Su carrera se inició en las formativas de Carayá de Eldorado
"Nosotras dejamos de hablar de sacrificios, creo que ya encontramos el equilibrio"
El rugby femenino misionero y nacional tiene una gran referente de la mano de la destacada Paula Pedrozo. La capitana de la selección argentina de rugby, Las Yaguaterés, construyó su camino en la Tierra Colorada para llegar luego a rugir y liderar la Albiceleste.
Conocida en el ambiente como ‘Pula’, la jugadora compartió su experiencia, su mirada y su análisis del rugby local y nacional. “Argentina va por el buen camino, cada día hay más mujeres jugando y eso es muy bueno”, señaló la capitana.
Los inicios de Pedrozo se dieron en el Carayá Rugby Club de Eldorado y luego tuvo su paso por el Capri de Posadas, donde logró desplegar su juego, llegaron las convocatorias nacionales y de a poco se ganó su lugar en la selección. Luego se mudó a Buenos Aires, donde en marzo de 2019 se incorporó a Centro Naval y actualmente juega en La Salle.
“Se incrementó el número de jugadoras inscriptas tanto a nivel provincial como nacional y eso es algo muy positivo para que el rugby empiece ser un deporte más visible”, expresó Pula quien además apuntó que sería sumamente positivo “que empiecen a televisar los partidos de mujeres”.
La construcción de su carrera
En Eldorado Paula y su grupo de amigas hizo que el rugby femenino creciera de a poco. “Lo tomábamos como algo súper recreativo y luchábamos para meter algún que otro viajecito juntas y compartir lo que era la escuela en ese momento” y en las Azzurras se dio ya la parte más de alta competencia con los nacionales de clubes para quedar ya en la órbita de Miguel Seró, el entrenador misionero que fue pionero en el seleccionado femenino nacional.
“Entré a la selección argentina en el 2016, gracias al Miguel Seró, después de que habían renovado un poco el plantel porque las chicas se habían caído de la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río y esa fue mi oportunidad”. detalló.
Vistiendo la celeste y blanca también se dio la evolución como jugadoras hasta encontrar su lugar. Empezó jugando de wing y después “me fui moviendo un poco más al centro de la cancha, terminé jugando de medio scrum, y actualmente estoy de apertura. Fue un proceso progresivo, pero obviamente largo y aproveché mucho cada staff que pude tener. Es un crecimiento permanente y seguimos aprendiendo en cuanto a habilidades de juego y como ser humano también”, compartió.
Fue en el 2019 cuando se dio el momento de llevar la cinta, fue capitana en los Juegos Panamericanos de Lima ese año -Argentina fue 5°- y cuando estaba en su mejor momento llegó la pandemia y Pula decidió darle lugar a su profesión como kinesióloga.
“Este año retomé mi actividad deportiva en la selección porque estuve un tiempito afuera tratando de explotar lo laboral y profesional”.
Además, a su regreso se dio de nuevo la chance de estar como capitana y “me topé con esa sorpresa, es muy grato y estoy muy contenta, orgullosa y siempre trato de aportar lo que uno trae en casa y lo que te transmiten tus entrenadores y equipo”.
Justamente ayer, Pula capitaneó a las Yaguaretés en el Sudamericano de Seven en Asunción, Paraguay, y el inicio fue con goleada por 38 a 0 ante Colombia.
Con tu experiencia, ¿sentís que sigue siendo muy difícil para las mujeres acceder a los mismos beneficios que los varones en el rugby?
Nosotras dejamos de hablar ya de sacrificios, creo que encontramos el equilibrio perfecto entre el estudio, el trabajo y la familia. El secreto está en poder crear hábitos y mantener ciertas conductas. El deporte es cada vez más visible y lo juegan más chicas y eso levanta la vara, el nivel y lo obliga a una misma a estar todo el tiempo mejorando el aspecto físico, la estrategia de juego y la destreza, lo que nosotras decimos competencia sana.
Creo que Argentina va por el buen camino. Nosotras ya no nos fijamos y no hacemos diferencia entre femenino y masculino. La Unión Argentina de Rugby nos beneficia de alguna manera y por suerte tenemos la posibilidad de hoy en día de entrenar con cierta comodidad, tenemos un staff impecable, las herramientas necesarias, ropa, predios, concentraciones nacionales, nutricionista y estamos sumado un psicólogo. De a poquito empezamos a tener respuestas representando a la Argentina. Es un proceso largo, todavía hay un montón de cosas por mejorar y un montón de beneficios que podríamos obtener, pero lo tomamos con calma, somos muy agradecidas y nos gusta sentir que nos merecemos lo que vamos ganando.
¿Cómo es al rugby de Misiones?
Tuve la oportunidad de jugar no sólo en Carayá de Eldorado sino de jugar también con Capri de Posadas con el que salimos campeonas nacionales y formé parte del plantel de Urumi y nos turnábamos entre el sexto y quinto lugar; eso habla del buen momento que maneja Misiones en cuanto a su apuesta al rugby femenino.
Veo también que se incrementó el número de jugadoras inscriptas tanto a nivel provincial como nacional y eso es algo muy positivo, que empiece a ser un deporte más visible y que la gente empiece a saber que hay una rama femenina
Creo que hay un camino largo aún, pero se van viendo resultados muy positivos y eso también nos mantiene optimistas y con objetivos claros.
¿Solés cruzarte en las concentraciones nacionales con las juveniles misioneras?
No tenemos la posibilidad de compartir con ellas, pero nos llegan los comentarios de los entrenadores y son muy positivos. Misiones está haciendo un buen trabajo, de eso no hay dudas porque tenemos participación en juveniles y en primera en el Nacional de clubes que es el torneo más grande al que se podría apuntar con un club.
Me alegra muchísimo que se trabaje sobre el semillero, es necesario para tener un crecimiento y un cambio en el plantel superior.
Los mundiales suelen ser vidrieras para los deportes, ¿creés que este que se está jugando en varones va a potenciar al rugby?
El Mundial le da más visibilidad al deporte. El rugby estaba un poquito apagado, pero bueno Los Pumas vestidos con la celeste y blanca nos permiten soñar y creer. Ojalá que el día de mañana puedan televisar también rugby femenino, eso sería increíble.
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