En ciudades como Montecarlo, los espacios culturales contribuyen a la unión de los vecinos y el encuentro comunitario. Además de constituirse como el lugar de preferencia para presentaciones y montajes artísticos, también representan un hito en el que la cultura tiene lugar e historia. 

Como el caso del Vórtix, casa cultural situada en la avenida Libertador, del casco céntrico. Se trata de un espacio que nació en 2016 como centro de actividades relacionadas con la pintura, el teatro, la música, el yoga, el tai chi y el inglés, entre otras actividades artísticas y deportivas que contribuyen al desarrollo de la cultura. Su importancia radicó en que la ciudad no contaba con un espacio concreto para llevar adelante estas presentaciones.

Con el tiempo, además de utilizarse como escenario para el despliegue de las artes, también se convirtió en una casa que alberga propuestas, talleres y capacitaciones relacionadas con la actividad cultural. Asimismo, el espacio representa un hito en la historia cultural de la provincia.

Tras la sanción de la Ley VI-273 de Promoción de Espacios Culturales, el Vórtix se convirtió en el primer Espacio Cultural de Misiones habilitado como tal, ya que Montecarlo fue el primer municipio en adherirse a esta Ley de Espacios Culturales. Esto posibilitó que el espacio dejara de estar habilitado como un simple comercio, cuando la actividad no se correspondía con eso.

Hoy, el lugar cuenta con una biblioteca amplia y completa, un espacio de juegos para los niños, una sala de ensayos para apuestas escénicas y varios showrooms en los que se prioriza la difusión y venta del arte y el diseño local, orientado hacia una reactivación económica sustentable y a la generación de un circuito comercial del arte.

Además, casi todos los fines de semana  se ofrecen distintos espectáculos y talleres como shows de música, teatro, títeres, circo, presentaciones de libros, exposiciones y más, promocionando la riqueza artística de la provincia.

El Dalpra reabrió sus puertas

Además del Vórtix, Montecarlo también suma la Casa de la Cultura y el Bicentenario, la sede de la Asociación civil de músicos independientes de Montecarlo, la escuela de música Atahualpa y el recientemente reinaugurado cine Dalpra Wanderer, entre otros.

El Dalpra es un espacio que representó un ícono en la región durante su época de oro, en la década del 70 y que hace poco fue restaurado para buscar revivir ese esplendor.

Ahora, con un diseño moderno, equipos de primer nivel, capacidad para más de 450 personas, un escenario amplio y una agenda de propuestas artísticas y culturales abiertas a todo público, el lugar vuelve a posicionarse como un refugio para la actividad cultural de la zona, en pleno crecimiento.

Informe de domingo

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