivery manifestó que la situación “generó una caída importante en las ventas pero igual tenemos que pagar las cuentas, por eso tuvimos que buscar la manera de vender algo y muchos clientes nos piden las cosas por WhatsApp. También los hacemos pasar de a uno, siempre respetando el uso del barbijo y disponiendo de alcohol en gel”. 
En el local se venden barbijos e indumentaria para enfermería y personal médico de una conocida marca nacional. 

Reclamo textil 
Precisamente, el rubro textil en general es uno de los más afectados por las restricciones de la cuarentena obligatoria, al tiempo que en San Vicente se escucharon varias voces en reclamo. 
Al respecto, Vilma Bexara opinó que “viene mucha gente de la colonia que no puede comprar por delivery porque en muchas chacras ni siquiera tienen señal. También hay que tener en cuenta que la ropa hay que probarse, no es como comprar un bidón de aceite y una bolsa de harina”. 
“En un primer momento se habilitaron actividades imprescindibles, pero ya pasó un mes, todos necesitamos trabajar. También está cambiando el clima y mucha gente necesita ropa para temperaturas más bajas. Las tiendas podríamos abrir al público con ciertas medidas, porque al final los supermercados se llenan de gente y las tiendas no podemos trabajar”, agregó.
En ese contexto, al igual que otros colegas, la comerciante calificó como “injusto que nosotros estemos con las puertas cerradas y otros rubros trabajen de 7 a 18. Por eso estamos pensando en juntarnos y hacer alguna marcha para que escuchen nuestro reclamo, porque como estamos ahora nos sentimos discriminados”. 
Y remarcó: “Nosotros no podemos trabajar, pero los bancos sí y rebotan los cheques porque los proveedores nos exigen y no podemos vender”.

Precauciones 
Por su parte, Marcos De Olivera tiene una visión más relajada de la situación. A los 73 años, el hombre vive de la renta de alquileres y disfruta de una jubilación activa, ya que aún se da maña para la construcción, aunque ahora se dedica sólo a mejorar su propia casa.  
“Una lástima lo que pasó con el camionero y la señora porque veníamos demasiado bien, pero ahora parece que la gente se está cuidando más. Por lo menos no hay tanta gente en la calle”, comentó don De Olivera, relajado en la vereda de su domicilio. 
Cruzando la calle, en la terminal de ómnibus, el taxista Leandro Valiente aseguró que “la gente tiene miedo de contagiarse y está tomando recaudos. Nosotros, por ejemplo, llevamos un registro del nombre y dirección de cada pasajero”. 
Con relación al transporte urbano, si bien desde la comuna informaron que sólo funcionan las líneas locales y en horario reducido, en la víspera este matutino observó el tránsito de un servicio interurbano desde San Vicente a Colonia Tambor de Tacuarí, distante a 45 kilómetros del casco urbano. 

“No podemos vivir con los negocios cerrados”

Modalidad delivery rige en el municipio para el sector comercial.
El municipio de San Vicente alberga alrededor de 70.000 habitantes, entre la ciudad y las múltiples colonias que integran su amplia jurisdicción. 
Ayer, en diálogo con El Territorio, el intendente Sergio Fabián Rodríguez aseguró que desde un principio la comunidad tomó conciencia y los respectivos recaudos ante la pandemia, a diferencia de la opinión expresada por vecinos y comerciantes. 
“No cambió nada desde el día que se confirmó el contagio del camionero y su esposa. Sigue siendo el mismo movimiento porque desde el primer momento la gente tomó mucha conciencia, gracias a Dios”, afirmó. 
En tanto, mencionó que apenas se confirmaron ambos casos de Covid-19, tanto Salud Pública como el municipio tomaron las medidas necesarias para detectar posibles contagios. Los posteriores análisis de rigor descartaron nuevas víctimas, lo que llevó tranquilidad a la comunidad.  
“Yo en persona también me tomé el trabajo de hablar con la familia, y lo mismo que les dijeron a los médicos me dijeron a mí. Son gente conocida. El señor es muy conocido, siempre fue camionero y siempre trabajó en San Vicente. Lamentablemente el señor le contagió a la esposa. Pero a Dios gracias, fue como contaron ellos, que estuvieron aislados y no hay más contagiados”, remarcó.
Consultado al respecto, Rodríguez también se refirió a cierta polémica que se registró a mediados de la semana pasada, cuando la Policía de Misiones realizó un amplio operativo de clausura de comercios no exceptuados que estaban atendiendo al público, a pesar de las restricciones vigentes. 

Corrección sobre la marcha 
En tal sentido, mencionó que “por ahí algunos comercios malinterpretaron las directivas, pero nosotros no quisimos confrontar ni con el comerciante ni con la Provincia, sino darle una mano a la gente para que haga algo. Después implementamos que las tiendas trabajen delivery. También se modificó el horario de atención al público del comercio en general, que puede trabajar hasta las 18 a puertas abiertas y hasta las 23 el rubro gastronómico con delivery”. 
En otro tramo, el intendente opinó que “tendremos que tomar conciencia de que lamentablemente vamos a tener que convivir con esta enfermedad, pero las actividades no pueden parar. Eso no significa que sea todo al libre albedrío y que todo el mundo salga a la calle porque sí. Para mí, los negocios van a tener que estar abiertos con todas las medidas de seguridad. Está muy buena la implementación del barbijo. Creo que el gobernador tomó medidas muy buenas y a tiempo, incluso antes que la Nación. Pero creo que no podemos vivir con los negocios cerrados”. 
En tanto, aseguró que el municipio reforzó la entrega de alimentos a los sectores más vulnerables, al tiempo que ponderó que la Policía, Gendarmería y Tránsito de la Municipalidad “trabajan todo el día en la concientización de la gente. La mayoría de los sanvicentinos cumple con la cuarentena y los que salen lo hacen por trabajo o para comprar comestibles o medicamentos”.