Afecta principalmente a los grupos de 15 a 39 años

Por quinto año consecutivo subió el número de suicidios en Misiones

Superó la barrera de los 150 casos y más de 70% eran varones. Una especialista contó cómo inciden la falta de referentes y el no manejo y gestión de las emociones
viernes 28 de julio de 2023 | 5:00hs.
Por quinto año consecutivo subió el número de suicidios en Misiones
Por quinto año consecutivo subió el número de suicidios en Misiones

El número de muertes autoprovocadas volvió a subir por quinto periodo consecutivo en la provincia y por primera vez superó la barrera de los 150 casos. Según se desprende de la estadística, un total de 152 suicidios se registraron en 2022 en Misiones afectando a los grupos poblacionales más jóvenes, con edades que van entre los 15 y los 39 años.

Junto a los accidentes de tránsito, esta causa de muerte se ubicó nuevamente como la quinta que más decesos genera en la provincia.

Del total de casos, el 73,03% son varones y el porcentaje restante corresponde a mujeres. Las muertes por mano propia representan el 24,40% de los fallecimientos por causas externas en la provincia, según las estadísticas de Mortalidad General por Causas Seleccionadas del Ministerio de Salud.

En diálogo con El Territorio, la psicóloga Natalia Falcone señaló que el aumento de las tasas y conductas suicidas no pueden ni deben ser atribuidas a un único factor.

“Sabemos que el suicidio es multifactorial y que en el desencadenamiento de una muerte por mano propia inciden tanto factores individuales como familiares, comunitarios y sociales. El tener escasos recursos para detectar, tratar y acompañar a las personas en estas situaciones de riesgo aumenta la probabilidad de que ocurra una muerte por suicidio”, explicó la especialista que además es voluntaria de la Asociación Defender la Vida que aborda la temática y directora de Discapacidad de Posadas.

Consultada sobre por qué impacta está realidad de manera más fuerte en varones jóvenes, sostuvo: “En general las mujeres tienen más intentos y los varones son más efectivos a la hora de atentar contra su vida”, dijo al tiempo que nombró un informe de Unicef de 2019 el cual marca que los varones tienen tres veces más chances de morir por suicidio que las mujeres. “Esta razón podría explicarse por la elección de los métodos, que en los varones serían más irreversibles”, detalló la profesional.

Si bien resaltó que las nuevas generaciones son más abiertas y no tienen tantos prejuicios para pedir ayuda, existen muchos mitos que generan estigmas y discriminación con respecto a las personas que atraviesan alguna situación en relación a su salud mental.

Referentes

Por otro lado, Falcone se refirió al uso de la tecnología, al que muchas veces se le culpabiliza de todos los males de la sociedad.

Al respecto remarcó que la tecnología como tal no es mala ni buena, pero sí se debe pensar el uso que se le da, el tiempo y los espacios que cubre en una persona.

“Personalmente considero que el problema que afecta a nuestros niños y jóvenes no es en sí la tecnología, sino la falta de adultos referentes que acompañen, guíen, contengan y llenen espacios, que ayuden a crecer y dar sentido al mundo. En ausencia de estos, los niños y jóvenes quedan solos frente a las pantallas y a su oferta indiscriminada que, más que ayudarlos a crecer y desarrollarse les genera angustia, soledad y falta de sentido”, destacó.

Respecto al manejo y gestión de las emociones, afirmó que es una habilidad que se aprende. “Lo deberíamos transmitir los adultos a lo largo del desarrollo. Si no estamos presentes para modelar y acompañar no sólo los dejamos solos, sino que además los privamos de la posibilidad de aprender a regular sus emociones”, agregó.

Desde hace tiempo la salud mental viene ocupando un lugar destacado en la agenda sanitaria provincial y nacional. En ese sentido, según un relevamiento hecho en los últimos días por este medio se observó que gran parte de los psicólogos tienen agenda cubierta para dos o tres semanas y por su lado la Red de Traslados del Ministerio de Salud atiende hasta cuatro intentos suicidas por fin de semana.

“El suicidio se puede prevenir, pero no evitar. Esto quiere decir que es una problemática muy compleja, atravesada por múltiples factores a veces poco accesibles o poco modificables. Lo que sí podemos hacer es invertir y trabajar en prevención desde los distintos sectores de la sociedad”, comentó Falcone.

Y cerró: “Trabajar en prevención implica llegar a toda la población desmitificando ideas en relación al suicidio, brindando herramientas para alertarnos a buscar ayuda profesional. Trabajar en la detección, apoyo y tratamiento de las poblaciones de mayor riesgo. Enfocarse en los factores de riesgo y trabajar para disminuir su incidencia. Por ejemplo, mejorar la calidad de vida de las personas, acceso a vivienda, trabajo y educación. Trabajar en las escuelas para erradicar el maltrato escolar, la violencia y la discriminación, el abuso infantil y todo  acto que atente contra la dignidad humana”.


El impacto social y cómo se mide

La estadística también mide la cantidad de Años de Vida Potencialmente Perdidos (AVPP). El análisis cobra relevancia por afectar principalmente a los grupos etarios más jóvenes. AVPP es un indicador de la cantidad de años de vida que pierde una población en su conjunto por determinada causa de muerte. Es una forma de priorización de los problemas de salud, desde la perspectiva de la pérdida global de años potenciales de vida de una sociedad. Resulta de interés por cuanto es una medida de muerte prematura, es decir, aquellas muertes que ocurrieron antes de cumplir un límite de edad definido. Los AVPP miden el número total de años adicionales que las personas hubieran vivido de no haber muerto debido a una causa determinada. Con relación al suicidio, los AVPP para ambos sexos en Misiones sumaron en total 5.272 años en el año 2022, y en promedio significan 38 años de vida perdidos por cada muerte.

En el mundo, más de 800.000 personas mueren al año por suicidio según la OMS. Por cada una de estas personas, hay 30 que intentan quitarse la vida y miles que presentan ideas de suicidio. Por cada persona que muere por mano propia, hay 136 personas que se ven afectadas. Los efectos sobre las familias, los amigos y las comunidades son terribles aún mucho tiempo después de que un ser querido se haya quitado la vida.  Estas personas a su vez, se transforman en una población vulnerable con el riesgo de padecer algún trastorno psicopatológico (depresión, consumo de sustancias, trastorno de ansiedad). Lo llamativo es que si bien las tasas de suicidio disminuyen en el mundo, en las Américas la tasa cada 100.000 habitantes aumentó un 17%.

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