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Franco Bacigalupi: “Tuvimos que volver a conocer el río”

Uno de los referentes de la seguridad acuática de la provincia se refirió a los cambios drásticos sufridos por la crecida y la falta de una planificación en el megaproyecto que significó la Costanera
domingo 11 de febrero de 2024 | 6:05hs.
Franco Bacigalupi: “Tuvimos que volver a conocer el río”
Franco Bacigalupi: “Tuvimos que volver a conocer el río”

Desde la construcción de la Central Hidroeléctrica Yacyretá entre las décadas del 80 y 90 los cambios para Misiones fueron más que contundentes. El río Paraná dejó de lado su caudal místico y legendario para dar paso a una especie de laguna devoradora de ecosistema que el hombre subestimó.

Fue un antes y un después obligando a repensar las actividades en el sur de la provincia. Y para ‘las personas del agua’ como Franco Bacigalupi (47) marcaron a fuego su destino.

El profe de educación física selló vínculo con el Paraná ya desde pequeño en el antiguo club Pirá Pytá y pudo vivir en primera persona este cambio de reglas por la crecida desmedida.

En 2010 su vida fue golpeada con la muerte de su hermano Mauro en el fatídico Cruce y desde entonces se aboca a la seguridad formando parte indispensable de la Dirección General de Seguridad Acuática Misiones.

¿Qué diferencias hay entre el río de antes y el de ahora?

Hay mucha diferencia. Antes la velocidad de la corriente era superior, hoy debido a la represa Yacyretá hay una contención y prácticamente el río se transformó en una laguna.

Yendo más al norte de la provincia -en Puerto Rico y San Ignacio, por ejemplo-  el agua sigue corriendo, pero en Posadas eso se perdió. Antes cuando nadabas o remabas tenías que tener conocimientos de dónde estaban las correderas.

Recuerdo que la prueba de bautismo en el canotaje era pasar por una corredera del Anfiteatro donde había mucho sarandí. Era complicada y prácticamente tenías que pegarte a la costa porque te sacaba hacia afuera. Una vez superada ya prácticamente estabas apto para remar un poco más de lo permitido en el viejo club Pira Pytá. Hoy el río no tiene esa velocidad porque la represa frenó el caudal de agua.

Otra cuestión a tener en cuenta es la crecida del río. Se perdió mucha costa. Actualmente donde están ubicados los clubes náuticos de Posadas estaba la cancha de los curas, allí íbamos a jugar al fútbol. El río fue cambiando mucho y no se hizo el tratamiento adecuado para seguir utilizándolo.

Si bien en estos últimos años se limpiaron los árboles que habían quedado bajo agua, hoy los obstáculos siguen siendo una constante. Cuando baja el río se nota más… hasta se ven las columnas del antiguo Yacht Club. Además, hay otras estructuras como el famoso chorro de agua que no están señalizadas. Prefectura tendría que delimitar estos lugares. Es decir que tuvimos que volver a conocer el río.

Hay que tener cuidados con las piedras, los troncos y obstáculos en cercanías de la costa. Creo que son razones más que suficientes para frenar competencias como el Aguas Abiertas. Es decir que no tenemos una costa definida para poder bajar.

Antes salías de la laguna San José y la competencia era hasta el Pira Pytá. Hoy desde el puente internacional hasta el muelle de El Brete es todo piedra.

¿Fue negativa la construcción de la represa?

Lamentablemente son cambios en los que hay que adaptarse producto de las necesidades del mundo. Al cambio ambiental y a la fauna les provocó un daño irrecuperable.

Faltó mucho más tratamiento costero, no se cumplió con esto. Si vas por ruta 12 a la altura de San Ignacio ves los árboles cortados al ras del agua… todo esto nos molesta porque se extirpó algo que era lindo. Se modificó y no se tuvo la visión para hacer algo mejor, algo funcional para los que estamos en el agua.

La Costanera es muy linda estéticamente, pero no es funcional; se podía haber hecho de otra forma, hacerlo bien. En Garupá hay otro ejemplo con ese lindo espejo de agua que quedó, pero que no se puede meter ni una lancha de la cantidad de troncos.

Nos duele, porque vivíamos del río. Nos pasa a nosotros y a los pescadores que se quedaron sin muchas especies porque no pueden avanzar desde la represa.

No nos oponemos al cambio. Pero esta construcción afectó a Misiones y al clima.

Hoy los clubes manejan tecnología como la alerta temprana para descifrar el tiempo. Prefectura también tiene lo suyo para evitar cualquier tipo de problemas.

Para volver a tener un Cruce no es tanto el miedo sino que son las condiciones. ¿Lo ves así?

Se necesitan condiciones de seguridad y equipamiento para hacer esto. Hay personas capacitadas, hay asociaciones que están trabajando con todas las normativas para llevar adelante competencias de natación y de triatlón.

Para un Cruce tal vez tenemos una costa en Paraguay de donde salir, pero tendríamos que ver dónde llegamos, si en El Brete o en uno de los clubes. Acá el asunto es ver si Paraguay quiere colaborar después de lo que fue la tragedia.

Siempre hay gente que quiere hacerlo, pero después de ver lo que exige Prefectura y la Dirección de Seguridad Acuática lo piensan más de una vez. Hoy pedimos un croquis de la carrera, el cómo será la seguridad, el plan de contingencia y el seguro para los integrantes y los acompañantes. Son muchas cosas y ahí se frena un poco ese entusiasmo. 

Antes las exigencias no se cumplían al pie de la letra. En el Cruce del Paraná siempre se hizo algo mal hasta la edición del 2010, cuando ocurrió una cadena de sucesos como la mala organización sin tener en cuenta la seguridad, la meteorología y la capacidad de los acompañantes… algunos hasta llevaron piraguas, que no sirven para nada a la hora de un rescate.

Una persona sola no es capaz de organizar un evento. Se debe tener un equipo para delegar responsabilidades. 

¿Qué requisitos se necesitan para realizar competencias?

La Ley de Seguridad Acuática habla de informar 15 días antes a la Dirección lo que se quiere llevar adelante para hacer con tiempo el papeleo, tanto con nosotros como con Prefectura.

Además, el participante tiene que estar asegurado 48 horas antes y los guardavidas que brindan seguridad deben tener sus reválidas aprobadas. También las lanchas tienen que tener gente capacitada para el auxilio.

El croquis de la carrera es fundamental y al mismo tiempo saber la cantidad de gente que va a participar para contabilizar la cantidad de chicos menores de edad que deben contar con la autorización de sus padres.

A veces faltan las ambulancias y debemos suspender la competencia. Acá hay vidas en juego y se necesita cubrir hasta en el detalle mínimo.

¿Qué deportes están en pleno crecimiento?

El canotaje ha crecido mucho en cada una de sus modalidades. Desde velocidad como recreativo, pasando por el kayakismo de travesía o aventura.

Si bien los clubes fuertes están en Posadas, en el interior también se está trabajando de buena manera. Hoy hay emprendimientos turísticos donde se alquilan kayaks para hacer la bajada del río.

El skysurf es otro de los deportes en pleno ascenso que aparece cuando hay viento asegurado. Acá los promotores de la actividad, que forman un grupo cerrado, hasta tienen su propia asociación.

El windsurf, el optimist y el laser hay que nombrarlos, y no podemos dejar de lado el SUP -surf a remo- que está de moda, le cayó muy bien a las mujeres y hasta tienen lugares destinados para hacer el trayecto.

El río tiene vida el río ¿qué se recomienda la gente que quiere empezar a conocerlo?

Los clubes náuticos están trabajando a full y viven de eso. En el Pira y en el Rowing (Capri) se hace canotaje recreativo, por ejemplo.

Entonces se puede decir que se está moviendo y es por eso que recomendamos a la gente que vaya a los clubes a practicar antes de salir por su cuenta. Desde aprender la técnica hasta ponerse el salvavidas, todo es importante.

¿El Paraná tiene potencial para ser aprovechado aún más?

El turismo provincial está trabajando para ayudar a los emprendedores náuticos. Todo para que el turista no se quede sólo con la Costanera y se anime a conocer el río.

Hay que seguir trabajando mucho porque tenemos que hacerle entender a la gente que es seguro.

Después de la tragedia del Paraná se retrocedió mucho en cuanto a actividades. Hoy está costando, pero de a poco se va acomodando por lo que no podemos fallar… la gente todavía es temerosa del río, quedó ese temor dando vueltas.

Hay muchas ciudades que tienen lagunas formadas por represas y las saben explotar. Hay que copiar y mejorar. Posadas se está adaptando al río y busca a la gente que quiere invertir.

Hasta tenemos la cancha para traer a los seleccionados de distintos deportes, sólo hay que generar las condiciones y dejar todo en regla.

¿Qué representa el río Paraná? ¿Cuánto hay que respetarlo?

El río me dio mucho y me sacó mucho. Tuve la suerte de ganar el Cruce del Paraná a los 14 años y tuve la mala suerte de perder a mi hermano en el Cruce.

La gente malentiende que el agua es peligrosa y no hay que meterse. Pero uno tiene que saber que con los elementos de seguridad se puede disfrutar tranquilamente y, además, entender que hay gente capacitada que puede brindar información necesaria.

El río cambió, pero no deja de ser lindo. Hubo un tiempo que me enojé con él, pero después me di cuenta de que la culpa de lo que está pasando es del ser humano. El hombre en su afán de adaptarse o de querer cambiar lo hace rápido y nos da cuenta de lo que afecta.

Hoy lo trato de disfrutar, es mi cable a tierra. Cuando remo descargo todo y es como uno vuelve a ser chico.

Lamentablemente hay cosas que uno no puede evitar. Pasé por un hecho difícil y para mucha gente que quiere hacer cosas en el río somos los malos de la película. Estuve 23 días buscando a mi hermano, es algo que no quiero que le pase a nadie. Pero también quiero que si algún chico se está ahogando haya un Mauro Bacigalupi que lo vaya a rescatar, una persona entrenada y con las herramientas para hacerlo.

Prefiero ser el malo de la película, pero saber que en el momento que pase algo, siempre habrá alguien preparado para que no suceda nada. Y al que le toca seguir este camino que tanto nos está costando, que tenga las herramientas y todo despejado para hacerlo. 

 

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